Por Paulina Flores

Yerko Delaigue. Entre los 17 y los 19 años sus amigos lo llamaban "Metralla" porque escribía poemas y los leía con un estilo duro y rápido: "Las palabras me salían como balas". Al salir del colegio entró a estudiar literatura, pero lo decepcionaron las estructuras rígidas de la universidad y del academicismo: "Los alumnos sólo repetían las clases de y no discutían con los profesores. Todo era muy jerarquizado y no había espacio para las preguntas sin respuestas o para la magia".

Durante dos años no estudió formalmente e hizo diferentes talleres: de trapecio, de teatro, de biodanza. También aprendió a ver el tarot, a meditar y de a poco fue introduciéndose en el budismo: "Al final, me di cuenta que casi todos los hobbies o prácticas espirituales que estaba haciendo en mi vida tenían un fin terapéutico, y pensé que eso podía ser a lo que me dedicara en la vida. Para tener algo más de peso social, un cartón, decidí estudiar Psicología, ya que podría complementarlo con el resto de los aprendizajes".

Cuando fue padre a los 30 años, reflexionó sobre su propia infancia y llegó a la conclusión de que su hija debía tener una educación no convencional, más libre, sin represiones o estrés: "Quería que ella fuera encontrando su ser interior y que no fuera algo que le impusiera la sociedad". Le enseñó a meditar, le habló del tarot y la inscribió en todos los talleres que ella quiso. El 2013 la "matriculó" en un colegio budista en Pirque: "Me gustó el proyecto porque es multicultural y no se preocupan tanto por la metodología sino por el aprendizaje con sentido. Pero lo más importante es que mi hija se siente cómoda y feliz ahí".

Envía historias y comentarios a: historiasciudadanas@hoyxhoy.cl

"Quería que ella fuera encontrando su ser interior y que no fuera algo que le impusiera la sociedad.

yerko delaigue

Un psicoterapeuta educando a su hija

nombre: yerko delaigue | edad: 39 años | ocupación: psicoterapeuta