• ¿Por qué es positivo entrenar distinto en cada etapa del ciclo menstrual?

    El rendimiento no es igual cuando se está ovulando que cuando se está menstruando, sin embargo, siempre es bueno ejercitarse.

    Natividad Espinoza R.

    El mejor momento para hacer cardio es durante la ovulación, mientras que antes de la menstruación es sano dejarlo de lado y centrarse en hacer sentadillas, planchas, fortalecer brazos y abdominales.

    Estas son alguna de las afirmaciones avaladas por quienes están familiarizados con la idea de que las exigencias físicas no pueden ser las mismas en todas las etapas del ciclo menstrual, ya que el rendimiento cambia. De hecho, la selección femenina de fútbol estadounidense adapta el entrenamiento a las fases por las que están pasando sus deportistas.

    La profesora de pilates Carla Collao (@profe_carla_pilates) explicó que, a diferencia de los hombres, que mantienen una energía lineal, "nosotras somos cíclicas y a medida que una va entendiendo por qué la energía varía tanto semana a semana, puede ir adecuando el entrenamiento a sus propias necesidades".

    "Estudié el ciclo menstrual en el entrenamiento, entonces me di cuenta de cosas que una intuye, pero no tiene muy claras. Nosotras nos dividimos en cuatro semanas: En la semana postmenstruación tenemos un poco más de energía y cuando estamos ovulando también tenemos energía, pero cuando estamos en la etapa premenstrual la energía empieza a disminuir y cuando estamos menstruando nuestra energía baja significativamente", afirmó la experta.

    Entonces, para entrenar con entusiasmo y sin sobreexigirnos o empeorar ciertos malestares, es importante saber en qué semana del ciclo menstrual se está. Por ejemplo, dijo Carla, "cuando estás premenstrual y menstrual no es buena idea que hagas cardio, o por lo menos cardio de alto impacto".

    "Poner a una mujer a hacer cuatro series de 30 repeticiones de burpees menstruando sería muy descabellado de mi parte, pero perfectamente puedes fortalecer los brazos, hacer sentadillas, estocadas, abdominales. Puedes hacer resistencia, trabajar en plancha, trabajar la flexibilización", agregó la profesora de pilates.

    Eso sí, advirtió que esto depende de la energía de cada una, por lo que es importante hablar de estos temas con profesores o preparadores físicos, o bien escuchar bien el propio cuerpo, tomando en cuenta los síntomas que se presentan en semanas como la premenstrual y menstrual.

    Collao comentó que incluso "se han hecho estudios sobre el rendimiento dependiendo del momento del ciclo menstrual en que se está, se han formado grupos de mujeres deportistas con el mismo entrenamiento con un grupo menstruando y el otro en su semana ovulatoria, y a pesar de que están haciendo exactamente lo mismo los resultados no son los mismos. A las menstruales y premenstruales se les genera un nivel de estrés mayor".

    Menos síntomas

    El dr. Manuel Parra, ginecólogo de Clínica Alemana, manifestó en tanto que, de todas formas, siempre se recomienda hacer actividad física. Y en el caso de las mujeres que tienen síndrome premenstrual (SPM) es especialmente beneficioso el ejercicio aeróbico, ya que ayuda a disminuir los síntomas.

    "Las mujeres que tienen actividad física regular tienen menos sintomatología premenstrual severa que aquellas que no la tienen. Por lo tanto, el ejercicio es parte de las indicaciones que uno normalmente da en aquellas pacientes que tienen SPM y que están alrterando su calidad de vida", aseguró el profesional.

    Tomando en cuenta esto, la recomendación de los expertos es estar activa físicamente, llevar un registro del ciclo menstrual y nunca sobreexigirse.

    "Estudié el ciclo menstrual en el entrenamiento, entonces me di cuenta de cosas que una intuye, pero no tiene muy claras.

    carla collao, profesora de pilates"

  • Obesidad y anticonceptivos combinados elevan riesgo de tromboembolismo venoso

    En mujeres con sobrepeso es más seguro usar productos de progestágeno solo.

    Las mujeres con obesidad que usan anticonceptivos orales que contienen estrógenos y progestina tienen un riesgo 24 veces mayor de tromboembolismo venoso (TEV) en comparación con las no obesas que no usan ese tipo de fármacos, según un artículo publicado en ESC Heart Failure, una revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).

    El autor del estudio, el profesor Giuseppe Rosano del IRCCS San Raffaele Pisana (Italia) dijo que "está establecido que la obesidad y los anticonceptivos con estrógenos son factores de riesgo de TEV. Pese a esto, las mujeres obesas siguen recibiendo estos medicamentos. La evidencia indica que la obesidad y los anticonceptivos orales combinados tienen un efecto sinérgico sobre el riesgo de TEV y esto debe tenerse en cuenta en las decisiones de prescripción. Los productos de progestágeno solo, incluidas las píldoras, dispositivos intrauterinos o implantes, son más seguros que la píldora combinada en mujeres con sobrepeso".

    TEV se refiere a un coágulo de sangre en una vena e incluye dos condiciones potencialmente mortales: trombosis venosa profunda y embolia pulmonar. El riesgo de TEV aumenta progresivamente con el índice de masa corporal (IMC), y en mujeres obesas es más del doble que en mujeres no obesas.

    24 veces mayor es el riesgo de TEV en mujeres obesas que toman anticonceptivos combinados.

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