por katherine salosny / @kathysalosny

Escribo esta columna desde Viña. Esta semana volví de mis vacaciones al Mucho Gusto y directo a la vena a ponerme al día de todo lo que ocurre durante el Festival, que es donde nos trasladamos para estar cercanos a lo que está ocurriendo.

Los primeros días han sido comentarios variopintos sobre la Gala y debo reconocer que me liberé. Es que casi nadie sabe toda la producción que hay que hacer para pasar por la alfombra roja con un vestido de alta noche, con zapatos altísimos y con un maquillaje y peinado que toman horas de trabajo para verse estilosa y bien. Creo que las mujeres nos llevamos la peor parte en esta fiesta previa al Festival, la cual se muestra unos minutos por la television tras horas de espera.

Aprovecho de recordar que antes la Gala se vivía durante el Festival con la ropa que mostrábamos los jurados o invitados especiales. En mi caso, que he sido jurado dos veces, he tenido que apoyarme para producir sendas ropas de alta noche que incluyen algo con qué taparse para pasar el frío que hace en las noches durante el show. Creo que aún tengo guardados algunos vestidos por ahí que seleccioné después de horas de probarme y arreglar las tenidas para que me quedaran bien y lucir esplendorosa esos días. Pienso que casi nadie se imagina que son semanas de pruebas de ropa, zapatos, accesorios, peinados, maquillaje, etc. ¡Es toda una producción!

Pero de lo que quería hablar es de una mujer cantante y actriz famosísima que nos visitará este Festival y que, creo, vale la pena resaltar más allá de Grease, la película musical que la hizo famosa en el mundo a fines de los años 70- y que se transformó en un clásico. Me refiero a Olivia Newton-John.

Es que mañana no hay que perdérsela en su presentación en el certamen. Cuando supe que venía me encantó recrear esas canciones dulzonas y rockanroleras de la adolescencia y las "pintas" que se usaban en esa época, que me encantaban. Más me llama la atención que ella, pese a una larga historia con duras vivencias, está de pie y cantando sobre un escenario.

Es una mujer de una fuerza y resiliencia impresionantes. En los años 90 superó un cáncer de mama que la ha convertido en la mejor vocera de campañas para la prevención de cáncer de las mujeres, en las que participa activamente. Además, es vocera de varias ONG creadas para proteger la salud de los niños y niñas, es una gran financista del Centro del Cáncer y Bienestar Olivia Newton-John en Australia y, por si fuera poco, fue nombrada embajadora de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente, donde promueve la protección de los bosques y programas especiales de plantación de árboles como el que ha propuesto que por cada niño que nace se plante un árbol. Una mujer que además de la música se ha convertido en una filántropa de causas que la comprometen con la humanidad.

La vida de Olivia es como el ave fénix. Un ejemplo e inspiración de cómo convertir una enfermedad en fuerza para vencerla y ayudar después a los demás. Esa fuerza es seguro lo que veremos mañana en el escenario con su música y las decenas de canciones que nos hicieron y nos harán bailar.

"La vida de Olivia (Newton-John) es como el ave fénix. Un ejemplo e inspiración de cómo convertir una enfermedad en fuerza para vencerla y ayudar después a los demás."