Diego Gotelli C.

Eran las 18:15 horas del martes y un grupo de jóvenes de San Bernardo emprendían su viaje de regreso a la capital tras ver el esperado eclipse solar en Andacollo (Coquimbo), zona donde el fenómeno astronómico se vio en su totalidad. Distribuidos en dos vehículos, el grupo entró a la ruta 5 Norte y se topó con congestión que retrasó su retorno. En un día normal hubieran llegado cerca de la medianoche, el viaje culminó a las 2:37 de la madrugada.

"Había demasiado taco, no avanzábamos nada", cuenta Matías Gatica, uno de los jóvenes que estuvo en la congestión. Pero su caso no es único, ya que desde las 21:00 horas del martes y durante todo el día de ayer se mantuvo la congestión en la carretera debido a los miles de turistas que volvían hacia la capital tras ver el evento.

Según la intendencia de Coquimbo, el fenómeno congregó a unos 300 mil visitantes en la ciudad. "Nosotros tuvimos suerte de que cuando salimos habían muchos que seguían viendo el eclipse. Un amigo que regresó más tarde se demoró como 10 horas", agrega Gatica. En redes sociales, los conductores acusaban que sus viajes de retorno les tomaron hasta 11 horas.

Consultado al respecto, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, señaló a EmolTV que el colapso era "previsible" dada la cantidad de visitantes. "Se tomaron muchas medidas. Se hicieron bypass, se pusieron todas las casetas de peajes, se tomaron medidas por si había algún accidente. Vimos muchas experiencias de otros lugares y esto es lo que sucede", señaló.

Una situación similar ocurrió en el terminal de buses de La Serena, donde el alto flujo de pasajeros conllevó a retrasos en la salida de máquinas y largas filas para adquirir pasajes. En el aeropuerto de la comuna, en tanto, entre ayer y hoy se registraron 75 vuelos pero al cierre de esta edición no se registraban colapsos.

Largamente se habló de lo dañino que podía ser para la vista mirar directamente el eclipse ocurrido el martes. Se habló de los lentes certificados y de los descansos que había que tomar, pero cómo saber, ahora, dos días después, si la exposición fue demasiada y puede existir un daño.

Según el doctor en Ciencias de la Visión y docente de la U. San Sebastián, Cristian Chávez, existen dos tipos de patologías asociadas a este tipo de fenómeno.

El primero es una queratoconjuntivitis solar y que tiene síntomas rápidos, casi inmediatos, como "la sensación de un cuerpo extraño en el ojo (arenilla), ojo rojo y dolor bastante intenso. También hay veces en que hay un lagrimeo y en ocasiones muy intensas se puede perder levemente la visión, pero el paciente no lo nota", contó Chávez.

La otra alternativa, mucho más compleja, presenta síntomas una y hasta dos semana después de ocurrida la exposición. Se trata de una maculopatía solar y consiste en "un daño en la retina del ojo y el problema es que la retina no tiene sensores del dolor, entonces cuando se queman no hay síntomas. Ésta provoca una pérdida central de la visión", dijo el especialista.

Ante cualquiera de los dos casos se recomienda asistir lo más pronto posible a un doctor especializado, pues la asistencia inmediata podría ser clave en la recuperación.

Según Chávez, en el primer caso se puede solucionar con gotas y un tratamiento sencillo. El segundo es más complejo, pues la maculopatía puede provocar pérdidas centrales de la vista y no se corrige ni con lentes ni con cirugía. Pero no provoca ceguera.

El 14 de diciembre de 2020 Chile será testigo de su próximo eclipse solar total, cuyo epicentro estará en la Región de La Araucanía. Pensando en ese hito, el municipio de Vitacura comenzó una campaña para ayudar a las personas del sur a disfrutar del evento regalándoles lentes certificados para ser distribuidos gratuitamente en la zona.

La idea contempla además un carácter solidario, ya que la idea de la alcaldía es que sean los vecinos quienes entreguen sus lentes que usaron el martes para que sean donados a las localidades sureñas.

"Al mirar el boom del reciclaje y viendo los anteojos que regalaba la Cruz Roja y los alcaldes, que todos los usaban, nos preguntamos qué va a pasar con ellos", señaló el alcalde Raúl Torrealba.

Los lentes recolectados serán entregados a la localidad de Cunco, comuna con la que Vitacura tiene un convenio de asistencia recíproca y que se caracteriza por la ruralidad de su territorio. Según el jefe comunal, los lentes que reciban serán almacenados y entregados cerca del eclipse para que aquel municipio decida cómo repartirlos, aunque pedirán que se priorice a las escuelas. Antes, expertos analizarán los anteojos para detectar que no son falsificaciones y que no estén vencidos.

Los lentes podrán ser donados en el tercer Mercado de Reciclaje de la comuna, a realizarse este domingo en Escrivá de Balaguer 5600.