• "Siempre estoy buscando superarme pero acá la mentalidad es muy cerrada para crear música"

    Cinco años después de su segundo álbum, el cantautor porteño regresa con "Saliendo del Otro", un trabajo inspirado en la situación social y en el que experimenta por primera vez con la electrónica. Además anuncia trabajos recopilatorios y otro disco para 2021.

    Ignacio Silva

    Puede que los cinco años que pasaron desde el lanzamiento de "De loco medieval" (2015) estén entre los más intensos de Chinoy. En ese lapso, el cantautor sanantonino no sólo vivió y tocó por países como Alemania, Argentina y México, sino que también dejó la música de lado para dedicarse a escribir tres libros y organizar exposiciones.

    "Es que he seguido mis pasiones por el arte y por conocer de qué va la vida. No he tratado de encajar en lo de ser un artista pop, no soy un artista pop y no vengo de esa esencia. Me busco en otros ámbitos y complico el asunto para poder entender", explica, que desde su debut con "Que salgan los dragones" (2009) fue catalogado como una de las voces más particulares de la nueva cantautoría chilena.

    Pero el vertiginoso recorrido tuvo una pausa forzada en marzo, cuando una visita a San Antonio desde Buenos Aires se vio prolongada a causa de la pandemia.

    Aunque imprevista, la situación significó para Chinoy una oportunidad ideal para enfocarse en terminar "Saliendo del Otro", un tercer disco que venía trabajando hace un año y que finalmente, tras grabarlo en el estudio de su casa porteña, fue lanzado el 11 de diciembre.

    Y mientras las letras mantienen el perfil poético habitual del músico para retratar estados de ánimo motivados por la situación social del país, una de las grandes novedades del trabajo radica en su sonido: si hasta ahora a Chinoy se le asociaba con un formato acústico, en "Saliendo del Otro" la propuesta gira hacia la electrónica, con secuencias, sintetizadores y bases programadas en canciones como 'Lenguas en Sol'.

    "Me gusta la idea de cambiar y en la música las variaciones son infinitas, no encuentro que haya nada sagrado en una sonoridad. Ahora estoy tratando de hacer un sonido nuevo, moderno y que sonara a grandes rasgos superior a lo que había hecho. La cosa es superarse también", resume la voz de 'Klara', quien en su nueva búsqueda trabajó junto a Rodrigo Gonzalez, productor chileno radicado en Alemania y bajista de la banda Die Arzte.

    "Con él nos conocimos acá en Chile, cuando vino a grabar una película, y quedamos de amigos. Con el tiempo nos volvimos a encontrar en la gira que hice en Berlín, nos juntamos varias veces y él me ofreció trabajar el disco en modo de retribución en la amistad, de cariño", narra el músico. Y agrega: "Yo tenía 'La Máquina Fatal' (canción que abre el disco) antes de irme a Europa, y esa maqueta ya tenía ese sonido. Cuando llegué allá se lo mostré y él me dijo que hiciéramos algo con esa sonoridad, porque sentía que se podía hacer algo mucho mejor. Y efectivamente se mejoró".

    Es llamativo que ya hayas estado relacionado con la electrónica porque siempre se te asoció más con la trova.

    Es que siempre estoy tratando de superarme, pero acá la mentalidad es muy cerrada. Las tribus urbanas te exigen que tengas un sonido y si te desvías un poco te tachan de esto y de lo otro. El mundo ha avanzado bastante y la cuota de crítica que hay es bastante pobre. No te deberían criticar por cambiar; uno tiene el derecho a cambiar de opinión, de ropa, de música. Uno puede conocerse en otro tipo de ámbito.

    Dices que no eres un artista pop, pero cuando salió tu disco recibiste mucha atención. ¿Te afectó eso?

    Claro. Se me complicó la vida cuando me hice conocido, no me sentí tan cómodo. En Chile hay buena onda y todo, pero también hay mala onda de la nada. Entonces esa cuestión para mí, que estaba recién aparecido, fue difícil. Estaba muy al alcance también, entonces no sé, que te pegaran charchazos en la calle por ser Chinoy no estaba tan bueno. Fueron esas cosas las que hicieron que me alejara de Valparaíso y me fuese a vivir a Santiago. Y bueno, lo de trabajar la imagen y todo eso, fue un proceso del que me fugué. De todas maneras, ahora me encantaría poner una canción en la radio, participar en el Festival o algo así. Hoy por hoy, en la situación en la que vivo, mi trabajo está más maduro y yo también.

    ¿Te sientes más maduro? ¿Esas situaciones que te complicaban en el pasado ya quedaron atrás?

    Sí, claro. O sea, ya no estoy tan al alcance tampoco, ya sé dónde no meterme y hay cosas que no me afectan tanto. Ya llevo 12 años tocando y eso te genera fortalezas en cuanto al ánimo y al carácter. Entonces, siento que estoy renacido y dispuesto a hacer una carrera más limpia en la música. Menos telúrica, aunque telúrica va a ser siempre porque tengo mis ideales, tengo mis convicciones y tengo mi carácter.

    Luego de este giro, ¿qué se viee para tu futuro?

    Estuve trabajando en el estudio de mi casa y tengo la idea de aquí a marzo sacar unas 20 canciones, un disco que incluya las canciones de mi época en Valparaíso como 'Valpolohizo', 'Vamos los dos', 'Plata Pa Pan'. También hay un disco que estamos arreglando en este momento, que es un disco con 'No empañemos el agua', 'El Rayo', 'Igual Igual', 'Paso a Paso'. Entonces la situación es esa, es de seguir trabajando mis canciones. Y se viene otro disco a mediados de abril, que es el disco "Vesusterio" que estamos trabajando con Rodrigo Aros (Hoppo!). Van a salir hartas cosas en este tiempo y estoy contento por eso, porque por fin tuve el tiempo de grabar y de sentar cabeza con esas canciones que nunca habían tenido un lugar en grabación.

    "Siento que estoy renacido y dispuesto a hacer una carrera más limpia en la música. Menos telúrica, aunque telúrica va a ser siempre."

    "Ahora me encantaría poner una canción en la radio, participar en el Festival o algo así."

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