por álvaro peralta / @dontinto

Todos tenemos zanahorias en casa. Y cada vez que vamos a la feria, el supermercado o -en estos tiempos de encierro- pedimos verduras a domicilio compramos más zanahorias. Siempre. Y ahí están en el cajón de los vegetales del refrigerador, muchas veces poniéndose feas e incluso mezclándose con un nuevo paquete de zanahorias que llega. ¿Por qué siempre las compramos? Difícil saberlo, pero pareciera que junto a papas, cebollas, ajos y limones no pueden faltar en las cocinas chilenas. Son, para bien o para mal, nuestros imprescindibles. Y volviendo a las zanahorias probablemente algo que ayuda a su alta demanda es que no son caras y cunden mucho. Claro, si tampoco las usamos tanto en nuestras comidas. Sí, están presentes en nuestros sofritos de guisos y le ponemos incluso al arroz. Pero nada, un trocito picado bien fino o tal vez rallado. A lo más una zanahoria en total. Y ahí siguen quedando el resto, durmiendo al fondo del refrigerador. Lo cierto es que comprar estas hortalizas en abundancia no es malo, porque además de los sofritos tiene bastantes otros usos en la cocina. Sí, porque su versatilidad permite prepararlas -por ejemplo- crudas en una ensalada, ralladas, mezcladas con un poco de maní o algún otro fruto seco y aliñadas con bastante limón. También se pueden cocer en agua -también en la parrilla- para luego ser pasadas por una licuadora con un poco de jengibre crudo y nos queda una estupenda crema.

Y si tenemos tiempo para rallar una buena cantidad de zanahorias -unas seis-, después con cuatro huevos, una sartén y algo de aceite podemos hacer una esponjosa tortilla. Y si más allá del sabor necesitan otras razones para comer zanahoria, recuerden que es alta en betacaroteno, que luego el organismo transforma en vitamina A, escasa en invierno. O sea, beneficios por donde se le mire. Igual que la receta de hoy que presenta a las zanahorias como un acompañamiento sabroso, delicado y muy fácil de preparar.

- 12 zanahorias

- 2 cucharadas de mantequilla

- ½ taza de azúcar

- 1 naranja

- sal, pimienta y aceite de oliva

Pelar las zanahorias, cortarlas por la mitad a lo largo y luego ponerlas en una olla con agua hirviendo y una pizca de sal por siete minutos. Después, sacarlas y meterlas a un bowl con agua con hielo. Una vez que estén frías sacarlas del agua, escurrir y secar con un paño de cocina limpio. Calentar un sartén, agregar la mantequilla más un poquito de aceite de oliva (para que no se queme la mantequilla). Apenas comience a derretirse agregar el azúcar y el jugo de la naranja, luego las zanahorias. Revolver para que queden bien cubiertas con la mezcla líquida y cocinar a fuego bajo durante unos cinco minutos o hasta que las zanahorias estén levemente doradas y los líquidos se hayan transformado en un almíbar medianamente espeso. Retirar del fuego, salpimentar y servir como acompañamiento de pollo, carne o pescado.

N.E.

Cuando no hay huevos en casa muchos tienden a pensar que entonces no hay forma de preparar un queque, galletas o alguna otra delicia para el desayuno o la hora del té. Sin embargo, cada vez son más las formas de reemplazar esta proteína que se vuelven populares.

Al plátano maduro y la aquafaba (que corresponde al agua del remojo de las legumbres), se ha sumado en el salón de la fama de los sustitutos la chía. ¿Cómo funciona?

La administradora gastronómica de Inacap, Catalina Fuentes, explicó a hoyxhoy que "un huevo se puede sustituir por una cucharada de chía y 1/3 de taza de agua y la verdad es que al menos a mí me ha funcionado en todas las recetas que lo he probado".

Hasta el momento, Fuentes reveló que entre los sustitutos del huevo que ha probado la chía es su favorito porque, según ella, logra la textura perfecta, no falla y no cambia el sabor de las recetas originales.

"A veces, cuando se usa puré de manzana o de plátano las preparaciones quedan distintas y no siempre para mejor. Creo que hay probar harto para saber cuándo conviene y cuándo no recurrir a estos sustitutos. Y en el caso de la aquafaba, harta gente me ha dicho frustrada que simplemente no le ha funcionado", comentó la experta.

Un brownie perfecto

Entre quienes se han unido a la moda del llamado "huevo de chía" se cuenta la estilista profesional Natalia Fariña, quien quiso darle una oportunidad a esta semilla porque está embarazada y le asusta comer huevo en algunas preparaciones que le gusta que queden más bien "mojaditas", como dijo. Es decir, no tan cocidas como se recomienda comer el huevo durante esa etapa.

Para su debut con el "huevo de chía", Fariña preparó un brownie americano. Cuando preparó su sustituto, contó que quedó como una gelatina bastante similar a la clara del huevo y que incluso la probó y el sabor era parecido.

"Todo salió perfecto, el brownie quedó increíble y no duró más de dos días (actualmente ella vive sólo con su marido y su hija que viene en camino)".

"Un huevo se puede sustituir por una cucharada de chía y 1/3 de taza de agua. A mí me ha funcionado en todas las recetas que he probado.

catalina fuentes, adm. gastronómica"

plátano y manzana hechos puré también pueden reemplazar al huevo en algunas recetas.

Una aplicación chilena nacida en plena pandemia incentiva el reciclaje y busca cambiar los hábitos en torno al cuidado del planeta mediante la oferta de recompensas por elegir labores ecológicas.Se trata de EcoHéroes (www.ecoheroes.cl), que propone a sus usuarios desafíos tales como sembrar plantas o disminuir los residuos presentes en las calles, parques, cerros, etc. Por cada acción amigable con el medio ambiente, los usuarios tienen la posibilidad de ganar tickets de descuentos en distintos comercios y hasta premios en efectivo. La aplicación chilena está disponible de forma gratuita para quienes tienen smartphones con sistemas iOS y Android.