Leo Riquelme

Las playas de Río de Janeiro, todo un símbolo mundial del turismo brasileño, cerrarán desde hoy y por al menos 11 días en un intento por contener al coronavirus, que en el estado registró en las últimas horas 1.180 casos y 186 fallecimientos, con lo que la cifra de muertos por la pandemia se empinó a 33.362 personas.

"Todas las medidas tienen un objetivo principal: evitar en 2021 el genocidio que Río tuvo en 2020. En 2020 murió el doble de personas en Río que en Sao Paulo, que tiene el doble de población", comparó el alcalde Eduardo Paes.

El mandato prohibe el tránsito de personas entre las 23:00 y las 05:00 horas, y dispone el cierre de bares y restaurantes a las 17.00 horas.

La autoridad municipal también prohibió la apertura de locales de artesanías y tiendas en los alrededores de las playas, así como del trabajo de ambulantes a fin de reducir al máximo el traslado de personas por el sector.

Paes dijo que las restricciones durarán once días pero podrían extenderse si no surten efecto. Añadió que la idea es evitar poner a la ciudad en una cuaentena total.

Las medidas se suman a las decretadas por la ciudad más importante de Brasil, Sao Paulo, donde se están preparando para las que creen serán las dos peores semanas en lo que va de pandemia.

Dicho estado supera los 2 millones de casos, 13 mil detectados en las últimas horas, en las que sufrió 367 muertes, sumando a la fecha 60.381 decesos.

El presidente Jair Bolsonaro criticó las medidas. "El pueblo quiere trabajar (...) ¿Hasta cuándo vamos a llorar? (...) Vamos a combatir al virus, pero no de esa forma ignorante, burra, suicida", dijo.

Brasil, con 259 mil fallecidos, es de los países más golpeados por el covid. El miércoles registró 1.900 fallecimientos y el ministerio de Salud informó que negocia la compra de 138 millones de dosis de vacunas elaboradas por los laboratorios Pfizer y Johnson & Johnson.