Leo Riquelme

Como si hubiera sido bombardeado Santa Olga, un pueblo de Constitución donde más de 1.200 casas fueron destruidas por el fuego en el Maule, la región más golpeada por los incendios forestales que afectan a O'Higgins y el Biobío.

"Acaban de encontrar un cadáver", contó el alcalde Carlos Valenzuela a las 11.15 horas. El jefe comunal se pasó la mañana preguntándole a los vecinos por si tenían algún desaparecido. Así, bajo unos escombros la PDI halló sobre su cama a Mario Arzola Muñoz, de 72 años.

Los lugareños se pasaron el día hurgando entre las ruinas de lo que fue su hogar. Muchos lloraban.

La situación pudo ser peor sino fuera porque en la tarde del miércoles se decretó la evacuación del poblado, ya que el viento hacía irrefrenable el siniestro que venía desde Empedrado.

"No queda nada. Salimos como a las dos de la tarde, pero siempre pensando en que no iba a pasar nada...", relató una comerciante, que perdió el negocio de abarrotes que tenía hace 16 años.

Constitución había sido el 2010 una de las zonas más devastadas por el terremoto y tsunami del 27 de febrero, aunque los principales daños se produjeron en sus zonas costeras. Santa Olga, en cambio, está en lo alto y junto al río Maule, a cuyas aguas se lanzaron muchas personas huyendo del fuego. En ese mismo sector murieron el miércoles dos carabineros.

"El incendio que venía de Nirivilo era imposible de controlar", contó el subgerente de Asuntos Públicos de Celulosa Arauco, Nelson Bustos, firma que tiene unos 1.600 efectivos, casi una veintena de avionetas y helicópteros y toda su maquinaria trabajando en la contención del fuego.

En el Maule, ayer continuaba el avance del fuego en las comunas de Hualañé, Vichuquén y Curepto, donde incluso se decretaron evacuaciones preventivas.

El Gobierno informó que en la emergencia de las tres regiones trabajan más de cuatro mil personas, pero nadie se atreve a prever una fecha en que se extinguirá la emergencia, dado que se mantendrán por los próximos días las condiciones de calor (hasta 38° hoy en el Biobío), baja humedad y fuertes vientos.

Según dijo a Canal 13 el jefe de Prevención de Incendios de Conaf, Rolando Parra, hasta ayer los siniestros en las tres zonas consumían un promedio de 6 mil hectáreas cada ocho horas. Ello es unas 750 hectáreas cada 60 minutos, que equivalen a si se quemaran 750 canchas de fútbol por hora.

"Esto es un infierno, una pesadilla de no acabar. Esperamos salir todos adelante... lo más terrible es que los pobres debamos partir de cero", añadió a CNN Chile la presidenta de la junta de vecinos del lugar, Mónica Sepúlveda.

balance conaf Son 142 siniestros, 51 controlados, 77 en combate y 290.000 hectáreas afectadas.

empresarios Los gremios se reunieron con la Presidenta y acordaron coordinarse ante emergencia.

Si el miércoles el Maule fue la región más afectada por los incendios forestales de la zona central, ayer la Región del Biobío tuvo que sufrir las consecuencias del fuego.

En Chaimávida, en Concepción, ayer las familias debieron evacua ante la cercanía de las llamas con las viviendas. Por la tarde se informaba de al menos tres viviendas quemadas. En Penco, Tomé y Vilumanques se hizo lo propio.

Además, el MOP confirmó que el tránsito por la autopista Concepción-Cabrero se suspendió y antes los focos de incendio obligaron el corte de rutas como la del Itata. El desvío hacia Tomé también sufrió cortes de tránsito.

Por la tarde, se informó que las llamas habían alcanzado el vertedero de Copiulemu en Concepción, sin embargo Marcelo Mena, subsecretario del Medio Ambiente descartó esa información a través de Twitter. "Al final el incendio no alcanzó a quemar relleno. Elementos inflamables habían sido retirados en la mañana", escribió.

Pasado el mediodía, además, se confirmó el fallecimiento del voluntario de bomberos de Ñiquén, Juan Bizama Sanhueza, de 43 años, quien falleció en un accidente de tránsito cuando en su rol de funcionario municipal se trasladaba a bordo de un camión aljibe para suministrar agua a San Fabián, afectada por los incendios. Se convirtió en el décimo fallecido desde que comenzó la emergencia.

el vertedero de Copiulemu en Concepción se vio amenazado por el fuego aunque no pasó a mayores.