Desde que fueron instaladas en 1993, las cámaras de televigilancia de la comuna de Santiago no habían recibido ninguna mantención. Hoy, la mitad de ellas se encuentra en mal estado, con lentes rotos o sin funcionamiento, y otras simplemente desaparecieron. Frente a este panorama, el municipio suscribió una licitación para mantener los equipos e instalar nuevos, extendiendo su ubicación a los barrios residenciales.

"Con el tiempo las cámaras se empezaron a dañar y eso no había sido solucionado", señaló a hoyxhoy Marcelo Muñoz, director de Seguridad Vecinal de la comuna, quien aseguró que esa parte del proyecto es una especie de antesala de la iniciativa mayor de cámaras de televigilancia, la que contempla el aumento de 173 dispositivos full HD para el 2016.

"El contrato nos permite ir ampliando paquetes de cámara en la medida que vayamos implementando la renovación", explicó. Será una inversión de $1.000 millones. Entre los puntos en que se instalarán figuran 27 zonas, muchas de ellas residenciales, tales como Balmaceda, San Eugenio, San Diego y plazas como la Huemul y Arauco, además de la renovación en Plaza Brasil.

El sistema contará con monitoreo municipal en coordinación con Carabineros, el cual operará las 24 horas. El criterio de elección de los lugares de instalación de cámaras se basó en los reclamos vecinales que daban cuenta de zonas en que había inseguridad e "incivilidades, como gente que consume alcohol en las plazas" o prostitución, dijo Muñoz.

"La razón fundamental de este nuevo servicio contratado es precisamente disponer (...) de un régimen continuo, eficiente y eficaz de mantenimiento del sistema en cuestión" señaló la alcaldesa Carolina Tohá.

En el futuro algunas de las cámaras transmitirán imágenes en vivo, tal como sucede en la Plaza de Armas, y además contarán con tecnología de reconocimiento de rostro y movimientos. El sistema pretende aportar pruebas en instancias de persecución legal.

Desde el 1 de abril regirá un nuevo plan de descontaminación en la capital, el cual incorporará la alerta sanitaria ambiental para la Región Metropolitana, que fue declarada en 2014 como zona saturada por material particulado fino. Una de las principales novedades del plan es que ahora se medirá además del material particulado 10, el 2,5, ya que este último afecta gravemente la salud y puede derivar en la muerte.

"Es probable que este año tengamos una mayor cantidad de episodios críticos por contaminación del aire, porque hoy estamos mirando el contaminante más dañino para la salud", explicó el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier. La alerta regirá hasta el 31 de agosto.

Las medidas contemplan la prohibición del uso de leña como calefacción, restricción a vehículos catalíticos, además de la paralización de fuentes industriales en episodios de pre emergencia y emergencia.

Por su parte, el ministro de Transportes, Andrés Gómez Lobo, afirmó que "la restricción a autos catalíticos que hemos tenido en años anteriores muestra que el sistema de transporte público pudo absorber esa mayor demanda". El 2014 pasado hubo 12 episodios críticos, y si se hubiera aplicado el PM 2.5 se habrían registrado 48.

Desde la tarde del lunes hasta ayer, una rotura de matriz obligó a un corte de agua programado en el Hospital La Florida Dra. Eloísa Díaz Insunza. Un funcionario del recinto, quien prefirió mantener en reserva su nombre, dijo que se generaron varios problemas sanitarios relacionados con los baños de los pacientes, el aseo y el lavado de manos.

"El problema es que esto conlleva infecciones y fueron por lo menos 24 horas usando agua envasada", detalló y agregó que hace un tiempo el estacionamiento se inundó con aguas servidas.

Desde la dirección del hospital señalaron que ayer se solucionó el problema y que sólo fueron 15 horas sin agua. Entre las medidas tomadas, destacaron "la estrecha coordinación del equipo de salud a través del inspector fiscal (del MOP) (...) la distribución de dispensadores industriales de agua potable, suspensión de la tabla de cirugías y reagendamiento de pacientes del área ambulatoria".

Una serie de medidas nuevas contra la evasión en el Transantiago fueron presentadas ayer por Alsacia Express. Se fiscalizarán a 200 mil pasajeros al día en ejes como Departamental, Dorsal y Providencia en los troncales 100, 400 y servicios D. Además, se realizarán capacitaciones a conductores y fiscalizadores y habrá intervenciones urbanas con mimos que explicarán las consecuencias de evadir.