• Esos buenos sandwichs en pan de molde

    Hay gente que asegura que el pan de molde no es pan porque no sirve para comerlo con mantequilla ni para armar buenos sandwichs. Falso. Si la mantequilla no está dura como palo, se puede enmantequillar una rebanada de este pan sin mayor problema. ¿Y los sandwichs? Bueno, si quiere comerse un lomito completo, un barros luco o un chacarero en pan de molde, es obvio que va a quedar con todo el contenido de estos emparedados repartidos por el plato o -para peor- en sus manos. Sin embargo, si pensamos en delicados y apetitosos sandwichs -como el ave pimiento, el ave palta o el jamón york-, éstos deben hacerse en molde para que queden perfectos. Porque en marraquetas o fricas simplemente pierden su esencia de finura y liviandad.

    Ahora bien, cuando hablo de esta preparación en pan de molde, no me refiero a esas poco agradables preparaciones que venden en minimarkets y tiendas de estaciones de servicio, que pasan días y días refrigerados y que entre el envoltorio de cartón y el contenido interior, al final hay poca diferencia. Me refiero al buen ave pimiento o ave palta que hasta hace no tantos años uno podía encontrar en algunos cafés santiaguinos y -curiosamente- en las cafeterías de algunas clínicas.

    Más que reemplazar un almuerzo, como se hace con barros lucos y lomos completos, estos sandwichs en miga eran una especie de refrigerio, de tentempié para soportar una jornada que se había extendido más de la cuenta. Aunque, además, eran los que se comían cuando se tomaba once fuera de casa. Porque claro, había que dejar espacio para comer por la noche, al llegar al hogar.

    Pero nada, estoy hablando de tiempos pasados. Porque como ya contaba, ahora estos casi se han reducido a una sola marca que los hace -y distribuye- por montones. Por otro lado, en las cafeterías de las clínicas les ha dado por vender medialunas (recalentadas) e infames emparedados en pan pita (sí, leyó bien, en pan pita). Y para más remate, la gente ya no come por las noches, así que si toma once por ahí se atraviesa el tonto churrasco. Así las cosas, no me queda más que presentarles una receta para hacer un verdadero ave pimiento, con pollo desmenuzado y trocitos de pimentón, nada de esas pastas indignas en que va todo molido. Y menos aún, con una rebanada extra de pan de molde que solo sirve para que uno se atore.

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24