• Amritsar, la ciudad de la inmortalidad

    Hoyxhoy estuvo en la India y recorrió algunos de sus templos más importantes. El extenso viaje tuvo como destino final el Templo Dorado, lugar de peregrinaje y sitio religioso de gran importancia, emplazado al norte del país, a pocos kilómetros de la frontera con Pakistán.

    Carolina Torres

    Llegar a Amritsar, al norte de la India, para mí era un sueño. Sueño que no vi cercano hasta que surgió la posibilidad de viajar en febrero de este año a ese país. La verdad, este era un deseo de años, pero este año realmente sentí que debía cumplirlo. Nunca imaginé que la posibilidad surgiera tan luego, pero los milagros ocurren.

    Soy periodista y luego de estudiar, me formé inmediatamente como profesora de purna yoga en 2007. Luego de años en que me he desempeñado en ambas disciplinas, me formé además como profesora de kundalini yoga, dado que esta técnica opera profundamente y te lleva a hacer cambios, muchos cambios. Lo cuento porque son éstos los que me acercaron la oportunidad de llegar hasta un lugar tan lejano como la India.

    Una oportunidad

    Durante el mes de enero en Santiago, estaba trabajando y dando clases, cuando surgió la posibilidad de ir a la India a cubir un evento de arte y decoración que se realizaría en Nueva Delhi durante cinco días: la "IHGF-DELHI FAIR SPRING 2016". Esto lo publicó una amiga en una red social. Ella lleva años trabajando en relación a la India y lo que ofrecía era hacer el contacto con la Embajada de India para invitar a periodistas a cubrir. Postulé y fui aprobada desde la embajada para cubrir el evento. Luego de eso, la historia tuvo una "seguidilla" de buenos deseos y ayuda, siendo mis amigas cercanas, profesoras de yoga, muy importantes para llegar a conocer uno de los lugares que mas me interesaba visitar en India: la ciudad de Amritsar.

    Llegando a la india

    Pero el viaje era largo. Antes de llegar a Amritsar, estuve en Nueva Delhi, capital de la India con 302.363 habitantes. Y el shock fue importante. Hay que considerar que para llegar a este lugar del planeta, hay que volar por lo menos 30 horas sin considerar las escalas. Mi llegada fue a través de una conexión en Miami, para luego estar un par de horas más en Londres.

    Cuando al fin arribé a Nueva Delhi, sentí que era un lugar impactante porque se mezclan demasiados estímulos: el tráfico, los olores, la contaminación y todo tipo de actividades que realizan las personas de esta tierra. Algunos se bañan en la calle, otros van orando, comiendo, comprando y protegiendo a las vacas que se cruzan constantemente en el camino (viven naturalmente en este contexto). Podría decir que este impacto, lo comparten todos los visitantes que llegan a la India por primera vez. Pero lo interesante para mí vino después, una vez que pude comenzar a visitar los templos y lugares donde miles de personas se congregan diariamente a meditar y pedir por la evolución de nosotros, los seres humanos.

    Lugares sagrados

    El primer sitio que visité fue el Gurdwara Bangla Sahib, principal templo de la ciudad de Nueva Delhi, ubicado muy cerca de la céntrica Connaught Place, lugar de venta de variados productos. Ahora que lo pienso, fue este lugar el que me daría una entrada mágica a este maravilloso país... Sus conocimientos ancestrales y lo que vendría después, con su increíble cocina "langar", un enorme espacio que entrega comida gratuita a todo quien lo necesite.

    En Nueva Delhi tuve también la posibilidad de conocer el Templo del Loto; la Maja Masjid, una de las mayores mezquitas de la India; el reconocido Fuerte Rojo y el Qutab Minar, el monumento islámico más antiguo de la ciudad.

    Luego, el viaje siguió a Udaipur, ciudad conocida como la "Venecia de la India". Es un lugar mucho más tranquilo que la capital, donde se puede pasear tranquilamente. Después, visité Rishikesh, lugar de origen del célebre río Ganges, muy cercano a los Himalayas, y donde pude practicar yoga durante todos los días que visité la ciudad. Además, participé de la Aarti, una bella ceremonia que se realiza todas las tardes. También visité el abandonado monasterio Ashram, lugar donde vivieron los Beatles hacia fines de la década del '60. Ahí me preparé para mi última parada, la ansiada Amritsar, cuyo nombre significa "piscina de néctar" y donde se encuentra el Templo Dorado. Este lugar es el principal templo de la religión Sikh, y está cercano a la frontera con Pakistán. Fue ahí donde Guru Ram Das (el cuarto de los gurúes de la religión Sikh) cavó un foso donde actualmente está emplazado el templo. Actualmente congrega a miles de personas diariamente. Este lugar tiene cuatro entradas, una a cada lado, que simbolizan la apertura de los sikhs a todas las religiones. El templo está abierto a personas de cualquier religión, nacionalidad, sexo, raza o color. Es un lugar donde no hay restricciones. La única exigencia es cubrirse la cabeza y no usar zapatos. Además de mantener un estado de introspección constante para no perturbar el estado de oraciones de las personas que ahí se encuentran.

    En mi caso, la llegada a Amritsar fue caótica, ya que siempre hay constantes arreglos y desvíos en las calles, según me contaron amigas que están viviendo allá. Pero lo logré gracias a que fui muy precisa en indicar que me dejaran en un hotel cercano al templo. Gracias a esto, en la noche pude disfrutar del "amrit" -néctar- del templo, participando de la ceremonia donde se "hace dormir" al guru, libro sagrado muy importante para el sikhismo, que también es "despertado" temprano en la mañana, siendo leído durante todo el día en ese lugar.

    Esta fue, din duda, una experiencia única, donde pude comprender lo que significa estar vivo, pleno y feliz.

  • Es importante calcular distancias

    La India es un país enorme. Algunos de sus ciudadanos dicen que es, incluso, un lugar que tiene varios países en uno. Por eso, antes de iniciar un viaje es muy importante calcular bien las distancias, para escoger la mejor manera de trasladarse: avión, tren o bus. Si realizas viajes internos en avión, debes contemplar sólo una maleta para equipaje y un bolso de mano. De lo contrario, es posible que debas pagar sobrecargo.


    Regatear los precios

    En la India todo se negocia en el momento. Desde una cena en un local, hasta la compra de algún souvenir en la calle. Por eso, es muy importante contar con efectivo. Lo mejor, es andar con billetes de baja denominación. Para regatear bien los valores de los productos o servicios, siempre es bueno tener una máxima: el primer precio que te ofrecen, nunca es el real y usualmente es bastante mayor a la tarifa original.

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