Leo Riquelme

Tal como existe el delito por maltrato de obra a funcionarios de Carabineros, la PDI y Gendarmería, desde ahora quien agreda a voluntarios de Bomberos en el ejercicio de sus labores estará cometiendo un ilícito que lo expone a multas y hasta a la cárcel, según el daño provocado.

La Moneda promulgó la ley que modificó al artículo 400 del Código Penal que eleva en un grado la sanción. Hasta ayer, quien atacaba a un bombero en una emergencia arriesgaban sanciones que iban de 61 días a 3 años -probablemente remitidas- pues era castigado por impedir o dificultar su actuación en el combate de un siniestro o calamidad. Esto porque se consideraba que sólo constituía un peligro para la seguridad de las personas.

Desde ahora, cuando entre en vigencia la modificación, aquel que le cause a un voluntario lesiones que no lo dejen trabajar por más de 30 días arriesga una pena de presidio menor en su grado máximo, es decir, de tres años y un día a cinco años.

Si el daño es tipificado como menos grave, el agresor se expone a una pena de presidio menor en su grado medio, equivalente a 541 días a tres años, o una multa entre $500.000 a $1.000.000.

"(Quienes los agreden) no entienden lo que es la nobleza de la acción de Bomberos", dijo el Presidente Sebastián Piñera en la ceremonia. "Lo entregan todo sin pedir nada a cambio, salvo respeto", agregó.

En el acto participó la vocera Karla Rubilar, que fue una de las autoras de este proyecto cuando era diputada.

"La intención de esta ley es que los bomberos sean considerados por primera vez como autoridades. Nuestra gratitud con ellos es enorme, y lo mínimo que podemos hacer es esto", dijo.

"Valoramos esta iniciativa porque protege a los voluntarios de todo el país en sus funciones", dijo el superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Marco Antonio Cumsille.

50 mil voluntarios tiene Bomberos en el país, aglutinados en 1.196 compañías, que conforman 313 cuerpos de emergencia.

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El parque Mahuida de La Reina reabrirá este miércoles tras cuatro meses de confinamiento. Esta apertura incluirá reglas para los usuarios de este sector precordillerano de la Región Metropolitana , según informó el municipio.

Por ejemplo, quienes vayan a trotar, y lo hagan en baja o media intensidad, deben mantener 10 metros de distancia de la persona que lo antecede y precede; y 5 metros de manera lateral. Para quienes lo hagan de mediana a alta, el metraje sube a 20.

Aquellos que acudan en bicicleta hasta a 14 km/h deben mantener al menos 10 metros uno detrás de otro y 5 de manera lateral. Quienes circulen a mayor velocidad tendrán que guardar 20 m.

Desde Instituto Nacional del Deporte informaron que se debe usar mascarillas antes y después de la actividad, pero no durante el ejercicio.

También se demarcó una cancha de fútbol para velar por la distancia social. Asimismo, quedó prohibido usar quinchos y mesas; la capacidad de aforo diario del parque se reducirá a un máximo de 50 personas; y se habilitaron lavamanos y túneles sanitarios en las zonas de accesos.

"Todo esto fue pensado en la seguridad y bienestar de nuestros vecinos", dijo el alcalde José Manuel Palacios. "Estos protocolos sanitarios se trasladarán a nuestras plazas, que están siendo sanitizadas de forma permanente, y también vamos a intervenir las principales calzadas, adaptándolas para compartir espacio entre autos y ciclistas", añadió.

flexibilizan medidas esta semana Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea, Ñuñoa, La Reina, Colina y Til Til San Felipe y San Antonio,

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Lang Holland, jefe policial en la localidad de Marshall, Arkansas, cree que la amenaza de coronavirus es exagerada y sólo porta mascarilla si ingresa a un local. Y no obliga a sus agentes a usarla.

Un día después de que el gobernador Asa Hutchinson promulgó una orden que ordena su empleo en público, Holland dijo que no la implementarí. Alegó una extralimitación inconstitucional. "No debería ser obligatorio por el estado paternalista", dijo.

Holland es uno de varios jefes policiales de Arkansas y de otras partes de Estados Unidos que han dicho que no implementarán los requerimientos de mascarillas. Algunos señalan que no tienen el personal para responder a cada denuncia por no uso.

El rechazo inquieta a las autoridades sanitarias, quienes dicen que una falta de aplicación podría socavar una medida sencilla y necesaria para frenar la propagación del coronavirus.

"No tiene sentido", lamentó el médico Cam Patterson, el rector de la Universidad de Arkansas para Ciencias Médicas, quien pidió la orden a nivel estatal.

Más de la mitad de los estados de EE.UU. han emitido órdenes para portarlas en espacios públicos, mientras los casos de Covid-19 y las muertes van al alza. Incluso el presidente Donald Trump, quien ha sido reacio a usarlas, dijo la semana pasada que era patriótico portar una.