por katherine salosny / @kathysalosny

Hace un par de semanas me encontré con un buenísimo reportaje en la Revista VD de El Mercurio sobre las Torres de Tajamar y me dio nostalgia. Una de las tantas casas en las que viví una temporada fue en el departamento de un amigo en ese lugar, que me sirvió de tránsito entre un proceso de cambios en mi vida.

Pero lo que quería rescatar es que me parece fantástico que se estén recuperando esas Torres que son algo así como el símbolo de cuando empezó la modernidad urbana en nuestro país. Con éstas, que están situadas en una lugar estratégico de la ciudad de Santiago, se forjó una manera de vivir más en convivencia. Recuerdo que por las noches me dormía con el ruido del río cuando dejaban de pasar los autos y llegaba el silencio,. También recuerdo que el sonido de los vecinos se mezclaba entre los que vivían allí toda la vida y los nuevos que encuentraron en ese lugar un sitio ideal mirando la puesta de sol, el cerro San Cristóbal o la Cordillera. Todo frente al Metro Salvador.

Me gusta esta tendencia en la que estamos valorando y tomando conciencia de nuestro patrimonio urbano por grupos de jóvenes que empiezan a reconocer también el valor de ello. Toda la suerte para ese grupo de comprometidos que están trabajando para recuperar una parte del proyecto de las Torres de Tajamar que están allí desde 1967, cuando eran los edificios más altos de la ciudad, con más de 300 departamentos.

Por eso me gustó también enterarme que la semana pasada se declaró Barrio Típico a toda la Villa Olímpica. El grupo de departamentos que se construyeron al lado del Estadio Nacional, en Ñuñoa, para acoger a las delegaciones que participaron en el Mundial de Fútbol, el único que se ha realizado en Chile. Hoy, en esos 82 edificios rodeados de jardines viven cientos de familias.

La noticia también es un aliento para la recuperación de esa zona, que fue afectada por el último terremoto.

Soy de las que piensa que lo bueno hay que recuperarlo y cuidarlo. De hecho, me alegro de lo que ya se ha hecho con el Barrio Yungay, el sector Matta Sur y la Villa Frei, entre otros.

Nos estamos dando cuenta de que tenemos que cuidar lo que tiene valor y que los vecinos podemos hacer y gestionar mucho por ello. Si no, no me diga que el Barrio Lastarria no es un barrio que todos gozamos y admiramos. O qué decir del Barrio Italia o Yungay con sus casonas, y cómo se ha reciclado la zona sin destruirla sino que dándole valor.

Seguramente por eso me pareció una estupenda iniciativa la de un grupo de personas que crearon la plataforma Patrimonio Ciudadano, una empresa de gestión de inversiones inmobiliarias patrimoniales. La propuesta es invertir para que lo que tenemos que proteger no se bote. Eso espero.

Un consejo

Para conocer más sobre los barrios o zonas típicas se puede ingresar a www.monumentos.cl. También está la nueva plataforma de patrimonio inmobiliario en Instagram, donde lo encuentra como Patrimonio Ciudadano.