La muerte de dos niñas en Quinta Normal el lunes llevó ayer a la Superintendencia de Electricidad (SEC) a advertir del riesgo para la vida que representa el tener los calentadores de agua al interior del baño, como ocurría en la casa de las menores.

"Tener un calefón en el baño es sinónimo de muerte, tal como hemos comprobado con este fatal accidente. Actualmente, la normativa prohibe instalar un calefón en el baño, pues la combustión de este artefacto contiene gases contaminantes que pueden causar la muerte por inhalación de monóxido de carbono", dijo el superintendente Luis Ávila, tras realizar una fiscalización en el lugar.

Los fallecimientos fueron descubiertos por el padre, quien salió de la casa ubicada en la calle Emiliano Rubio, donde había dejado a sus dos hijas y a una prima en el hogar, en el que el calefón estaba encendido. Al regresar, la mayor, de 15 años, y la menor, de 7, ya estaban muertas.

"Traté de sacarlas y no pude (...) La chica ya no respiraba", contó apesadumbrado el padre, Mario Rubio.

La mayor de las víctimas tenía un embarazo de dos meses. La tercera niña que estaba en el sitio fue llevada de urgencia al Hospital Félix Bulnes, donde permanecía ayer fuera de riesgo vital.

Como un tubo de camión

Los fiscalizadores detectaron ayer que el calentador del inmueble carecía de un conducto para evacuar los gases de la combustión al exterior. Además, su mala instalación provocaba el recalentamiento del artefacto, el que utilizaba gas licuado suministrado desde un cilindro. Todas estas situaciones están prohibidas, advirtió la autoridad.

"Un calefón, en las condiciones observadas en terreno, equivale a tener el tubo de escape de un camión dentro de un recinto cerrado", comparó el superintendente Ávila.

La autoridad recordó que el monóxido de carbono es "imperceptible, invisible, silencioso y muchas veces mortal. La inhalación de este gas puede ocasionar, al inicio, dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión, debilitamiento y en algunos casos, como el ocurrido ayer (lunes), hasta la muerte".

Pese a los constantes avisos, y ante la coyuntura, la superintendencia reiteró sus llamados a las familias para que retiren este tipo de equipamiento de los baños. Y para efectuarlo recomendó contratar un instalador autorizado por la SEC. Para encontrar uno aconsejó ingresar al sitio web www.sec.cl, en la sección Buscador de Instaladores.

Un informe de la empresa Alto, que presta asesoría jurídica a distintas industrias, detectó que durante la víspera del Día del Padre el comercio registra un aumento en los robos de productos vinculados tradicionalmente al público masculino.

Una revisión sobre lo ocurrido entre sus clientes el 2014 y en años anteriores arrojó que durante la propia jornada de celebración -que este 2015 es el domingo venidero- los hurtos en la sección de hombres crecen un 17% y en la dedicada a deportes lo hace en un 13%, respecto a días normales. Sin embargo, si se compara con otras semanas del mes de junio el incremento en esta última sección llega al 76%.

Los productos predilectos en esta fecha por parte de los ladrones son los jeans, con un 19% del total; las poleras, con 10%; y los polerones, con un 9%.

Según Alto, un tercio de los "mecheros" atrapados tiene entre 18 y 24 años, y el 23% está entre los 30 y 39 años. Las horas predilectas para atacar son entre las 15.00 y las 19.00 horas, en las que se produce el 62% de los robos. El sábado anterior al Día del Padre es justamente el que registra mayor alza en este tipo de hechos.

Esta empresa constató el mes pasado que para el Día de la Madre los productos que más suben en hurtos son los chocolates y las poleras. En estas últimas el incremento llegó al 237%.

En un fallo unánime, los jueces del tribunal oral de Viña del Mar consideraron como culpable a un paramédico del Sanatorio Marítimo San Juan de Dios, a quien condenaron a 3 años y un día de cárcel por abusar sexualmente de una paciente de 23 años, quien presenta una parálisis cerebral, treparesia espástica, epilepsia, microcefalia, escoliosis toracolumbar, constipación funcional crónica y déficit cognitivo, entre otras muchas patologías. Él negó el hecho.

Desde el viernes que era buscado Antonio Cural Quintriqueo, de 68 años, que cayó al estero Pitraco, en Nueva Imperial, en La Araucanía. Ayer, una hermana que rastreaba el lugar vio que junto al agua estaba el perro del campesino, que no era avistado desde el día de la desaparición. Al acercársele, vio que a unos metros estaba el cuerpo de su hermano. El fallecido fue sacado por el grupo de rescate subacuático de Bomberos de Nueva Imperial.