por karol lucero / @Karol_LuceroV

Hoy la fiebre de Pokémon Go, el Festigame y otros temas de la contingencia tecnológica no nos dejan mirar hacia lo simple o temas realmente importantes.

Luego del último estudio de la Superintendencia de Educación, el cual informa que durante el año 2015 1,3 estudiantes fueron expulsados del sistema escolar, es importante que frente a las críticas sobre la reforma y sus aristas, seamos más concretos en definir prioridades que entreguen también resultados en el corto plazo, como las escuelas de reinserción educativa.

La última intervención urbana titulada "No+cuadernos en blanco" realizada por el Hogar de Cristo en Plaza Italia, buscó exponer la cifra de expulsados. Ello, nos llama justamente a involucrarnos como sociedad sobre el problema de la deserción escolar, la cual no es conocida públicamente. Son casi 100 mil jóvenes que hoy no van a la escuela, teniendo la edad para asistir a ella. Sin embargo, prácticamente, los espacios para poder recibirlos no existen.

Un joven que ha dejado de estudiar por más de dos años no puede asistir al curso donde quedó, ya que en dicho espacio se encontraría con estudiantes de menor edad e incluso el establecimiento puede asumir que sabe toda la información de su nivel de escolaridad, siendo que este ya olvidó esos conocimientos.

Por otro lado, si se limita aún más el margen, según la fundación Súmate del Hogar de Cristo, son cerca de 67 mil estudiantes en extrema pobreza que no están asistiendo al colegio, jóvenes que en muchas ocasiones no cuentan con el apoyo de una familia e incluso de una institución que los acoja para continuar su educación. Así, su única opción es integrarse al mundo laboral informal para lograr la mayoría de edad y, en una de esas, ver la posibilidad de nivelar sus estudios en una escuela nocturna de adultos. En ese contexto, en Chile sólo existen seis establecimientos con la capacidad de recibir a estos jóvenes, los cuales ni siquiera llegan a cubrir el 1% de la demanda del sector más pobre del país.

Por esta razón es importante que el Ministerio de Educación contemple en su reforma educacional la posibilidad de que existan estas escuelas como espacios de resguardo de estos jóvenes, ya que ellas son la respuesta más concreta para defender un derecho tan fundamental como es la educación en un Chile que pide más justicia social e igualdad.

Esta última intervención que se hizo en Plaza Italia es el llamado a mostrar una realidad que está presente y donde el desafío es involucrarse con estos jóvenes que están dejando sus cuadernos en blanco. Ellos forman una parte de las nuevas generaciones que ven vulnerado su derecho a aprender, justamente en la discusión de una reforma que está en marcha, pero que no los reconoce.

Aprovechemos la distracción y herramientas que nos entrega la era digital y ultra tecnológica, pero no olvidemos que el mejor legado a una sociedad es la educación.

"Son casi 100 mil jóvenes que hoy no van a la escuela, teniendo la edad para asistir a ella. Sin embargo, prácticamente, los espacios para poder recibirlos no existen."

Un consejo

En www.hogardecristo.cl puedes conocer más de la campaña, de las cifras y de las formas en que la reinserción educativa puede ser posible. Te invito a conocer del tema y apoyar a los que no tienen respuesta.