Natividad Espinoza R.

"Por un tema cultural, por cómo nos han criado, los hombres tienen que ser feos, peludos y hediondos. En cambio, las mujeres tienen que ser lo más bonitas, lo más recatadas", dijo a hoyxhoy Johnny Martínez, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Las Américas y experto en Procesos Emocionales y Medición del Comportamiento Humano. Esto, a fin de explicar por qué somos las mujeres las que tendemos a sentirnos más acomplejadas físicamente que los hombres.

Aunque más grave que el hecho de que los complejos físicos sean más comunes entre nosotras son los efectos que los mismos puede traer en nuestra autoestima y, por ende, en nuestra vida cotidiana, afectiva y también sexual.

De acuerdo al director de la clínica de Psicología de la Universidad de Chile, Juan Yáñez, "influye mucho si es que yo me voy a relacionar -en cualquier nivel- con alguien y creo que tengo alguna parte de mi cuerpo que no está dentro de los patrones esperados, en los niveles de angustia que se sienten al relacionarse y que así las cosas vayan mal". Esta situación es más compleja cuando se trata de la pareja, dijo el experto: "El estar interferido por una idea permanente de que se tiene tal defecto, de que por ejemplo se tienen pechugas chicas o caderas estrechas, podría producir disfuncionalidades severas a nivel de la capacidad de contactarse con el propio cuerpo". Problema que puede bloquear la capacidad de relajarse y también de sentir placer.

Por eso, mencionó Yáñez, "hay mujeres que no sólo evitan los encuentros íntimos, sino que cuando se atreven están en un estado tan alterado con un alto monto de ansiedad que la respuesta erótica, de placer y de goce no surge. Y eso es un fracaso anticipado para el hombre y la mujer aunque el hombre tenga una buena respuesta e incluso alcance su nivel de orgasmo, ya que si la pareja no alcanza va a estar absolutamente decepcionado también".

La solución

Para Martínez, si un complejo es muy evidente lo mejor es recurrir a un profesional de la salud mental para que éste ayude a la persona a reforzar su autoestima. "Lo otro es, en definitiva reconocer que todas las personas tenemos cosas buenas y malas, y que esa peculiaridad es una característica nuestra", añadió.

En cuanto a la posibilidad de hacerse una cirugía, el profesional la sugiere cuando el complejo sobrepasa la posibilidad de una persona de adaptarse al entorno.

Finalmente, Yáñez señaló que el primer paso para dejar atrás un complejo es "ser muy auténtica con su identidad. Aceptar que 'es lo que hay' y que 'lo que hay' se convierte en un poderoso recurso si es que nosotros desde el punto de vista mental o del pensamiento lo decidimos. Pero hay un trabajo que hacer".

complejos comunes La mayoría tiene problemas con su peso o algún rasgo de la cara.

posibles mejoras Para Martínez, los hombres se están preocupando más de su apariencia, lo que podría hacer caer los complejos en ellas.

hay defectos que acomplejan pero

Las fiestas de fin de año están entre las fechas más tentadoras para quienes no quieren subir de peso, ya que las galletas, los tragos con azúcar y los postres están en todas las casas.

Pero, para quienes sucumbieron a los encantos de la comida para Navidad y/o pretenden hacerlo para Año Nuevo, hay una fórmula que permite dejar atrás los rastros de los excesos en siete días.

Así lo confirmó la nutricionista y docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Stefanie Chalmers, quien recalcó que si bien se trata de una pauta restrictiva, resulta más fácil que adoptar una alimentación menos prohibitiva pero sin fecha límite. La clave para que sus efectos duren es sólo, una vez finalizado el plazo, mantener una alimentación saludable.

Proteínas y agua

Uno de los puntos más importantes del plan alimenticio de una semana es la ingesta de agua. Lo ideal es que se ingiera un vaso cada dos horas -aunque no se tenga sed-, desde el momento de levantarse hasta el final del día. Si se quiere beber más no hay problema, pero no hay que saltarse ninguno.

También es fundamental el consumo de proteínas. "En el día se debe consumir una cantidad de gramos de proteínas equivalente a 1,5 veces su peso corporal. Es decir, alguien que pesa 50 kilos debe consumir 75 gramos de proteínas de fuentes bajas en grasa, como clara de huevo, pechuga de pollo, posta negra o quesillo", dijo la experta, añadiendo que lo mejor es separar esa cuota de proteínas en tres ingestas: al desayuno, al almuerzo y a la hora de cenar.

El resto de la alimentación debe centrarse en frutas, verduras y cereales. Mientras lo recomendable es comer tres frutas a lo largo del día, el consumo de verduras es ilimitado siempre y cuando se las aderece con muy poco o nada de aceite u otros condimentos comerciales. Las porciones de cereales (integrales), en tanto, deben ser dos a lo largo del día y sólo consumirse en el desayuno y/o el almuerzo.

En caso de que se sienta hambre fuera de las horas de las comidas, Chalmers aconseja beber infusiones de hierbas como mate y menta, ya que ayudan a mantener la energía y una sensación de saciedad. También se puede comer jalea dietética, la cual genera efectos similares. "Esta dieta recupera el sistema inmune, con sustancias activadoras y requeridas para normalizar el peso", dijo.

acompañadas Las dietas siempre deben ser guiadas por un especialista en el área.