Agencia Efe

Un juzgado peruano rechazó el habeas corpus presentado por la esposa del fallecido líder terrorista Abimael Guzmán, la sentenciada Elena Iparraguirre, para retirar su cadáver de la morgue, mientras que la autoridad penitenciaria la recluyó en una celda de máxima seguridad por "ensalzar" su figura.

Tras la muerte del fundador de Sendero Luminoso el sábado en prisión, las autoridades están en un dilema porque no existe un protocolo sobre el destino de los restos.

La legislación establece que sean entregados a sus familiares directos, pero el Gobierno ha insistido en que no debe haber una tumba que provoque homenajes. Varios ministros han sugerido incinerarlo.

Iparraguirre, esposa de Guzmán y también sentenciada a cadena perpetua por terrorismo, solicitó que se le entreguen los restos del fallecido a Iris Quiñones, otra sentenciada por terrorismo que recuperó su libertad.

Ese pedido fue rechazado, así como la demanda de habeas corpus que el sábado presentó ante la Corte Superior de Justicia de Lima.

El Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Permanente del Callao declaró infundada la demanda.

El juzgado rechazó el recurso al considerar que se basa en "conjeturas y suposiciones" de lo que ocurriría más adelante, y no consideró argumentos que evidencien una vulneración a la integridad personal ni a la libertad religiosa de Iparraguirre.

El sábado la mujer hizo unas llamadas telefónicas desde el penal de Chorrillos a sus simpatizantes y el audio fue compartido. En esa comunicación pidió "honor y gloria" a Guzmán y se quejó de que no tenía ninguna relación familiar que le pudiera facilitar el retiro del cadáver de la morgue.

A raíz de esas llamadas, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) incomunicó a Iparraguirre porque esas intervenciones "ensalzan hechos ilegales vinculados con el terrorismo" y vulneran las normas de seguridad penitenciaria, le abrió un proceso disciplinario y ordenó su traslado a un sector de máxima seguridad.