• Así se recluta a los trabajadores de cruceros

    A pesar de que son seis meses a bordo y se trabaja bajo presión, antiguos empleados de estos barcos argumentan que los ayudó a conocer el mundo.

    Tras la desaparición del joven rancagüino Favio Oñate, que se desempeñaba como ayudante de chef en el crucero Queen Mary 2, se han generado interrogantes sobre la seguridad de este tipo de empleos. Michel Gutiérrez, encargado de selección de JobActiva -compañía especialista en el reclutamiento de personal para cruceros-, afirma que se toman previamente una serie de precauciones.

    "Existen constantemente entrenamientos a bordo y capacitaciones que hacen hincapié en la seguridad, por ejemplo al enfrentar un incendio, en caso de tener que abandonar el barco o si alguien se cae al mar. Lo que le sucedió a Favio es un evento muy inusual. Del tiempo que llevamos trabajando en Chile, desde el 2008, nunca nos hemos encontrado con otro caso de esta índole", aseguró Gutiérrez.

    Asimismo, han surgido dudas sobre las condiciones de trabajo a bordo, las cuales podrían generar algún conflicto psicológico en los empleados. Sobre esto, Gutiérrez afirmó: "Antes de embarcarse, se hace todo lo posible para determinar cualquier tipo de enfermedad, física y psicológica, lo cual debe ser evaluado a través de un médico que realiza los exámenes requeridos para postular. Nosotros realizamos tests enfocados en medir las aptitudes de servicio".

    Una oportunidad laboral

    Sebastián García, de 33 años, se embarcó el 2011 en Valparaíso en un crucero de la firma española Pullmantur, a través del cual conoció diversos rincones de Europa y África. "La idea principal era pagarme los estudios, entonces como hablo inglés y francés, vi la oportunidad de trabajar en uno. Se trabaja todos los días y los tiempos se marcan con los puertos que se van visitando. La demanda también es alta, por ejemplo el área de cocina siempre debe contar con un buffet bien exigente. Sucede generalmente que nadie quiere hacerse muy amigo de las otras personas que están a bordo, porque uno sabe de antemano que podría bajarse en una semana más. La familia también se extraña, pero es algo que se puede sobrellevar", explicó García.

    Por su parte, antes de encargarse de la selección de personal, Michel Gutiérrez estudió hotelería y se desempeñó en el Hotel Hyatt. A los 25 años quiso conocer el mundo y decidió embarcarse en un crucero. Partió como ayudante en el área de restorán y terminó trabajando como garzón. "Trabajé por tres años y fui subiendo de cargo. Suele ocurrir que el primer mes es para adaptarse, conocer cómo funciona la mecánica. Puede uno llegar a extrañar a la familia. Las jornadas son de 12 horas, todos los días, pero vale la pena. He conocido el Caribe, la ribera mexicana, Canadá, Alaska, Boston, Los Ángeles, que quizá no habría conocido de otra forma", señaló.

    En tanto, las compañías de crucero son las encargadas de pagar los pasajes aéreos donde el trabajador se embarcará, su alimentación y un hotel si es necesario. Tras el proceso de postulación y entrevistas, los tripulantes deben sacar la visa y documentos adicionales. En caso de imprevistos, Gutiérrez explicó, existe la opción de desertar: "Si ocurre algún evento importante, como la muerte de algún familiar, la compañía extiende un permiso, con pasaje incluido, para poder ir al país de origen y luego volver. En caso de abandono, el tripulante deberá costear por su cuenta el pasaje", explicó. No obstante, Gutiérrez agregó: "Es muy importante tener claro de antes que se debe tener una actitud de servicio".

    Según datos de la Corporación de Puertos del Cono Sur, se anticipa para el periodo 2015-2016, una cifra de 220 recaladas de naves internacionales en puertos nacionales, lo cual significa un aumento del 35% con respecto al rango anterior. En tanto, el volumen de pasajeros se prevé que supere los 400 mil visitantes, lo cual se traduce en un aumento del 33%.

  • Relanzan campaña que busca subir las ventas del vino en el país

    A un año del lanzamiento, el gremio de productores busca acercar esta bebida a mujeres y jóvenes entre 25 y 40 años para que conozcan más de esta cultura.

    Hace un año se lanzó la campaña "Nos gusta el vino", de parte del sector productor de la bebida obtenida de la uva, en la cual se buscó aumentar las ventas y acercar este producto a mujeres y jóvenes, entre 25 y 40 años, con el fin de que pudieran descubrirlo como parte de su cultura.

    Según un informe de Nielsen, el total de ventas del vino, respecto al 2013, tuvo un incremento del 1,2% en volumen y un 7% en valor. Esta alza se vio favorecida porque los vinos finos y súper finos aumentaron su participación de un 15% a un 24% en volumen y de 39% a 51% en valor. Sin embargo, Chile tiene una de las tasas de consumo más bajas entre los países productores, la cual llega a 13 litros anuales por persona. El mensaje de la campaña es que el vino, consumido de manera responsable y con moderación, es el invitado perfecto para cualquier ocasión, además de "ser un producto natural, sano, entretenido, inclusivo y fruto de nuestra tierra". Esta iniciativa también busca educar, facilitar y fortalecer la cultura del vino en todo el país, a través de las Fiestas del Vino y las principales Fiestas de la Vendimia a las que asistieron más de 15.000 personas.

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24