Diego Gotelli C.

Desnutrido, deshidratado, anémico y con golpes de varillas fue encontrado un perro galgo en Quilicura, can abandonado por un vecino que tenía otros ejemplares viviendo en mal estado en su propiedad. Al verlo, una mujer decidió adoptarlo como su mascota, rescate que este martes cumplió un año y que le permitió a "Merlín", como fue bautizado, recuperarse de sus lesiones para vivir una nueva vida.

Su grado de maltrato llamó la atención de su nueva dueña, Pamela Órdenes, quien tras indagar la realidad de aquella raza descubrió que es más común de lo que se cree el daño a estos ejemplares. Según constató, en comunas rurales como Buin, María Pinto, Melipilla, San Bernardo, Lampa y Pirque es habitual su uso para carreras y en la caza, pero cuando ya no pueden cumplir ese rol son botados a la calle. "Los abandonan para que no les generen un gasto, pero el galgo es una mascota, no es una herramienta", señala.

Esa experiencia la llevó a crear la fundación Galgos Chile, que en un año ha rescatado y dado en adopción a 40 perros, cifra que podrán aumentar luego que ayer la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) les aprobara financiar un proyecto para recuperar 15 galgos más.

La iniciativa fue una de las ganadoras de los fondos concursables sobre tenencia responsable que por primera vez reparte la cartera, que les entregará $14 millones para que por seis meses puedan costear los rescates, insumos de traslado, generación de hogares temporales y rehabilitación a cargo de especialistas.

El mismo beneficio obtuvo Andrea Cazes, quien lleva diez años rehabilitando a pitbulls abandonados para que puedan encontrar un hogar. Su labor desinteresada la ha llevado a rescatar más de 80 ejemplares que han sido maltratados, abandonados y expuestos a peleas en la capital. "Los pitbull son perros cariñosos, pero es una de las razas más maltratadas", afirma.

La periodista postuló con un proyecto para rescatar a diez perros y crear una fundación, para lo cual construirá caniles y un circuito agility, deporte que les permite liberar energía mientras sortean obstáculos, junto con aprender a seguir órdenes. También se contempla atención veterinaria completa y clases de comportamiento para los perros. Todo con una inversión de casi $20 millones.

"Queremos valorar la respuesta de estas organizaciones porque reconocemos el serio trabajo que realizan", comentó el subsecretario Felipe Salaberry tras liderar la entrega de recursos del inédito fondo. Entre las ganadoras también destacó un proyecto en la Región de Los Lagos para tratar a perros con malformaciones, y un plan para realizar charlas de tenencia responsable en colegios de la capital.

46 proyectos se beneficiaron con el fondo de la Subdere. De ellos, once se ejecutarán en la capital.

$599.076.144 repartió el primer fondo para proyectos de tenencia responsable. El próximo año se replicará la iniciativa.

Por Paulina Flores

Hernán Prieto. Es profesor universitario, vive en Vitacura y se casó por segunda vez hace 6 años: "Conocí a mi mujer en un viaje. Ana Laura es uruguaya, pero estábamos con la misma agencia de turismo en Cartagena de Indias. Ella con una amiga y yo solo. Nos caímos bien los tres y pasamos casi toda la semana juntos. A mí me gustó altiro Ana Laura, pero en esa época estaba pasando por un mal momento. A pesar del paisaje paradisiaco que nos rodeaba, yo me sentía muy inseguro conmigo mismo y no me atreví a hacer ninguna invitación romántica. Pero seguimos comunicándonos por e-mail y Skype. Cuando quedó claro que conocernos había sido algo especial para los dos, planeamos unas segundas vacaciones juntos a Punta Cana".

"A los pocos meses ella me vino a visitar a Santiago y después yo fui a Montevideo. Durante los dos primeros año de relación nos veíamos una semana cada dos meses y los veranos en algún lugar del Caribe, para conmemorar que nos habíamos conocido. Fue difícil no tenerla cerca, pero al mismo tiempo se sentía muy bien extrañar de nuevo a alguien, pero sin poder dominar nada. Me revitalizó completamente, era como enamorarse a los 20 otra vez, pero con la madurez de los 40".

"Al tercer año decidimos formalizar y casarnos. Más que nada porque nos estábamos gastando un montón de plata, y ya no daba más. Quisimos que todo fuera en igualdad de condiciones. Ella es médico y el trato fue que ella se venía los primeros 5 años y después nos devolvíamos a Uruguay la misma cantidad de tiempo. Pero al final le quedó gustando tanto Santiago, que quiso quedarse un tiempo más y todavía no tenemos fecha para la otra patita del acuerdo".

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