• Consejeros asumieron con promesas de redactar una Constitución que sea fruto de acuerdos

    La presidencia quedó a cargo de la republicana Beatriz Hevia, que en su discurso sostuvo que Chile sufre una "crisis moral".

    Leo Riquelme

    Con llamados a la unidad, promover el diálogo, priorizar el futuro de Chile por sobre las visiones particulares y mantener el espíritu de consenso que primó en la Comisión Experta ayer se constituyó el Consejo Constitucional, cuyos 50 miembros deberán proponer en diciembre un nuevo proyecto de Carta Magna.

    La ceremonia partió con las palabras del presidente provisorio de la instancia, Miguel Littin, por ser el de mayor edad. Éste pidió pensar en un texto que todos los chilenos entiendan y hagan suyo.

    "Luchemos por el acuerdo, por la paz de la nación, seamos dignos de la tarea; de lo contrario la historia no perdonará a quienes se dejen llevar por pasiones o revanchismos del pasado", expresó.

    En tono similar se expresó el Presidente Gabriel Boric, quien a diferencia de Sebastián Piñera en 2021 sí asistió al acto de instalación, que hace dos años estuvo marcado por incidentes. Boric deseó que en el consejo "primen los acuerdos", se ponga "el bien común por sobre los intereses particulares" y agradeció el "sentido virtuoso" que tuvo el trabajo de la Comisión Experta, que añadió espera sea "contagioso", pues, a su juicio, la ciudadanía espera que el nuevo proceso sea de "colaboración" y búsqueda de "puntos comunes". "Estoy convencido de que a nuestro país le hará bien cerrar este ciclo", dijo. "Por vuestro pueblo es este trabajo y es a ellos quienes nos debemos", agregó.

    A la salida, el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), destacó la diferencia entre la instalación de ayer y la de julio de 2021 con la Convención, cuyo borrador fue rechazado. El gremialista aseguró que el sistema político ha aprendido las lecciones y destacó que este nuevo proceso cuenta con bordes y expertos, que, a su parecer, entregaron "un muy buen proyecto". Finalmente, les pidió a los consejeros que los cambios que le hagan sean en un "espacio de entendimiento" y pensando en un texto "que nos agrupe a todos por los próximos 30, 40 años".

    "crisis moral"

    En el acto asumieron los 50 consejeros comprometidos, pues el exrepublicano Aldo Sanhueza no concurrió ni participará del proceso, luego de la controversia generada por la difusión de su causa por ofensas al pudor producida en un bus en Penco en 2019, al que llegó a acuerdo con la víctima.

    Los consejeros eligieron como presidenta a Beatriz Hevia (Partido Republicano, quien obtuvo los 33 votos de la derecha, que tiene más de los 2/3 exigidos para aprobar cada uno de los capítulos que se debatan. La vicepresidencia la asumió el PS Aldo Valle, que tuvo 17 respaldos.

    En su discurso, la abogada con un diplomado en libre competencia, ex asesora parlamentaria y cercana a José Antonio Kast dijo que el consejo tiene por misión "plasmar la voluntad popular en el texto", añadiendo que el borrador de la Comisión Experta es "un insumo, un punto de partida para llegar a un punto de encuentro".

    También pidió trabajar por quienes sufren por la delincuencia y el terrorismo, y le pidió a los chilenos que tengan "esperanza" en que la propuesta será elaborada en base a acuerdos "que perduren en el tiempo", terminen con la "incertidumbre" y la "polarización actual".

    "Chile no está bien (...) Doy fe de la crisis profunda que vive nuestro país, una crisis económica, política, pero por sobre todo social. A esta crisis integral la antecedente una crisis moral que se manifiesta en la descomposición de la vida familiar, en el desprecio por la autoridad, las normas y el Estado de Derecho. Y por cierto, en la justificación de la violencia y su solapada promoción como método de acción política (...) Espero que estos cinco meses no sean un capítulo adicional en esta larga y compleja serie, sino que se conviertan en el capítulo final de esta crisis", afirmó.

  • Vivanco deja vocería judicial: "No me arrepiento de nada"

    Ministra renunció al cargo por la "agitación" que provocó al interpretar fallo de Isapres.

    La ministra Ángela Vivanco formalizó ayer su renuncia a la vocería del Poder Judicial, en reacción a la controversia que provocó el fin de semana al comentar que el fallo que ordena rebajar planes y devolver los excesos cobrados desde 2020 por las Isapres no tendría una aplicación general, sino sólo para quienes demandaron, contraviniendo el criterio entendido de la sentencia.

    "He presentado mi renuncia al cargo, fundamentalmente, por el periodo de agitación que ha habido posterior a una entrevista mía que no di en calidad de vocera, sino que la di desde el punto de vista de mi visión y experiencia, hace aconsejable que yo deje en libertad de acción al Pleno desde el punto de vista comunicacional", dijo.

    "No me arrepiento absolutamente de nada, soy una persona que siempre ha vivido de cara al país, nunca escondida (...) No me retracto de nada", añadió.

    Vivanco afirmó que se mantendrá en su cargo de integrante de la Tercera Sala de la Corte Suprema, la misma que emitió el fallo en noviembre de 2022 ahora puesto en entredicho.

    El Gobierno, cuatro Isapres y un particular presentaron recursos aclaratorios al respecto. La ministra comentó que su eventual inhabilitación ante dichos libelos se verán en el seno de sala. Ayer no se definía a su reemplazante en la vocería.

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