• Radiografía a los delivery: repartidores no buscan un empleo tradicional y la mayoría inició en pandemia

    Sondeo a riders de apps mostró que casi la mitad son chilenos, en promedio trabajan unas 8 horas diarias, y sólo un 27% lo ve como una fuente de ingreso temporal. En los defectos del rubro destacan la inseguridad, influenciados por "poca empatía" de los clientes.

    Diego Gotelli C.

    En medio de un boom por los servicios de reparto, y la necesidad de reactivar las economías locales, en Renca se está preparando un inédito programa de fomento a emprendedores mediante el primer servicio de delivery municipal del país.

    La iniciativa, que cerró convocatorias ayer, busca facilitar los despachos para diversos comercios locales como artesanos, almacenes y verdulerias, creando una cooperativa de entrega a domicilio gestionada por el municipio renquino, cuyos riders serán los mismos vecinos desempleados que se subirán a las bicicletas e iniciarán un nuevo empleo, ahora como deliverys.

    Ese fenómeno, de apelar al reparto en bicicleta en tiempos de pandemia, es la fórmula que ha llevado al auge este tipo de servicios de reparto, según concluyó un estudio que ahondó en las características de los trabajadores de delivery.

    El estudio realizado por la Mutual de Seguridad encuestó a cerca de 320 repartidores de una quincena de aplicaciones masivas como PedidosYa, Justo, Rappi y Bicci, detectando que la bicicleta es, contrario a lo que muchos piensan, el medio de transporte más utilizado por quienes se dedican a estos servicios.

    De acuerdo al sondeo, el 45% de riders hacen sus entregas en bicicleta, grupo que lo conforman principalmente los repartidores de menor edad (18 a 24 años), las mujeres, y quienes llevan poco tiempo dedicados al delivery. El segundo medio más usado es la motocicleta, con un 27% de preferencia, muy similar a quienes despachan en auto (26%). Estos últimos suelen usarlos los de mayor edad, con 46 a 55 años, y quienes llevan más de tres años repartiendo.

    La bicicleta, además, es más usada por los migrantes, y el auto por los chilenos. Según el estudio, nacionales y extranjeros tienen una similar representación en los delivery, con un 43% y 56% de presencia entre los encuestados, respectivamente. Los foráneos que más reparten son venezolanos (43%), colombianos (4%), peruanos (4%), haitianos (2%) y argentinos (1%).

    "Con esto nos sacamos algunos mitos de la cabeza. Por ejemplo, que todos andan en moto, siendo que mayoritariamente andan en bicicleta. O que son todos extranjeros, cuando casi la mitad son chilenos", destacó Mariana Alcérreca, gerente de asuntos corporativos de la Mutual.

    No es temporal

    Al igual que el caso de Renca, en su mayoría los repartidores se sumaron a estos servicios durante la pandemia. De las consultas, el 74% dijo haber iniciado sus servicios en plataformas digitales hace menos de dos años, y de ellos el 48% partió entre el segundo semestre del 2020 y esta primera mitad de 2021.

    Pese a ello, en general los riders no lo ven como un ingreso temporal. Es más, sólo el 17,3% reconoce que presta este servicio mientras encuentra un trabajo tradicional, y un 9,4% lo hace mientras estudia. Quienes están fuera de ese 27% lo ven como un ingreso fijo, algunos como complemento a otro trabajo (20,8%) y la mayoría como su única vía para ganar dinero (52,5%).

    Y es que el tipo de trabajo que ofrece ser repartidor parece gustarles a los encuestados, quienes valoran la flexibilidad que les brinda trabajar como independientes (89%), el no tener jefes a quién rendir cuenta (73%), y el poder manejar sus propios horarios de conexión (89%). En promedio suelen repartir durante unas 7,7 horas diarias de lunes a viernes y 8,3 horas al día los fines de semana. El 38% trabaja todos los días, y el 33% hasta cinco días semanales.

    Su valoración del trabajo se ve reflejado en que el 62% califica de "buena" o "excelente" su experiencia prestando servicios en plataformas digitales, sobre todo los más jóvenes y extranjeros. Entre sus argumentos más valorados destacan el "buen ingreso" y que se consideran que son buenos haciéndolo.

    De los encuestados, sólo un 21% estaría dispuesto a bajar sus ingresos con tal de tener un trabajo dependiente y con contrato.

    "Aquí hay una forma de trabajar que es distinta. Un nuevo modelo de trabajo que va al alza y probablemente no sólo en delivery. Es una nueva forma de trabajar de manera independiente y asociada a la tecnología que nos va a obligar a pensar las reglas para este mundo del trabajo de una manera distinta", comentó Alcérreca.

    Pero no todo es bueno. Entre quienes no están tan contentos con el sistema, sus mayores reparos son que sus comisiones son bajas, y que hay poca seguridad para el repartidor vinculado a conceptos que catalogaron como "baja empatía" y que se "preocupan más del pedido".

    Alcérreca explica a qué se refieren. Esta disconformidad, detalla, tiene relación con que los repartidores sienten que a los clientes sólo les importa que su compra llegue rápido y en buenas condiciones, con estándares cada vez más exigentes, lo que pone una presión extra al repartidor quien puede incurrir en conductas de riesgo viales con tal de cumplir y evitar reclamos. "Genera más problemas de seguridad con tal de llegar rápido", señala.

    Este riesgo, sumado a los habituales que conlleva un trabajo que se realiza en la calle, como estar expuesto a accidentes de tránsito o a robos, aumenta su sensación de inseguridad y desprotección. Estos últimos, recordó, se pueden subsanar con seguros para trabajadores a honorarios.

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