• Catastro contabilizó a más de 1.500 edificios de la capital con instalaciones de gas deficientes

    Informe de la SEC identificó que el 21% de la RM tiene problemas en sus ductos. Experto detalló los riesgos de vivir en esa condición.

    Diego Gotelli C.

    La muerte de seis turistas brasileños por inhalación de monóxido de carbono en un departamento de Santiago, ocurrido hace dos semanas, volvió a abrir el debate sobre la fiscalización de las condiciones de seguridad de los edificios en la capital. Ello, ya que la investigación de la tragedia apunta a deficiencias en un artefacto a gas del recinto como la causante de las altas concentraciones registradas en el lugar.

    Según señaló tras el incidente la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC), el departamento de la tragedia había sido fiscalizado hace 15 años y fue catalogado con "sello rojo", es decir, que sus instalaciones de gas son "peligrosas". Una condición que se repite en el 4% de los edificios de la capital, y que si se incluye a todas las torres con deficiencias en sus ductos eleva la cifra hasta 21%.

    Un catastro del organismo identificó que 328 edificios de la región están con sello rojo y que ponen en riesgo a sus habitantes, mientras que otros 1.256 cuentan con sello amarillo, constatando que las instalaciones presentan deficiencias serias que deben ser reparadas en el corto plazo. "Si el edificio no está certificado me puedo exponer a que en tiempos de invierno, cuando me necesite calefaccionar, no se cumplan los estándares de seguridad. Un sello rojo quintuplica las condiciones de riesgo de inflamabilidad o de toxicidad", aseguró Luis Salamanca, académico de Prevención de Riesgos de la Universidad Andrés Bello.

    El ingeniero experto en seguridad explicó que pese a que la presencia de gas en los domicilios siempre es peligrosa, se puede disminuir drásticamente su riesgo si se cuenta con instalaciones con estándares adecuados, lo que se ratifica con una inspección y obtención de un sello verde de la SEC. Por ello, aconseja que al comprar un departamento se consulte la certificación tanto del hogar como de la torre en general, ya que las falencias también se pueden haber identificado en las áreas comunes.

    La fiscalización es realizada por empresas certificadoras acreditadas por la SEC, cuyos técnicos inspeccionan en terreno las condiciones del recinto respecto a sus dimensiones, considerando el nivel de ventilación que tiene; el estado de las cañerías que transportan el gas; la combustión que produce la cocina; la colocación y funcionamiento del cálefont; y la correcta extracción de los gases residuales que se producen por la combustión. El mal funcionamiento de alguno de esos aspectos, según Salamanca, puede ser vital ya que aumenta el riesgo de incendios o de acumulaciones de monóxido de carbono, creando un escenario similar al que mató a los turistas brasileños.

    En la capital existen 17 compañías acreditadas que inspeccionan las instalaciones de gas. Una de ellas es Asesorías Ambientales Nacionales, cuyo dueño Enrique Escobar señala que las fallas más recurrentes son los problemas de combustión, de diseño de la red de gas y de ventilación. "Muchas veces no hay una evacuación correcta de los gases que se generan", afirma.

    Según los expertos, la fiscalización se debiera realizar cada dos años, pero los artefactos como la cocina y el cálefont debieran tener un mantenimiento al menos una vez al año. Para solicitar una inspección del domicilio, se debe ingresar a www.sec.cl/selloverdeok y completar el formulario disponible. Allí también se puede gestionar la reparación de las instalaciones por personal autorizado.

    328 edificios de la rm tienen sello rojo por instalación peligrosa, y 1.256 son sello amarillo por fallas serias.

    5.870 torres cuentan con sello verde. Los edificios nuevos deben tenerlo para poder ser vendidos.

  • Peñalolén sube a 9 mil las casas donde se recicla a domicilio

    Expansión de plan municipal permitirá recuperar 1.200 toneladas de residuos al año.

    Con nueve años operando y más de 3.450 toneladas de residuos reutilizados, el municipio de Peñalolén calificó como un éxito su plan que lleva el reciclaje a las casas de los vecinos, creando rutas por donde un grupo de recolectores retira los desechos seleccionados de los hogares para darles un nuevo uso.

    Tal ha sido su aceptación que este mes la iniciativa tuvo su mayor expansión desde su debut, ampliando su cobertura de seis mil hogares a más de 9 mil tras añadir 10 nuevos barrios a las rutas planificadas.

    "Cada día se suman más vecinos a nuestro plan, lo que permite no sólo reducir la basura destinada a los vertederos, sino también dar trabajo a muchos recicladores que hemos certificado para mejorar sus condiciones laborales, dignificando su labor y mejorando sus ingresos", destacó la alcaldesa Carolina Leitao.

    Y es que con la expansión aumentaron de 33 a 43 los recicladores de base (antiguamente llamados "cartoneros") que trabajan en la iniciativa. "Antes la gente nos miraba como delincuentes, muchas veces me llevaron preso y yo andaba reciclando. Pero ahora todo cambió y con el reciclaje eduqué a mis hijos y compré mi casa", valoró Héctor Zapata.

    Con la nueva fase de implementación, el municipio estima que se lograrán reciclar cerca de 1.200 toneladas de residuos al año.

    hasta una app para celulares tiene el plan. En ella se pueden programar los retiros, conocer al reciclador y pedir una nueva ruta.

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