Claudio Rojas

"Quiero garantizarles que no van a estar solos". Ese fue el compromiso que le expresó la Presidenta Michelle Bachelet a las 14 familias sirias que arribaron al país en calidad de refugiados por la guerra civil que vive su territorio. En total son 66 personas, 34 de ellos niños, que vivirán en las comunas de Macul y Villa Alemana. El costo del programa, durante dos años, será de $1.600 millones que serán financiados entre el Estado de Chile y la comunidad internacional.

De las 14 familias, siete vivirán en Macul, lugar que ha mostrado expectación por el arribo de los asiáticos que viajaron cerca de 24 horas antes de ser recibidos por la Mandataria. El alcalde Gonzalo Montoya dijo que "la principal labor es incorporar a los refugiados en las redes de salud, de educación a partir de marzo; jardines infantiles y establecimientos escolares".

Los sirios ya están en sus casas y, tras ser recibidos por los trabajadores de la Vicaría de Pastoral Social del Arzobispado de Santiago, recibieron con alegría las llaves de sus moradas. Las residencias tiene un amoblado básico, con todo lo necesario para que sus residentes puedan asentarse los primeros días. Éstas se encuentran repartidas a lo largo de la comuna, pues todas las familias están constituidas por distinto número de personas, lo que hacía complejo que todas ellas estuvieran agrupadas en un mismo sector, señalaron desde el municipio.

En la elección fueron claves sus posibilidades de inserción laboral, conectividad, voluntad de sus municipios y acceso a educación.

En la bienvenida estuvieron las máximas autoridades de las organizaciones a cargo del programa: el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati; Michele Manca di Nissa, representante regional para el sur de América Latina de ACNUR; y el ministro del Interior, Mario Fernández.

Saeed Antakli, nuevo vecino de Macul y que llegó junto a su esposa y dos hijos, dijo: "Agradecemos esta llegada al pueblo chileno, agradecemos este recibimiento y esperamos que nosotros también respondamos a esta acogida".

La comunidad siria le preparó cajas con comida local a modo de bienvenida.

Estos son el primer grupo de los 120 refugiados que llegarán a Chile. El resto se espera que arriben el 2018.

En estos días los refugiados comenzarán las clases de español de manera intensiva para facilitar su adaptación. El Registro Civil y la PDI los visitarán en sus domicilios para tramitar la entrega de sus cédulas de identidad.

14 familias arribaron al país, 32 son adultos y 34 niños. Recibirán apoyo financiero por 2 años.

5.000.000 de sirios han debido huir de su país escapando de la guerra civil que partió el 2011.

Por Paulina Flores

Ramiro Contreras. El martes vio el partido de Chile ante Brasil con sus amigos: "Fue una excepción, porque los importantes siempre los veo con mi papá. Pero como justo fue el fin de semana largo, se fue con mi mamá a la playa, estaban comprometidos de hace tiempo con unos tíos. De todas formas, hablé por teléfono con él en el entretiempo y cuando empezaron los goles. No podíamos creerlo, habíamos sacado todas las estadísticas y de los 260 escenarios sólo quedábamos afuera en 22. Aunque no quiero decir que se trate de mala suerte, la oportunidad la perdimos contra Paraguay y Bolivia, que fueron derrotas imperdonables. Mis amigos se fueron a bajonear y yo me quedé hablando con mi papá como hasta las 12 de la noche, en shock, intentando arreglar lo imposible".

Trabaja en una empresa de telecomunicaciones y a finales del año pasado volvió a las casa de sus padres para poder ahorrar: "Hasta el momento llevo casi 2 millones y medio, la idea era poder viajar al Mundial en Rusia con mi papá y mi hermano chico, y cumplir el sueño de toda mi vida. Iba a reservar el hotel y comprar los pasajes al otro día, incluso me quería hacer un tatuaje tradicional ruso y ya tenía visto al artista y el diseño. Pero bueno, qué se le va a hacer, hay que aprender a vivir con el fracaso… el miércoles comencé a buscar departamentos, pero mi mamá me invitó a quedarme hasta fin de año, para que siguiera ahorrando tranquilo. La verdad es que no puedo pensar en qué gastar más gastar la plata. Tenía la idea de ir al Mundial tan fija en la cabeza... tal vez un auto o una moto, depende de qué opciones baratas salgan".

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