• Consideraciones del Mes del Mar

    por álvaro peralta / @dontinto

    Desde hace muchos años, tal vez demasiados, en Chile el mes de mayo es denominado Mes del Mar y por lo mismo en los colegios se suelen aprovechar estas semanas para hablarles a los estudiantes sobre la importancia de nuestra costa y sus recursos, además de toda la historia que hay detrás. Así las cosas, hechos como la Guerra del Pacífico y el Combate Naval de Iquique siempre son materias fijas a tratar en las salas de clases durante el mes de mayo. Aún así, si a mí me preguntan por la primera imagen que se me viene a la cabeza cada vez que me hablan del Mes del Mar la respuesta es siempre la misma: el cantante Patricio Renán interpretando "Me gusta el mar" en un pequeño barco que navega por aguas calmas. Claramente una imagen que se me quedó clavada en la mente después de ver ese video tantas veces durante mi ya lejana niñez.

    Pero más allá, lo que me interesa compartir hoy es una especie de defensa de los consumidores. Sí, porque en cada edición de esta efeméride -y en realidad cada vez que se habla del bajo consumo de los productos del mar en Chile- siento que se le carga la mano sólo a los consumidores. Me explico: se comenta que el consumo de mariscos y pescados sólo trae beneficios para la población y que ésta sólo los come muy ocasionalmente. Ambas afirmaciones son muy ciertas. Sin embargo, hay que hacer una pausa y recordar también que en Chile -a pesar de la extensa y siempre cercana costa- no es fácil consumir productos del mar. Primero: porque sus precios son elevados, gentileza casi exclusiva de la pesca industrial que tiene a los pescadores artesanales sacando poco producto y -por lo mismo- caro. Segundo: porque más allá del tema monetario, la oferta en pueblos y ciudades no es de las mejores, porque pescaderías hay muy pocas y porque en no todos los supermercados se vende pescado y marisco fresco; lo que al final se traduce -con suerte- en una pobrísima (y no barata) oferta de productos congelados o enlatados. Y tercero: porque como llevamos décadas con un panorama como el descrito en los dos puntos anteriores, la verdad es que ya no tenemos costumbre de comer pescados y mariscos de manera habitual, por lo que los hemos convertido en comidas muy esporádicas, casi excepcionales. Una pena.

    Está claro que los consumidores podemos hacer un esfuerzo y tratar de mirar un poco más hacia el mar al momento de cocinar y comer. Sin embargo, me temo que necesitamos también esfuerzos desde esferas más altas de poder para que el panorama actual cambie. De lo contrario, un plato como el de la receta de hoy se terminará preparando muy de cuando en cuando.

    "Está claro que los consumidores podemos hacer un esfuerzo y tratar de mirar un poco más hacia el mar al momento de cocinar y comer."


    Ojo con las vedas

    A lo largo del año -y de la costa- existen distintos períodos de vedas de pescados y mariscos. Por lo mismo, es deber de los compradores mantenerse informados -vía medios de comunicación o incluso la web de Sernapesca- para no adquirir productos prohibidos.

  • Ingredientes

    (Para 4 personas)

    - 1 salmón mediano entero (limpio, descamado y sin cabeza)

    - ½ paquete de espinacas

    - 1 pimiento rojo

    - 2 cebollas

    - 6 papas pequeñas

    - 1 vaso de vino blanco

    - sal, pimienta y aceite de oliva

    1Aceitar muy bien una fuente para horno y luego poner encima el salmón. Salpimentar el pescado por dentro y luego rellenarlo con las hojas de acelga (muy bien lavadas y sin sus tallos) y reservar.

    2Lavar el pimiento, sacarle semillas y nervaduras y cortarlo en tiras. Reservar. Pelar las cebollas, cortarlas en cuartos y reservar. Lavar las papas, cortarlas en gajos pequeños y reservar. Finalmente, poner en la fuente de horno -a los lados del pescado- las tiras de pimiento, los trozos de cebolla y las papas. Rociar todo con abundante aceite de oliva y después salpimentar.

    3Luego, agregar el vino blanco al fondo de la fuente tratando de no mojar demasiado el salmón. Cubrir con papel de aluminio y llevar al horno fuerte por veinticinco minutos.

    4Sacar del horno, retirar el papel de aluminio y devolver al horno por cinco minutos más, sólo para que los ingredientes se doren un poco. Pasado este lapso sacarlo, porcionar y servir inmediatamente.

    La receta de hoy | Salmón al horno relleno con espinacas

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