Natividad Espinoza R.

Cuando empiezan a bajar las temperaturas, las dificultades a la hora de vestir aumentan. Esto, debido a que la necesidad de ponerse más prendas viene de la mano con el desafío de combinarlas entre sí, sin perder el estilo ni dejar de sentirnos cómodas.

Es en este escenario que se sugiere una de las técnicas más difíciles de manejar, pero que es de las más efectivas para sortear el frío: vestir en capas.

¿Qué hay que hacer para lograr un buen atuendo? ¿Qué es mejor evitar? Dos diseñadoras de vestuario compartieron tres sencillas ideas que hay que tener en cuenta para poner en práctica esta forma de vestir y sentirse cómoda.

2. Los colores no son lo único que debe combinar

En general las mujeres somos conscientes de que no todos los colores deberían ir juntos. Sin embargo, es fácil pasar por alto que éstos no son lo único que debe combinar en un look.

Así lo explicó la diseñadora de vestuario de la Universidad Tecnológica de Chile (Inacap), María Paz Ramírez, quien sugirió poner atención también a las texturas de las prendas. "Lo importante aquí es que no haya saturación. Por ejemplo, usar una blusa de satín con un chaleco de lentejuelas no es una combinación recomendable, ya que al ser ambas brillantes se ve muy sobrecargado", comentó.

Asimismo, Ramírez advirtió que tampoco es bueno usar muchas telas pesadas a la vez. "Cuando tienes, por ejemplo, una polera o camiseta de algodón y la capa de arriba es de un algodón de la misma densidad se puede ver muy monótono".

Para ella, la armonía se logra "combinando algo ligero con algo de más peso; y algo de brillo con telas opacas".

3. Poner atención a los accesorios que se utilicen

Una mala decisión es suficiente para arruinar la totalidad de un atuendo. Por eso, es sumamente importante cuidar los accesorios.

"Es cierto que a veces elegir la ropa nos toma más tiempo del que teníamos pensado invertir y, por lo mismo, solemos 'caernos' al final, con los accesorios", explicó Muñoz.

Para evitar este problema, la experta sostuvo que independiente del material de los accesorios que usemos, ya sea tela, cuero, lana, metal, etc., siempre hay que pensar que son una prenda que se va a ver.

Así, dentro de lo posible, el color y material de la cartera deben integrarse con el resto del look. "Está bien que resalte si se trata de un diseño osado o novedoso, pero tiene que haber coherencia respecto del resto del vestuario, dijo Muñoz.

Cuando se trata de metales, la diseñadora advirtió que hay que tratar de optar sólo por un color. "Al elegir unos aros, por ejemplo, es importante considerar los detalles de los zapatos, los cierres de las carteras, etc. Si se puede lograr que todo lo metálico sea o dorado o plateado, sin combinar ambos, el atuendo se ve más elegante", aseguró Muñoz.

1. Siempre pensar de adentro hacia afuera

"Cuando queremos vestirnos en capas lo fundamental es, antes de vestirnos, visualizar el look de adentro hacia afuera. Es decir, tener en mente el orden en que irán las prendas y qué se irá viendo a medida que nos las vayamos poniendo o sacando", comentó la diseñadora de vestuario de Duoc UC, Marcela Muñoz.

Tomando en consideración este consejo, la diseñadora aconsejó partir con básicos ajustados, ojalá de un color. "Una camiseta de algodón neutra, unas calzas o pantys y unos calcetines cortos son la base ideal". Luego, se puede sumar arriba una blusa, un polerón o un sweater delgado. Para abajo, puede ser un pantalón, una falda o nada más, dependiendo del frío. Si éste es mucho se puede poner un segundo par de calcetines", dijo.

Para la tercera capa, la entendida recomendó un sweater -si se optó por una blusa antes-, por un chaleco o una chaqueta. Y si se quiere sumar una cuarta, puede ser un abrigo, una parka o un impermeable, dependiendo del día.

Hay etapas en los primeros años de vida de los niños en que son muy cooperadores en la casa y juegan todo el día a cocinar, hacer el aseo o andan con un paño limpiando todo por la casa. Este pequeño juego de rol, donde ellos buscan imitarnos, es tremendamente beneficioso para nuestros hijos, ya que con ello van creciendo en su autonomía y habilidades. Y no sólo eso, hacer pequeñas tareas del hogar, de a poco y dirigidas por ti son muy necesarias para fortalecer otros aspectos del desarrollo de tu pequeño.

A continuación tres razones de por qué es importante que promuevas la realización de tareas de la casa:

1Promueve el fortalecimiento de valores como la amabilidad y la gratitud. Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California, ha estudiado por años acerca de la felicidad, concluyendo que los actos de amabilidad y agradecimiento son gatillantes de la felicidad en las personas. Esto se observa particularmente en una investigación a niños a los que se les pidió que durante varias semanas hicieran una tarea con un propósito amable o de agradecimiento. Los resultados fueron conmovedores: niños más felices y en un entorno familiar y social más pleno.

2Fortalece el vínculo de padres e hijos. Sea que te ayuden a hacer pequeñas tareas como ordenar sus juguetes o salir juntos a comprar, cualquier instancia de compartir labores familiares del hogar, dan espacios para estar juntos, con momentos de calidad y de crecimiento en la relación, que pueden pasar desapercibidos mientras se realizan, pero en el largo plazo serán recuerdos que llevará tu hijo siempre y eso es invaluable.

3Estimula y activa el aprendizaje. Hacer tareas del hogar, entrega a tus hijos un marco de inicio-desarrollo-término que es muy significativo para el desarrollo de habilidades cognitivas y que son fundamentales en los primeros años de educación tanto preescolar como escolar. Por eso, es muy importante que cuando le pidas a tu hijo que te ayude con determinada labor, tú estés ahí para darle las instrucciones y supervisar la tarea hasta que la termine. Esto les irá dando un patrón que luego les será muy útil para su proceso educativo. Por otra parte, el trabajar en tareas simples del hogar, potencia mejoras sustanciales en habilidades de motricidad fina y/o gruesa, necesarias para ir avanzando en su desarrollo.

"Es muy importante que cuando le pidas a tu hijo que te ayude con determinada labor, tú estés ahí para darle las instrucciones y supervisar la tarea hasta que la termine."