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  • El rechazo al trabajo femenino

    por constanza michelson / @psicocity

    Algunas organizaciones han expresado preocupación por el estancamiento en Latinoamérica en la participación laboral femenina. En Chile, un 47% de las mujeres en edad activa tiene un trabajo, algo poco alentador frente a la equidad de oportunidades y distribución del poder entre hombres y mujeres.

    No es difícil entender porqué el entusiasmo con que las mujeres salieron al mundo laboral hace décadas se ha desinflado. Hay varias razones, entre ellas, las condiciones laborales a veces mezquinas, sobre todo para las mujeres; las horas de desgaste que implica un transporte público que tampoco fue diseñado considerando los recorridos femeninos, que implican ir a buscar y dejar niños además de la ruta entre el hogar y el trabajo. También la ideología de la maternidad como un asunto privado, en que cada mujer se hace responsable de ver cómo resuelve la crianza por su cuenta, con escaso apoyo social y una red de servicios que lo facilite como un asunto comunitario.

    Aparentemente hay un ingrediente adicional, que posiblemente venga a reforzar todas las prácticas anteriores: el rechazo al trabajo femenino como inercia del machismo, estereotipando al hombre como proveedor y a la mujer en las labores domésticas, como destino más favorable.

    El esquema es bastante impracticable en estos días, pues muchos hogares no pueden sostenerse con una sola entrada laboral. Y, por cierto, porque no siempre hay un hombre que provea. Pero los datos que arrojó la última encuesta CEP revelan que la fuerza de los estereotipos es más fuerte. Un 61% de los chilenos consideraría que el trabajo de las mujeres resiente la vida familiar. Y cerca de un 70% piensa que en realidad las mujeres desean un hogar e hijos antes que un trabajo.

    Seguramente que una madre trabaje resiente algo la vida familiar, pero también que el padre llegue tarde, que la familia tenga dificultades económicas, o que esa mujer que se queda en casa continúe muchas veces en un matrimonio infantilizada y atemorizada porque no tiene acceso al dinero ni a la posibilidad de autonomía. A los hijos les duelen las madres temerosas.

    Es tan equivocado decir que las mujeres en realidad desean un marido e hijos, como decir que la realización personal es el mundo laboral. Ambos extremos niegan la diversidad de singularidades, pero también es una forma de borrar el hecho de que hacer familia también es un asunto político.

    Es absolutamente legítimo que una familia prefiera dividir los roles en que el hombre salga a trabajar y la mujer asuma las labores domésticas. El punto es que muchas veces ese acuerdo no implica asumir las participaciones correspondientes en el patrimonio familiar. Ocurre, quizás en demasiados casos, y en todos los estratos económicos, que esta división de roles implica que la mujer no tenga poder en las finanzas, pero que también pierda conexión con el mundo extra familiar, generándole inseguridades y perdiendo poder de autonomía. Así, hay mujeres temerosas desde dejar un mal matrimonio hasta hacer un trámite, ahorrar para una jubilación, o atreverse a pedir un crédito, cuestiones que atentan contra la equidad de derechos y distribución de poder.

    No se trata de que las mujeres debamos o no trabajar fuera del hogar, sino de hacernos cargo del poder que nos corresponde. Y eso implica aprender a hablar de dinero, con las parejas, con los bancos. Lo que una mujer no puede permitirse, dentro o fuera de casa, es suponer que habrá otro, real o imaginario, que deba llevar las cuentas.

    "Es tan equivocado decir que las mujeres desean un marido e hijos, como decir que la realización personal es el mundo laboral."

  • ¿Cómo afectan las bajas temperaturas a un animal exótico?

    Especialistas explican que les puede bajar el metabolismo y entrar en un proceso de hibernación, que puede ser peligroso.

    Camila Espinoza

    Apegados a la estufa, tapados hasta la nariz y con sueño están muchas mascotas por estos días. Para ellos incluso salir a hacer sus necesidades es un sacrificio. Es que con la llegada del frío, algunas especies, si no tienen la temperatura adecuada, entran en estado de hibernación.

    "Es una capacidad de algunos animales de adaptarse a bajas de temperatura y escasez de alimento", dice Óscar Astroza, docente de la Escuela de Medicina Veterinaria de U. de Las Américas-UDLA.

    El especialista explica que un animal en este proceso está más expuesto a riesgos y pide considerar que "la hibernación es un estado de hipotermia, pero controlado. Si bajan mucho la temperaturas se puede congelar (...) y no sólo quedan a merced de gatos, perros u otros depredadores. Muchas personas piensan que el animal está muerto".

    Por ello aconseja tener cuidado al manipularlo, pues si se le trata de despertar en forma brusca podría sufrir un ataque cardíaco.

    El hámster es uno de los que hiberna cuando en su hogar no tiene el confort que requiere.

    Francisca Noton, médico veterinario de la U. Mayor, aclara que "los mamíferos que tenemos en Chile no deben hibernar" y entrega un caso: "Por ejemplo, el erizo de tierra es africano y no debe hibernar. Al someterlo a bajas temperaturas, baja tanto su metabolismo, que disminuye su inmunidad y eso lo predispone a otras enfermedades".

    La especialista de Mevex, clínica de animales exóticos, recuerda que este animal no puede estar sin comer, porque "se altera rápidamente el metabolismo de las grasas y sufre de daño hepático".

    Para evitarlo, recomienda que el termómetro de su terrario no esté a menos de 22° Celsius. "Entre 22 y 27° están súper bien", afirma.

    Algo similar pasa con los reptiles. "La tortuga de tierra argentina, que es ilegal tenerla en Chile, requiere de un periodo de brumación (su metabolismo llega a un nivel basal) en invierno, alrededor de los 10°. Las que sí son permitidas, como la Rusa o Mediterránea tienen un proceso de brumación, pero su temperatura es cercana a 7°", dice Noton.

    La especialista aconseja consultar al veterinario cuando se inician los días fríos. "Es bueno cada 15 días pesar al animal y ver que no haya bajado de peso", añade.

    La principal recomendación es que los animales cuenten con un terrario para regular su temperatura. "Necesitan tener instrumentos que midan la temperatura y la humedad. No puede ser la misma en todo el espacio", dice.

    Nicole Sallaberry, académica de Medicina Veterinaria de UNAB, dice que en los reptiles "si los mantengo en una temperatura óptima y alta no deberían hacer sopor o hibernar, pero también bajan su metabolismo. Comen y se mueven muchos menos. No se reproducen y toman mucha menos agua. No es una hibernación estricta".

    "También es bueno cada 15 días pesar al animal exótico y ver que no haya bajado de peso".

    francisca noton, veterinario de la u. mayor."

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