Leo Riquelme

El segundo tribunal oral en lo penal declaró ayer al ingeniero comercial Rafael Garay como culpable del delito de estafas reiteradas en contra de 29 personas, a quienes engañó con sus inversiones a través de su empresa Think & Co desde 2011 al 2016.

En la sentencia, los jueces cuestionaron la calidad de amigo del penquista, pues entre los timados se cuentan al menos tres personas con quienes tenía una amistad de años: el periodista Iván Núñez, quien le entregó $42 millones y recibió sólo 8 de vuelta; su esposa, Marlén de la Fuente, que pasó 76 millones y a quien no le pagó nada; y Marisela Rosas, que le pasó $74 millones y percibió apenas 15 de vuelta.

"(Esto) le permitió acceder a altos grados de cercanía y confianza con los afectados, características que facilitaron el momento oportuno para ofrecer su falso negocio, al que estas víctimas prestaron su consentimiento sin mayores dudas", dice el fallo.

Los magistrados afirmaron que en general simulaba tener una relación afectiva con sus clientes, lo que se reflejaba en el trato y las condiciones contractuales para cada uno. "Garay Pita no se limitó a aparentar prestar los servicios contratados, sino que aún más, construía y cimentaba relaciones de cercanía con quienes creían ser sus clientes preferidos y hasta amigos, factor que sin duda resultó decisivo para que el acusado consumara las acciones delictivas acreditadas", agrega la sentencia.

Para los jueces, una muestra de lo que provocaba es que cuando inventó que tenía un cáncer cerebral terminal y le comunicó a los inversionistas que cerraría su empresa para tratarse en Europa, los afectados esperaron pacientemente que se cumplieran los plazos de pagos comprometidos en un e-mail y varios expresaron más preocupación por la salud del economista que por sus fondos.

Su defensa, encabezada por el abogado Daniel Celis, sostuvo que Garay mostró voluntad de compensar a los afectados al vender sus bienes para pagarles. El fiscal José Morales retrucó que lo recaudado por las ventas y embargos ascendió a $22 millones, lo que significó una repartija promedio de sólo $700 mil para cada afectado.

En la fiscalía sostienen que si Garay hubiera querido resarcir el daño habría destinado los $200 millones que recibió por la venta de los autos que compró con la plata de los estafados, lo que no hizo porque usó el dinero para fugarse y permanecer en Rumania, adonde huyó en septiembre del 2016.

Según el tribunal, Garay estafó a 29 personas que le proporcionaron $1.664 millones atraídos por su fama de consejero televisivo. En cambio, repartió como supuestas ganancias 291 millones. Ese dinero provino de los aportes de otros clientes, pues Think & Co nunca invirtió ningún fondo y todo se destinó a financiar "sus gustos personales por la ropa, los viajes y los excesos de la vida nocturna", dijeron los jueces.

"Se lo gastó en una vida que no le correspondía dado su verdadero nivel de ingresos", añadió el fiscal.

En la audiencia, Garay le pidió perdón a los estafados. Dijo que siente "culpa, arrepentimiento y vergüenza" por lo que hizo. "Estoy avergonzado de mis propios actos (aunque) sé que el que me sienta arrepentido, avergonzado, no repara a las víctimas", analizó.

También le pidió perdón a quienes sufren cáncer por haber inventado que padecía esa mal y se comprometió a resarcir económicamente el daño causado a sus clientes. Esto, a pesar de que su abogado aseguró que "ya no tiene un peso".

4 años de libertad vigilada pide su defensa. Aduce que colaboró con la indagatoria y que quiso reparar el daño.

6 años de prisión efectiva pide la fiscalía. Dijo que si hubiera querido ayudar a la investigación no habría huido y se habría denunciado.

el 18 de octubre a las 11.00 horas el segundo tribunal oral de Santiago leerá la pena para el ingeniero.

El baile más caro de su vida puede haber realizado la alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, el 1 de agosto, cuando danzó en el Templo Votivo al ritmo de la canción "In my feelings" para sumarse al viral #KikiChallenge, el que consiste en descender de un vehículo en movimiento y bailar mientras otras persona te graba.

Más allá del cuestionamiento público por los riesgos del desafío que dejó lesionados en varios países, el mayor castigo para la jefa comunal se dio a conocer ayer cuando funcionarios de la Contraloría llegaron al municipio para notificar los resultados del sumario por el acto, que determinó una sanción para la alcaldesa al comprobarse que el auto utilizado para el video fue el vehículo fiscal propiedad de la alcaldía.

"Se configura una situación gravísima. Una conducta donde la alcaldesa y el municipio hacen un mal uso de los recursos públicos. Esperamos que no siga ocurriendo", dijo el diputado Pablo Vidal.

La investigación determinó que Barriga usó fondos municipales para un acto que no tiene relación a su cargo, y definió una sanción del 10% de su sueldo, según consignó La Tercera. Transparencia del municipio indica que recibe un sueldo bruto de $5.398.016, por lo que el castigo equivale a $539 mil. En la alcaldía dijeron que Barriga no se referiría al tema.

el video fue realizado el 1 de agosto en el Templo Votivo. En él, la alcaldesa de Maipú baja de su auto municipal para bailar.