Jorge Reyes Patuelli

A partir de mañana los niños y niñas que viven en comunas en cuarentena podrán salir tres veces a la semana a jugar y pasear gracias a un permiso habilitado en Comisaría Virtual.

Esta realidad se vive en medio de la pandemia por el coronavirus, cuando, según el mismo Ministerio de Salud, el impacto que ha tenido el confinamiento en todas las personas, y particularmente en los menores, ha sido gigantesco.

Pero este permiso que permitirá la salida de casi dos millones de niños y niñas desde los tres a 17 años en todo el territorio también puede traer consecuencias en los propios padres o cuidadores de los beneficiados.

"Me parece importante decir que es bueno que se piense en los niños y niñas, porque vivimos en un país que todavía no ha logrado concretar una ley de garantía y defensa de los derechos de éstos. Que haya políticas de Gobierno pensando en estos temas ya es bueno", afirma Marina Grabivker, doctora en Educación y directora de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso.

Para la experta, la conversación entre los padres y los menores es fundamental para que la preocupación y el sobrecuidado de éstos hacia sus hijos no termine convertido en un problema.

"La pandemia actúa como una lupa gigante. Nos pone todo en evidencia. Cada decisión que se toma en este contexto va a ser compleja y va o agravar o complejizar cosas que ya estamos viviendo", agregó.

Padres no están bien

Según el último estudio realizado por el Centro de Estudios de Desarrollo y Estimulación Psicosocial (Cedep) sobre cómo ha afectado la pandemia a los niños y sus cuidadores, un 75% de los padres dijo sentirse "más preocupado", y un 61% dijo no tener energía y tiempo para estimular a sus hijos.

"Los niños y niñas tienen esa capacidad de percibir de una manera muy profunda, entonces les afecta", explica la experta. "No podemos tapar lo que pasa. Los niños pueden saber que los grandes a veces no estamos bien y que eso va a pasar. Muchas veces eso es decirle que todos tenemos permiso para sentirnos tristes o enojados, y que eso no se va a mantener todo el tiempo", profundiza.

Edmundo Campusano, psicólogo y director del magister en psicoterapia familiar, de pareja e individual de la Universidad Mayor, detalla que cuando los menores ven a un ser querido en mal estado, estos hacen lo posible de desviar la atención para que, los padres, por ejemplo, se distraigan del problema. "Si los padres están peleando, los niños distraen con un conflicto, dejan de pelear y el niño se relaja", señala el psicólogo.

Sin miedo a conversar

El uso obligatorio de mascarillas y el evitar el contacto con juegos en las plazas y con otros niños también significa una preocupación extra para los cuidadores y padres de los menores.

Grabivker explica que no hay que tener miedo en conversar con los menores para que estos entiendan que hay que cuidarse en estas salidas de 90 minutos que van a tener para jugar o pasear fuera de sus casas.

"Las familias que conversan en general con los niños que conviven en sus espacios tienen ya un panorama de qué es lo que esos niños quieren y necesitan", sostiene.

"Hay que salirse de esa postura de que el adulto es el que todo lo sabe porque es padre o madre y todo lo conoce. Permitir que los niños y niñas se expresen, qué es lo que quieren, les gusta o no. Los chicos entienden esas cosas, lo que pasa es que muchas veces los grandes no nos tomamos el trabajo de escuchar lo que nos dicen", agrega.

"Hay situaciones donde no los puedes obligar a salir, aunque tu pienses que puede ser bueno para ellos", insiste la académica.

Campusano cree que las conductas de sobreprotección tienen que ver cómo está dada la relación previa de padres e hijos.

"Si antes de la pandemia, mucho antes, vienen desarrollando este tipo de conductas, de infantilización, de no enseñarle responsabilidad y autocuidado, es probable que tiendan a desarrollar conductas muy sobreprotectoras", explica. "Quizás esta crisis también es una oportunidad para que los padres y familias revisen cómo quieren criar", apunta.

La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, sostuvo la semana pasada que a través la plataforma "SaludableMente" hay a disposición diferentes estrategias para ayudar a los niños desde el punto de vista psicológico. "Hay que establecer rutinas y evitar transmitir la ansiedad a los menores", dijo.

"Hay que dejar esa postura de que el adulto sabe todo. Permitamos que los niños se expresen.

marina grabivker, doctora en educación"

"Quizás esta crisis también es una oportunidad para que los padres revisen cómo quieren criar.

edmundo campusano, psicólogo"

"Hay que establecer rutinas y evitar transmitir la ansiedad a los menores.

paula daza, subsec. de salud pública"

en comisaría virtual se tiene que pedir el permiso para poder salir por 90 minutos al día.

los días permitidos para salir con los menores son los martes, miércoles y viernes.