• Los fumadores sienten que pierden identidad cuando dejan el vicio

    Un estudio indagó en las razones emocionales que llevan a recaer. Experto sugiere el running o desarrollar un arte para superarlo.

    Natividad Espinoza R.

    Dejar de fumar no es tarea fácil. No sólo por lo adictiva que es la nicotina, sino también porque al abandonar este vicio hay quienes sienten que pierden muchas cosas valiosas, incluyendo nada menos que su identidad.

    Un estudio de la Universidad de East Anglia (Inglaterra), publicado en la Revista de Uso de Sustancias (Journal of Substance Use), reveló que las recaídas de fumadores se asocian con una gran gama de desencadenantes emocionales, tales como esa sensación de no ser los mismos de antes, que viene de la mano de sentirse alejados de círculos sociales formados por otros adictos al tabaco.

    "La gente quiere sentirse parte de un grupo social y recuperar la idea de quiénes son, ya que fumar ha sido parte de su identidad, para la mayoría, desde la adolescencia", explicó la médica e integrante de la Sociedad Británica para el Estudio de la Adicción, Caitlin Notley, quien lideró la investigación.

    La profesional añadió que "cuando las personas intentan dejar de fumar, lo que realmente están haciendo es intentar enterrar parte de su identidad anterior y reconfigurar una nueva. Eso puede ser difícil. Particularmente cuando es algo que ha sido 'parte de ellos' durante gran parte de su vida adulta".

    Para el psicólogo experto en adicciones, Julio Figueroa, en realidad el problema es otro. "En adicciones siempre hay dos niveles de dependencia: una física y otra psicológica. Uno siempre explora la física, que es cuánto fuma, por ejemplo. Pero también está el 'para qué', el rito. Se ha visto en fumadores que lo que buscan es su espacio propio, su tiempo fuera. Cuando tú les preguntas cuál es el cigarro que más valoran, generalmente es el que fuman solos; ya sea en la noche o en un momento que tienen para pensar. Más que recaer porque pierden su identidad, los fumadores recaen porque pierden espacio para estar consigo mismos, porque ya no tienen ese espacio para ir a la terraza y pensar", dijo a hoyxhoy.

    El cigarro social

    Algo muy distinto vendría siendo lo que pasa con el "cigarro social". De acuerdo a Figueroa, "el cerebro de los fumadores está acostumbrado a que la instancia social sea fumando. Para ellos, socializar tiene que ver con fumar. No hay un tema de no pertenecer a un grupo, es que realmente cuando el grupo sale a fumar, el que está tratando de dejar de fumar enfrenta síntomas de abstinencia. El punto no es el no pertenecer, el punto es no poder hacerlo. Por eso se comienzan a aislar ellos mismos".

    Es más, dijo Figueroa, "los fumadores sociales no disfrutan esos cigarros. Se los fuman como chimeneas".

    Tips para no fumar

    A quienes realmente quieren abandonar el hábito de fumar, Figueroa recomendó encontrar otro espacio de contacto con ellos mismos. Una buena opción puede ser poner en práctica la meditación y todo lo que va en la línea del mindfulness (concentración de la atención y la conciencia).

    "Conectarse con uno mismo a través de deportes en solitario sin música, como correr, o hacer actividades que impliquen pensar, como por ejemplo desarrollar un arte, son buenas alternativas", manifestó el profesional.

    En reuniones sociales, la sugerencia del psicólogo fue simplemente: "Pídele a tus amigos que no fumen en frente tuyo".

    "Cuando las personas intentan dejar de fumar, lo que realmente están haciendo es intentar enterrar parte de su identidad anterior y reconfigurar una nueva.

    caitlin notley, sociedad británica para el estudio de la adicción"

    "Cuando tú les preguntas cuál es el cigarro que más valoran, generalmente es el que fuman solos.

    julio figueroa, experto en adicciones"

  • Cambio climático: cómo afecta a las áreas protegidas silvestres del país

    Un estudio realizado por Conaf descubrió el impacto que provoca en las zonas hídricas.

    Un estudio de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) descubrió que el impacto del cambio climático afecta negativamente a las áreas protegidas del país.

    Chile cuenta con un Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe), el cual posee 36 parques nacionales, 49 reservas nacionales y 16 monumentos naturales. Además, el sistema cobija los glaciares existentes en Chile, la mayoría ubicados al norte del país, que alimentan a numerosas hoyas hidrográficas que abastecen de agua a valles y costas, y que nutren mares y ríos; así como especies vegetales y animales.

    El 2013, Conaf a través de su Programa de Control a la Biodiversidad del Snaspe, descubrió que el cambio climático daña a los glaciares hace 50 años, provocando una disminución de su aporte hídrico y a la regulación del clima. Incluso causó la desaparición y formación de lagos, una disminución en los volúmenes de hielo y cambios en el balance hídrico zonal.

    Para esto, la institución por medio de la Gerencia de Área Silvestres Protegidas junto a su Unidad de Cambio Climático, quiere implementar medidas para proteger algunos glaciares, mantener zonas de abrevajes y pastoreo de fauna nativa, a través de inversiones de socios nacionales e internacionales.

    en 50 años los glaciares han reducido su masa entre un 80% y 90%, según la D. General de Aguas.

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