Nicolás Labra G.

Cuando Jason Droguett (39 años) era chico, a sus padres, que no querían medicarlo con Ritalín, les recomendaron que lo pusieran a hacer ejercicio. "Soy muy hiperactivo", cuenta a hoyxhoy este conductor del Metro que hace siete años trabaja en los trenes de la Línea 5.

"Después de probar varios deportes me quedé con el karate", agrega, actividad a la que entró de lleno hace más de 15 años, pero que después de ser papá abandonó por un tiempo, para volver con todo hace siete, en los que también tuvo que superar dos operaciones a la columna hace tres años, las que lo volvieron a alejar de competir.

Pero en septiembre tuvo un premio a su esfuerzo. Droguett, quien es cinturón negro primer dan, pertenece a la asociación Budo Karate Kenbukai Chile, la que seleccionó a cinco de sus integrantes para participar en el campeonato mundial Hiroshige Cup Karate Tournament.

Así que decidió tomarse dos semanas de vacaciones y partió a Japón, a la ciudad de Kanagawa. El 15 de septiembre, en la modalidad kyokushin de la categoría Senior Experto, el chileno logró conseguir el bronce después de cuatro rondas, tras pelear ante cuatro japoneses, uno con el que cayó en semis y otras tres victorias. "Fue muy difícil, ellos son muy fuertes, muy duros y enfocados (...) Reconozco que fue sorprendente, no lo esperaba, pero es un sueño cumplido", dice.

Por ser categoría senior, Droguett ya tiene visualizado su futuro en la actividad: "Feliz de seguir compitiendo. Aparte tengo pensado poner una escuela y empezar a enseñar", detalla.

Aunque había vuelto a trabajar el 24 de septiembre, el viernes sus compañeros del Sindicato Unificado Metro le hicieron un desayuno para festejar su resultado. En esa conversación reconoce que surgió la necesidad que logros como los de él se difundan más. "Estamos intentando abrir puertas para que den más apoyo, alguna forma de entrenamiento. O invitar a otros colegas de Metro que practiquen deportes". Agrega que le gustaría que pudieran tener permisos cada vez que van a representar al país en algún torneo.

Otras facetas

Pero Droguett no se queda sólo en eso. Como buen rockero, también estuvo dedicado al canto en grupos de rock y heavy metal, algo de lo que está alejado hace unos cinco años. "La principal en la que estuve era una banda tributo a Iron Maiden", cuenta. Pero no se quedó solo en eso, también logró lanzar material propio. "Alcancé a grabar dos discos y algunas colaboraciones. Eran bandas que se llamaban Human Factor y otra Mythology", revela.

Y además, como buen fanático de la animación japonesa, sus hijas se llaman Akeni (19) y Amy (21). Como una forma de compartir más con la menor ambos se han dedicado al cosplay, actividad en la que reconoce que no le ha ido nada de mal.

"Es un hobby que se va dando cuando puedo (...) Gané un par de Comic Con, viajé a representar a Chile en Brasil. Yo creo que la última vez que hice cosplay fue a principios de este año", explica después de representar a personajes tan diversos como Pinhead de Puerta al Infierno, al Pingüino de Batman y a Mega Man.

¿Y cómo se toman sus compañeros de Metro trabajar con alguien dedicado a tantas cosas? "Se lo toman bien, se ríen. Y en esto del karate me han apoyado harto. Con lo del cosplay se ríen, pero hay buena onda siempre, no tengo nada que decir de ellos", cierra riendo.

en la categoría Senior Experto del Hiroshige Cup logró colgarse el bronce. Era su primer viaje a Japón.

también hace cosplay Se dedica a eso junto a su hija menor y ha representado papeles como Pinhead, al Pingüino y Mega Man.