Michael Madsen es un tipo rudo, visceral. Un mañoso. O al menos eso nos ha hecho creer con su metro 88 de estatura y su voz carrasposa. Por algo, fue Mr. Blonde en "Perros de la calle", el sicario Budd en "Kill Bill" y, además, la voz del mafioso Toni Cipriani en el videojuego "Grand Theft Auto III". Pero detrás de sus papeles legendarios se esconde un tipo sensible. Un padre de familia preocupado. Un hombre que, curiosamente, no está a favor de la violencia excesiva en videojuegos ni en el cine. Y ayer, esa sensibilidad asomó en la conferencia de prensa que dio en el hotel Hyatt en el marco de su participación en el Festival Sanfic, donde presentará lo último de Quentin Tarantino, el western "The hateful Eight".

Ni tan villano

Datos duros sobre Madsen en Chile: hoy, cumple su cuarto día en el país y en su itinerario se cuentan una escapada al bar Liguria (donde encontró en la pared una foto suya haciendo de Sonny Black en la película Donnie Brasco) y una fugaz pasada por un viñedo. Hoy dará una charla para el público en CorpArtes, Las Condes. "Si no fuera por el cine, yo estaría en la cárcel", confiesa apenas sube a la testera, haciendo honor a su fama de malvado. Luego, bromea con la idea de ser jurado en Sanfic y lanza otro dato: "En Rusia me tocó ser jurado y voté por la "Matar a un hombre" como mejor filme (del director Alejandro Fernández, 2014). Era realmente buena. Es una gran película. Maldita sea, ¿la vieron? ¿Estará por acá el director? ¿Dónde la hicieron?", pregunta. Alguien le responde que la rodaron en Chillán y le proponen visitar la ciudad. Madsen dice que prefiere Isla de Pascua y luego divaga sobre cómo llegó un Moai de 4 metros (de utilería) a su casa. Alaba a Tarantino y luego, lanza una artillería de anécdotas, como cuando se dio el gusto de golpear a Justin Bieber en el videoclip "As long as you love me". Todo era parte del guión, claro. "Un diario tituló que le había pegado a este muchacho y mi hermana me llamó asustada pensando que de verdad lo había golpeado. Me preguntó por qué lo hice, me dijo que había arruinado mi carrera. Al final, le pude explicar que era parte del video", recuerda. También cuenta su experiencia trabajando con Michael Jackson, a quien califica como un tipo "frágil".

Finalmente, el broche de oro. "¿Qué le gusta hacer con sus hijos cuando está de viaje?", pregunta una periodista. Madsen la observa, toma aire y responde: "Me gusta leerles, nadar, andar en moto... Me gusta pasar tiempo con ellos... Estar lejos es lo más difícil de este trabajo", dice y no logra esconder su pena. Silencio en la sala. El malo de la película se ha quebrado. El silencio sigue hasta que alguien interrumpe: "Te gustaría ser súper héroe ?". Madsen se ríe. Quiere ser Batman, dice. La conferencia termina. Hay aplausos. Madsen, otrora villano, se esfuma por una puerta lateral. Ya no es tan malo.

Pelucas coloridas, maquillaje y zapatos con plataformas abundan en la academia de "The Switch", nuevo proyecto en el que trabaja Mega y que tendrá como protagonistas a 14 transformistas, quienes deberán demostrar su talento si quieren permanecer en el espacio. El proyecto, que se emitirá en horario estelar, mezclará diferentes formatos en cada una de sus emisiones. "Por una parte tenemos el show de talentos, donde los transformistas se enfrentan cantando a un jurado. El segundo eje es el reality. Los participantes entran y se van muy tarde de la academia, donde tienen diferentes clases. Creemos que este programa va a ser bien recibido. Estamos poniendo, innovando en términos de formato y del contenido de transformistas", cuenta Ricardo Durán, director del espacio.

La Botota

Uno de los participantes más populares es José Miguel Navarrete, conocido como "Stephanie Fox" o "La Botota". La transformista se hizo conocida por su particular sentido del humor e histrionismo en Youtube." Me gustaría decirle a la gente que no se asusten con un programa así... Van a ver al transformista, a la persona. Además el backstage y el momento de las risas", dijo.