• Exbabysitters se inspiraron en Inglaterra y crearon rollos de fruta que son la delicia de los niños

    Mientras trabajaban como cuidadoras de pequeños, tres chilenas presenciaron el éxito de algunos snacks para promover una alimentación sana y combatir el sobrepeso. Así nació Bigu Snacks, que está a punto de llegar a Norteamérica.

    Ignacio Arriagada M.

    Al enterarse que Chile se ubicaba en los primeros puestos de los rankings mundiales de obesidad infantil, tres mujeres decidieron hacer algo para contribuir a revertir este panorama y hacerlo, además, un negocio. Tras un año experimentando diversas fórmulas y recetas lograron crear un snack para niños 100% saludable, cuyo potencial es equivalente a una de las cinco porciones de frutas y verduras que recomienda consumir cada día la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las socias jamás pensaron que, en tan poco tiempo, su producto iba a ser merecedor de premios y reconocimientos y que prontamente estará disponible a la venta en Estados Unidos y México. Esta es la historia de Bigu Snacks.

    Bernardita Ariztía, Elisa Marín y Francisca Andrews se conocieron en 2018 en Londres, Inglaterra. Allí, a más de 11 mil kilómetros de distancia de su natal Santiago, coincidieron mientras cuidaban niños en distintos hogares. Este rubro les permitió presenciar cómo la gran mayoría de los padres de ese país incentivaban a sus hijos a comer saludablemente. ¿La estrategia para lograrlo? Un snack.

    "Habían productos muy innovadores, pero conocimos a nuestra actual competencia, que son unos rollitos de fruta. Nos llamó mucho la atención este producto porque trabajando como babysitters nos tocó verlo mucho y era la gran sensación en Inglaterra (...) Entonces dijimos que este producto teníamos que llevarlo a Chile de todas maneras", recuerda Francisca Andrews.

    Luego de realizar un estudio de mercado y revisar distintas variables comprobaron que era factible implementar en Chile un negocio de comida saludable exclusivo para pequeños. Lo administrativo estaba prácticamente resuelto, pero faltaba dar con la receta del exitoso snack inglés.

    "Nos fuimos a comprar frutas y luego nos juntamos en una casa a hacer pruebas y nos dimos cuenta que no era tan fácil como pensábamos. No nos resultaba y eso nos preocupó demasiado", reconoce Bernardita Ariztía.

    El primer paso

    Por situaciones personales Bernardita y Elisa Marín retornaron a Chile a finales de 2018. Apenas pisaron suelo nacional contactaron a un ingeniero en alimentos para que las ayudara a dar con la fórmula de los famosos rollitos deshidratados.

    "Estuvimos casi todo el 2019 trabajando en el desarrollo del producto porque queríamos que fuera realmente rico y 100% saludable. Al principio no nos salía y nos frustrábamos, pero seguíamos y seguíamos, hasta que dimos con lo que queríamos", cuenta Bernardita.

    En octubre de 2019 las socias tenían en sus manos el tan anhelado "rollito" a base de fruta deshidratada, 100% natural, libre de sellos, sin azúcar añadida, sin gluten y sin alérgenos. Con la fórmula en mano, el trío equipó una cocina con la maquinaria necesaria para producir a baja escala. El siguiente desafío para las emprendedoras fue vender el snack en un periodo complejo para el país.

    "En un principio fue muy lenta la venta porque justo vino el estallido social y luego la pandemia, por lo tanto, no entramos a los mercados que queríamos desde un principio y fue más lento de lo que esperábamos (...) Aún así nos mantuvimos gracias a las ventas en redes sociales y por la página web. Nosotras seguimos de igual manera y sobrevivimos del 2019 al 2021", detalla Francisca.

    El despegue

    Mientras se volvía a la normalidad en Chile, estas emprendedoras recibieron una gran noticia: se adjudicaron los recursos del Fondo Semilla Expande de la CORFO. Con ese dinero habilitaron una pequeña planta al interior de una casa en Las Condes y compraron los artefactos para producir a mayor escala. En paralelo, se ganaron el Open Salcobrand, que permitió, por primera vez, que el snack estuviera en las tiendas de esa cadena de farmacias.

    "Veníamos de tres años con cifras relativamente malas y comenzamos el 2022 con buenas noticias, teníamos que aprovecharlo, era la oportunidad para crecer", comenta Bernardita.

    Los rollos de fruta deshidratada despegaron en 2022 y lograron posicionarse como una alternativa en la categoría de snacks infantiles, por su aporte nutricional. Ese año la empresa facturó 87 millones de pesos.

    Un gran reconocimiento como el estar entre las 50 innovaciones destacadas en el catálogo 2021 de Innovación Alimentaria de Chile, además de ser finalistas en el Programa FedEx y en el Desafío Emprendedor del Banco de Chile, hicieron que dos importantes cadenas de supermercados del país fijaran sus ojos en Bigu Snacks. Fue en mayo de 2023 cuando Bernardita, Elisa y Francisca cerraron el trato con el retail. Este hito significó externalizar la producción para cumplir con la demanda, estimada en 50 mil unidades mensuales. El año pasado las ventas superaron los 150 millones de pesos.

    Actualmente, la pyme cuenta con más de 500 puntos de venta en Chile, físico y marketplace, y se abre camino en el mercado extranjero, con una inminente exportación a Estados Unidos y México. Otra hazaña está fijada para junio próximo, fecha en la que Bigu participará en la prestigiosa feria Fancy Food, en EE.UU., donde estarán miles de expositores de todo el mundo.

    50.000 unidades mensuales comercializa Bigu con su principal producto.

    500 puntos de venta, físicos y marketplaces, posee la empresa en Chile.

    150 millones de pesos en ventas facturó la compañía el año pasado.

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