Jorge Reyes Patuelli

La final de la Copa Libertadores entre River y Boca no se jugará en Argentina. Así lo confirmó ayer el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, en una conferencia de prensa en Paraguay.

"Conforme a los hechos de violencia ocurridos en Buenos Aires, los cuales pusieron en riesgo la seguridad de jugadores, oficiales y aficionados (...) resulta prudente que el partido final no se juegue en dicho país", dice el comunicado desde el ente que maneja el fútbol sudamericano. ¿Cuándo se jugaría esta final? El 8 o 9 de diciembre. ¿Dónde? Todavía no se sabe.

Pero eso no es todo. Domínguez dejó claro que primero tiene que darse a conocer el fallo que interpuso Boca Juniors ante el Tribunal de Disciplina, que tendrán que responder al club xeneize, el cual pidió que se le entregara la copa sin tener que jugar el partido de vuelta debido a los hechos violentos ocurridos en el Monumental.

"No aceptamos jugar ningún partido. Si tenemos que ir al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), lo vamos a hacer", dijo Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors luego de la reunión con la Conmebol y el presidente de River Plate, Rodolfo D'Onofrio. Lo que ocurre es que Angelici podría apelar ante un fallo en contra del club, por lo que podría llegar al TAS como última instancia para poder levantar la copa sin poder jugar. Por su parte, el mandamás de River Plate se retiró rápidamente de Asunción sin dar declaraciones para luego acompañar al plantel en Argentina.

River sin localía

Esta final de vuelta no podrá jugarse en el Estadio Monumental de River Plate dada la confirmación de la Conmebol de no jugarse en territorio argentino. El partido de definición de la copa más importante del continente no tiene casa. Por lo mismo, ayer por la tarde ya empezaron a darse a conocer opciones extraoficiales de qué ciudad podría albergar el Superclásico argentino, que incluso podría ser con público.

Las opciones que toman más fuerza serían Asunción de Paraguay e incluso Santiago. Dejando de lado Qatar y Miami, en Estados Unidos.

Incluso, llegó una invitación del alcalde de Medellín en Colombia, Federico Gutiérrez, para recibir el Superclásico trasandino "como escenario de fútbol en paz", como escribió el político en su cuenta de Twitter.

Además, los jugadores de Boca Juniors, Carlos Tévez, Ramón Ábila y Pablo Pérez, podrían perderse -si se juega- la final por insultar a un delegado de la Conmebol luego de las agresiones sufridas en cancha de River.

boca juniors no quiere jugarlo por los hechos violentos ocurridos en el estadio de River Plate. Piensan acudir al TAS.