Las luces del recinto se apagaron a las 21:15 horas y un gran estruendo se sintió en la Pista Atlética del Estadio Nacional. Las primeras bases del hit "Roar", perteneciente al álbum Prism (2013), encendieron a los más de 30 mil fanáticos de Katy Perry que repletaron el recinto deportivo ubicado en Ñuñoa. La diva salió vestida al escenario con una especie de "body" plateado y una pequeña falda. El traje contaba con luces de neón y destellos morados, en un look similar al que presentó en el Rock in Rio de Brasil el pasado 28 de septiembre. No obstante, fueron reiterados los cambios de vestuario durante todo su show.

Alta expectación

El ajetreo comenzó mucho antes en el coliseo de avenida Grecia. Desde temprano, varias decenas de fanáticos aguardaron en la entrada para ingresar rápido y asegurar las mejores ubicaciones para ver la presentación de la estrella pop del momento (fue la protagonista del show del entretiempo del último Súper Bowl), que llegó a Chile en el marco de su gira mundial "World Prismatic Tour". Es que las presentaciones de la intérprete de "I kissed a Girl" en el festival Rock in Río y Buenos Aires hicieron crecer las expectativas de un show que prometía estar a la altura de una gira mundial.

Finalmente. Las puertas de la Pista Atlética del Estadio Nacional se abrieron de manera puntual a las 17:00 horas y el público, en su mayoría femenino-adolescente, ingresó a paso raudo por las 16 entradas habilitadas para esos efectos. Asimismo, durante la tarde, la Intendencia Metropolitana y el seremi de Salud recorrieron las instalaciones para fiscalizar el recinto. Finalmente, las autoridades advirtieron que no se permitirían ni bastones selfies ni paraguas. La encargada de abrir el show de Katy Perry fue la artista estadounidense Tinashe.