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  • A bajar un cambio, no queda otra

    por álvaro peralta / @dontinto

    Y pasó lo que tenía que pasar. Buena parte de los chilenos se dio la pala el fin de semana pasado. Partió seguramente en la celebración de la oficina y luego no paró hasta el lunes bien entrada la tarde. Empanadas, choripanes con pebre, asados varios, mote con huesillos, vino, cerveza, terremotos y capaz que hasta algún destilado. Así andamos esta semana, lentos y culposos. Y les tengo malas noticias, no hay nada que puedan comer o tomar para eliminar todo lo que ingirieron en las fiestas. O sea, los jugos y tés milagrosos, las verduras mágicas o las frutas liberadoras simplemente no existen.

    En términos simples: pueden tomarse un litro de jugo de apio con jengibre y no se desintoxicarán. O pueden comerse un balde de lechuga aliñada solo con limón durante una semana y lo único que les pasará es que andarán muertos de hambre. ¿Qué hacer entonces? Simple, dejar que el cuerpo descanse para que de a poco -muy de a poco- se recupere del fierrazo que le dimos en Fiestas Patrias.

    ¿Cómo descansa el cuerpo? Comiendo menores cantidades de alimento y -en lo posible- cosas de fácil digestión. Entonces, lo que se puede hacer es privilegiar las carnes blancas y los pescados además de ingerir mucha fruta y verdura. Y líquido. Aunque ojo, en estos casos el líquido se entiende como agua o infusiones, no cerveza o vino. Además, aprovechando que aún podemos encontrar buen apio y buenas alcachofas, se pueden privilegiar esos vegetales por su buen aporte en fibra y propiedades diuréticas. Otros alimentos que siempre se recomiendan en estos períodos "regenerativos" son frutas como piñas y papayas, además de la manzana, en cualquiera de sus formas. Esta última, porque tiene un gran poder desinflamatorio. Pero ojo, no olviden que ninguno de estos alimentos es mágico y por lo mismo no actúan como una pócima en contra de los excesos en que incurrimos durante nuestros días de celebración. Al final, lo único que cuenta es moderarse en el comer y el beber y -obviamente- privilegiar los alimentos más saludables.

    Pero ojo, igual hay que comer, porque el hambre no ayuda a nada. Por lo mismo, acá les dejamos una receta fácil, sana pero saciadora.

    "En términos simples: pueden tomarse un litro de jugo de apio con jengibre y no se desintoxicarán."


    Pan para empujar los jugos

    No hay que ponerse talibanes y privarse de pan al disfrutar de este plato, el que seguro será de gran utilidad para repasar esa apetitosa mezcla de aceite de oliva, tomate y limón que quedará pegada al plato.

  • La receta de hoy | Reineta con tomates al horno


    Ingredientes

    (Para 3 personas)

    -1 reineta limpia y cortada en dos filetes grandes

    -4 papas medianas

    -4 tomates

    -2 cebollas

    -2 dientes de ajo

    -½ botella de vino blanco

    -1 limón

    -sal, pimienta, orégano y aceite de oliva

    Pelar las papas y cortarlas en rodajas lo más delgadas posible, ojalá con una mandolina. Reservar en agua fría mientras se pelan y luego cortan en pluma las cebollas. Poner en una budinera amplia papas y cebollas bien mezcladas con un poco de sal y aceite de oliva. Además, pelar y machacar los dientes de ajo y ponerlos entre medio. Encima, colocar los filetes de reineta previamente salpimentados. Luego, lavar bien los tomates y cortarlos en cuartos para después disponerlos encima del pescado. Finalmente, cortar en rodajas bien finas el limón y poner éstas por encima del pescado y entre los otros ingredientes. Salpimentar todo, espolvorear con un poco de orégano, agregar un generoso chorro de aceite de oliva y llevar al horno fuerte por 15 minutos. Luego, agregarle el vino blanco y darle 15 minutos más o hasta que las papas estén blandas. Porcionar y servir.

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