La calle San Antonio, bautizada en honor al santo al cual las jóvenes de antaño rezaban para pedir un amor, es una de las vías comerciales más transitadas de Santiago Centro. En ésta se puede encontrar una rica oferta de ropa, artesanía, artículos de escritorio, farmacias y gastronomía internacional.

Pero en cuatro meses a contar de ayer -día en que comenzaron las obras en el lugar- la arteria lucirá totalmente diferente, porque en el marco del Plan Centro, de la municipalidad de Santiago, se convertirá en una de las vías exclusivas para buses del Transantiago de 7.00 a 21.00 horas.

Con esta medida se busca incentivar el uso del transporte público y el desplazamiento a pie. Para esto, además se elevará la calzada a la altura de la vereda; se restará una de sus tres pistas de tránsito para ampliar el espacio para peatones; y se cambiará toda la luminaria del sector, que contará ahora con tecnología LED.

Esta transformación, que la municipalidad está llevando a cabo junto al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), y que costará $1.300 millones, significará algunas incomodidades para quienes habitan o circulan por el lugar. Sin embargo, los responsables de ésta recalcaron que la calle nunca estará completamente cerrada, puesto que será intervenida de manera parcelada. Así, los buses que habitualmente transitan por la vía podrán seguir haciéndolo, a excepción de los servicios 307, 307e, 502c y 517, que dada la reducción de la capacidad de la vía ya dejaron de pasar por ahí.

En cuanto a los vehículos particulares y taxis, deberán optar por calles aledañas, lo que se fiscalizará en terreno.

El jefe de la cartera, Andrés Gómez-Lobo, destacó la labor de las vías exclusivas, señalando que "juegan un rol fundamental en nuestro compromiso por mejorar la calidad del servicio del transporte público (...), dado que contribuyen a que los buses puedan transitar de manera más expedita y, de esta forma, los usuarios puedan reducir sus tiempos de viaje y de espera".

En tanto, la alcaldesa Carolina Tohá dijo que quitar espacio a los automóviles ayuda a avanzar hacia una ciudad más democrática, "donde se priorizan los tipos de desplazamientos más utilizados en el casco histórico".

Más mejoras

Por otra parte, con el fin de mejorar el aspecto y la seguridad del eje, la municipalidad incluirá la vía de un kilómetro de extensión al plan permanente de limpieza de fachadas, instalará 8 cámaras con sistema de transmisión online las 24 horas e incluirá 300 alarmas comunitarias.

Hasta anoche, el anunciado paro de unos 6 mil micreros para este fin de semana iba. Esto, a pesar de que la Intendencia le entregó a los dirigentes de los conductores un plan especial de seguridad para evitar que sufran ataques cuando trasladen a los hinchas de la U y Colo Colo, en el Superclásico del domingo.

Tras una accidentada reunión con el gremio, el intendente Claudio Orrego indicó que a los choferes incluso se les ofreció que ese día sean acompañados por funcionarios de la Cruz Roja en sus recorridos.

Estos se sumarán a Carabineros que ascenderán a las máquinas y las custodiarán el domingo, insistiendo en que para el sábado no están autorizados los banderazos anunciados por sus hinchadas, que es otra fuente de preocupación del gremio por las agresiones que sufren.

La cita fue tensa porque un grupo de conductores se retiró de la reunión en la tarde, al notar que Orrego no estaba ahí. "Es una falta de respeto, un chiste", dijo el vocero de los trabajadores de Subus Chile, Carlos Carrasco a radio Cooperativa.

El paro está convocado desde las 10.30 a las 16.30 del sábado y domingo. De concretarse, también afectaría al Festival Lollapalooza, que se realizará en el Parque O"Higgins.

Temprano, el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, dijo que habría multas a quienes no trabajen.

Orrego, en tanto, llamó a la calma, pues dijo que para el partido de Colo Colo y la UC (el domingo 6) sólo hubo dos inconvenientes con choferes, que es menos que lo habitual.