publicidad
  • Región Metropolitana tuvo 94 puntajes nacionales en la PSU

    La cifra corresponde a más de la mitad de los estudiantes que obtuvieron máximas calificaciones en el proceso de admisión. El año pasado, la zona registró 40 alumnos.

    Felipe Gómez

    El Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), en conjunto con el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre), dio a conocer ayer los resultados generales de la última versión de la Prueba de Selección Universitaria correspondiente al proceso de admisión 2017. Aldo Valle, rector de la Universidad de Valparaíso y vicepresidente ejecutivo del Cruch, valoró que este año se alcanzó un total de 290.623 inscritos para rendir el examen. "Esto refleja la consolidación de un proceso que no siempre es bien recibido o bien evaluado. Es perfectible", dijo Valle.

    Resultados en la rm

    Según los datos oficiales, 163 estudiantes alcanzaron puntajes nacionales. La cifra representa más del doble de lo logrado en el proceso de admisión 2016. "Esto se explica, en parte, porque el año pasado tuvimos una pregunta en la PSU de Matemáticas que muy pocas personas pudieron responder, algo así como 37 alumnos. Eso influyó en que en el proceso anterior hubiesen menos puntajes nacionales en relación a este año", explicó María Leonor Varas, directora del Demre,

    Así, del total de puntajes nacionales del proceso de admisión 2017, 94 corresponden a alumnos de la Región Metropolitana, equivalentes al 58% del total. La cifra contrasta con los 40 de esta región registrados en el proceso de admisión 2016.

    En el desglose, cuatro corresponden a la PSU de Lenguaje, 68 a la PSU de Matemática, uno a la PSU de Historia y 21 en Ciencias. "Esto tiene que ver con el volúmen de inscritos para rendir la PSU en la Región Metropolitana, que es mayor", agregó Varas.

    Ayer, en tanto, fueron reconocidos en el Aula Magna de la Usach los estudiantes de la zona que obtuvieron la máxima calificación en la PSU.

    Tomás Vásquez, de 18 años y egresado del Instituto Nacional, fue uno de los galardonados. "Tuve puntaje nacional en Matemática. Me enteré cuando recibí un llamado desde la U. Católica. Estaba confiado en que me iría bien. Para mi familia fue una alegría muy grande. Están súper orgullosos y fue un envión anímico súper grande porque mi mamá está enfrentando un cáncer y la noticia la alegró muchísimo", dijo.

    Similar impresión tuvo su compañero de colegio, Leonardo Fica, doble puntaje nacional en Matemática y Lenguaje. "Hice PreU, pero creo que la preparación del Instituto fue fundamental. La clave fue no sobreexigirme", apuntó. De hecho, dijo que la toma de su colegio le ayudó a relajarse.

    Públicos vs. privados

    Los resultados revelan pequeñas variaciones en la brecha de puntaje entre los estudiantes provenientes de establecimientos privados pagados y alumnos del sistema público, sin embargo, la distancia se mantiene.

    En la PSU de Lenguaje, por ejemplo, la distancia entre ambos grupos en el proceso 2014 era de 128 puntos y en la admisión 2017 es de 124 puntos. En Matemática, la distancia se redujo de 142 puntos a 139; en Historia también se observa una mínima reducción de 128 a 127 puntos. Sólo en Ciencias se incrementó la distancia en 5 puntos, pasando de 133 en 2014, a 138 ahora. El rector Valle dijo que la PSU "pone en evidencia la inequidad de nuestro modelo social. Potencia la exclusión y no ofrece la calidad que necesita el país para potenciar el talento. Por lo tanto, no podemos desconocer que la prueba demuestra la inequidad del sistema escolar actual".

    inscritos Este año, los inscritos para rendir la PSU alcanzaron un récord: 290.623 estudiantes.

    rendición de la psu En el actual proceso, fueron 258.534 personas rindieron efectivamente la prueba.

    inequidad social Aldo Valle, del Cruch, aseguró que el examen "pone en evidencia la inequidad de nuestro modelo social".

  • ¡A moverse por lo que se quiere!

    Hernán Hochschild, director ejecutivo de elige educar

    Con resultados PSU en mano, muchos jóvenes estarán preguntándose qué hacer con ellos. En esta nube de emociones y decisiones, hay dos cosas que de seguro vale la pena tener en cuenta que, por obvias, a veces se olvidan y que por olvidadas no se consideran. Lo primero es que el resultado no lo es todo. Al que le fue bien, pero no movió un dedo para lograrlo, cuando se tope con la necesidad de esfuerzo y se quede con el que ha dado hasta hoy, se pegará un gran porrazo. En la misma medida, al que no le fue tan bien, pero al mirar para atrás ve que dio un gran esfuerzo, la posibilidad de volver a levantarse y seguir dando todo lo marcará para bien en toda la vida y será su mejor título.

    Así aflora la segunda obviedad: el cartón y el estudio universitario no lo son todo. Efectivamente estudiar en la educación superior y tener un título abre puertas; no equivale por ello a un seguro de vida frente a cualquier instancia. Quizás en el pasado lo fue, pero en un mundo global, en el que las formas de trabajo, los tipos de trabajo y de lo que se trata el trabajo está cambiando, el título y el estudio son sólo un factor más del desarrollo futuro.

    Así, el llamado es a no volverse locos, a moverse por lo que se cree y lo que se quiere, con sentido de realidad, pero sin dejar los sueños de lado. A preguntarse qué se quiere hacer en la vida, en qué y para qué se quiere trabajar, y a preguntarse en qué se quiere perseverar y en qué se quiere poner el esfuerzo, porque la realidad nos dice que hoy, en todo lo que hagamos o queramos hacer, necesitaremos esfuerzo y perseverancia, incluso si no queremos hacer nada. El trabajo del médico, del ingeniero y del abogado, cambiará brutalmente por la tecnología, y no habrá carrera que asegure trabajo si no se la acompaña con pasión y ganas.

    En el caso particular de los miles de jóvenes que están pensando en estudiar pedagogía, la invitación es la misma. Si quieren cambiar la educación, cambiar su impacto; si quieren cambiar la forma de enseñar, si son personas que quieren mejorar nuestra sociedad, si quieren hacer de los problemas oportunidades, si quieren darle vida a las ideas y ayudar a hacer camino a las personas, entonces no olviden ese querer, porque el que no hace lo que quiere de corazón, se apaga con el tiempo queriendo lo que está fuera de él.

    La decisión por las pedagogías es fiel reflejo de la tensión que muchos viven entre vocación, pasión y presión social. Pero el mundo está cambiando, y la pedagogía con él. En Chile ser profesor tiene un nuevo futuro (nuevas remuneraciones y desafíos) y son miles los invitados a construirlo, a no olvidar que el camino implica esfuerzo y perseverancia, a no olvidar que las personas nos movemos por lo que queremos, y que cuando nos movemos por un querer trascendental nos acercamos a la felicidad. Así que la invitación es a pensar dónde quiero poner mi esfuerzo, porque ese es el único título que lleva y mueve la vida. Esperamos que muchos lo pongan en el aula, para dar fruto con él.

    "El que no hace lo que quiere de corazón, se apaga con el tiempo queriendo lo que está fuera de él."

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32