Definitivamente se terminó el proceso de Jorge Sampaoli en la Selección Chilena. Ello porque, a pesar de que aún no se desvincula oficialmente de la Roja, el entrenador aseguró que lo hará en los próximos días, ya que "no tenemos la energía para continuar", junto a lo que queda de su diezmado cuerpo técnico.

El casildense dijo sentirse dolido, traicionado y poco valorado, tanto por la nueva dirigencia de la ANFP como por el pueblo chileno, a raíz de la divulgación de los detalles de su contrato y de la negativa de Arturo Salah y compañía a dejarlo renunciar sin pagar su indemnización.

"En este ambiente ya no quiero trabajar ni vivir en el país. Nunca imaginé que en tan poco tiempo se iba a destruir la imagen de un ídolo que tanto le dio al fútbol chileno. Estoy francamente decepcionado y en estas condiciones no puedo seguir dirigiendo cuando la mente la tengo puesta en otro lugar", declaró ayer.

Sobre sus negociaciones de salida con la ANFP, el entrenador dijo que espera que se resuelvan de manera rápida, con "buena intención por ambas partes" y en términos amistosos. Sin embargo, no escondió su molestia luego de sus primeras tres reuniones. "Sinceramente pensé que Arturo Salah entendería y me dejaría en libertad. Él mismo ha vivido esta experiencia y ha tenido que dejar su proyecto. Por eso me extrañó su postura de tenerme como rehén, contra mi voluntad", soltó.

Incluso, defendió su decisión de depositar sus honorarios en países conocidos como paraísos fiscales. "Se ha afectado mi honra y mi dignidad personal pretendiendo vincularme a todos los actos de corrupción. Eso es increíble e inaceptable", señaló. "Se me mostró como un personaje sólo preocupado por el dinero. Yo no tengo el dinero de Bielsa, ni de Berizzo. Yo hace cinco años ganaba tres mil dólares. ¿No considera usted justo, entonces, que yo pretenda ahorrar depositando mis sueldos en países que protejan estos legítimos ingresos?", agregó. Ante esto, desde la ANFP respondieron y aseguraron que "no podemos aceptar chantajes de ninguna naturaleza, menos del seleccionador nacional".

Sin premio

Todas estas declaraciones las emitió desde Suiza, horas antes de la gala de entrega de premios de la FIFA que se realizó ayer en Zürich y donde Sampaoli competía por ser el mejor entrenador del mundo del 2015. Finalmente, el premio se lo llevó Luis Enrique, quien obtuvo un 31,08% de las votaciones y alcanzó cinco trofeos con el Barcelona el año pasado. En el segundo puesto, con el 22,97% de los sufragios, quedó Pep Guardiola, del Bayern Munich. En el tercer lugar el casildense, con un 9,47% de las preferencias.

En tanto, el Balón de Oro, que premia al mejor jugador del 2015, fue para Lionel Messi, quien superó a Cristiano Ronaldo y Neymar Jr. por un amplio margen en las votaciones. "Es un momento muy especial para mí. Es increíble que sea el quinto, mucho más de lo que imaginaba cuando era pequeño", dijo el argentino tras consagrarse. El "10" del Barcelona ganó las ediciones de 2009, 2010, 2011, 2012 y 2015 de este premio, el más importante del mundo.

Además, en la ceremonia se reconoció a la oncena ideal, compuesta por Manuel Neuer, Dani Alves, Thiago Silva, Sergio Ramos, Marcelo, Andrés Iniesta, Luka Modric, Paul Pogba, Neymar, Messi y Ronaldo. Y, por último, se reconoció a Carli Lloyd como la mejor jugadora, Jill Ellis como mejor entrenadora (ambas de EE.UU.) y al brasileño Wendell Lira como autor del mejor gol.