Ñuñoa cuenta con un estadio. Y no cualquiera. Es el Estadio Nacional, el coliseo deportivo más importante del país. Pero la Municipalidad de Ñuñoa no tiene facultades para organizar, fiscalizar, crear o proponer un buen uso de este espacio. Ello depende del nuevo y flamante Ministerio del Deporte, que cuenta con escasos y limitados recursos.

El Estadio Nacional Julio Martínez Pradanos ha subido su costo de mantención y, pese a la cuantiosa inversión que se ha hecho en los últimos años, hemos perdido un estadio de fútbol que debería ser el mejor. Terminaremos dejándolo para conciertos y un par de otras iniciativas, pero menos la deportiva, ya que los clubes que solían usarlo ahora tienen sus estadios, menos la Universidad de Chile.

La idea de la concesión que anuncié a través de diversos medios de comunicación, es una acción que tiene atisbos históricos. El coliseo, por su alto costo permanente, concesionado contaría con más seguridad y también mejoras tecnológicas, que necesita con urgencia.

Un buen ejemplo de un buen uso administrativo de recursos del Estado fue cuando las comunas de Macul y Peñalolén, aún pertenecían a Ñuñoa. La municipalidad, junto al aporte del Estado a través de más de mil trabajadores por 6 semestres invirtiendo más de UF 200 mil, (más de $5.000 millones de hoy) aportamos al hoy conocido Estadio Monumental, abriendo calles como Benito Rebolledo, haciendo los drenajes y la cancha, cierres perimetrales, graderías, baños etc., que el señor Patricio Vildósola, ese tiempo presidente del Club Social y Deportivo Colo Colo, confirmaba y agradecía.

Si las buenas ideas fueran oídas y no acribilladas por decir verdades históricas, las cosas andarían mejor.

Estos días he dicho una verdad que se acerca a toda lógica y que no debiera tener por ninguna parte críticas ni desmentidos. Son hechos comprobables, aquí, hoy y siempre. El Estadio Nacional hoy no brinda beneficios a Ñuñoa como se piensa. Lo que nos brinda es inseguridad.

Una concesión es una alternativa real y próspera, Azul Azul podría invertir y cuidar los espacios del coliseo, que hoy el Estado no puede abordar. Darle más vuelta a las buenas posibilidades, sólo por conveniencia política o convencimiento añejo de ideologismos, da como resultado un retroceso.

¿Acaso se imaginan Santiago hoy sin las autopistas, o Chile mismo, recorriéndolo a lo ancho y largo con sólo una pista por sentido? Fue un presidente de izquierda el que le abrió las puertas a las concesiones en nuestro país, primero como ministro de OO.PP. y luego como Presidente. Don Ricardo Lagos entendió que las inversiones, además de útiles, deben ser oportunas, y vemos cómo éstas cuando se paralizan, también detienen el desarrollo, el crecimiento y la calidad de vida de los chilenos.

Sebastián Aravena. Responde alrededor de 70 llamadas diarias. En cada una, se encarga de responder las dudas de los clientes con respecto al tema de pyme comercial: facturas, deudas. Dice que hay gente simpática que llama, pero que en su mayoría son bruscos, cortantes o pesados directamente. Hasta curados han llamado: "Fue para un fin de semana, a las 10 de la noche. Yo le dije lo que se le podía decir, que no se le entendía nada la verdad". Es telefonista del callcenter Atento, ubicado a un lado de la feria artesanal de Santa Lucía. Vio el anuncio en El Rastro, postuló a las pruebas de selección y quedó. Luego vino una capacitación de 20-30 días, en donde le enseñaron de banca, computación y tecnología celular. Eligió dedicarse a las pymes porque el sueldo y el horario era mejor: Turnos rotativos entre las 8 y las 11 de la noche: "Y los domingos y feriados se descansa, también algunos sábados". Vive con su polola en Peñalolén hace 6 meses y las tardes libres practica karate en una academia del centro. Comenzó a los 11 años. El estilo que practica hoy es más intenso y de contacto: no se permiten los golpes con los puños en la cabeza, pero sí los de piernas. Tras tantos años como deportista critica la atención excesiva que se le da al fútbol: "Tenemos medallas, oro, plata, bronce, pero hay deportistas que están en precarias condiciones, las municipalidades están apoyando algo, pero falta mucho más". En el futuro espera terminar su carrera de Educación Diferencial. Congeló el año pasado, y sabe que volver a estudiar trabajando es difícil: "Empieza tu día como a las 5.30 y te terminai acostando a las 11 y todos los días igual…"

Según el Tiempo Universal Coordinado, le corresponde a Chile el huso horario -5. Pero el Gobierno ha decretado que los relojes se ajusten al-3, con dos horas de adelanto. Esto nos ha obligado a tener horas de actividad en oscuridad y sufrir el intenso frío de la madrugada. Lo que es insólito, pero además inaceptable desde la mirada científica, porque violenta la marcha de nuestros relojes biológicos, que se sincronizan con la luz solar.

Quienes se levantan de noche lo hacen con su sistema hormonal alterado, lo que dificulta su estado de alerta. Esta alteración fisiológica los hace propensos a accidentes, prevalencia de enfermedades agudas y crónicas, disminución del rendimiento escolar y laboral.

A veces, cuando voy caminando por la calle y paso frente a un grupo de personas de sexo masculino me siento un tanto incómoda. No tanto por sus miradascomo por el silencio que las acompaña. Realmente me impresiona que tengan que quedarse callados para mirar un cuerpo femenino. Es la prueba fehaciente de la incapacidad masculina de hacer dos cosas al mismo tiempo. A veces impactante; otras, sencillamente repugnante.

No soy una mujer que odie al sexo opuesto ni mucho menos, pero creo que algunas veces se comportan más como salvajes que como personas civilizadas. Tampoco tengo nada contra el salvajismo, pero de parte del hombre lo apoyo solamente en instancias puntuales.

Víctor Moya (60) recibe diariamente el hoyxhoy en el Metro. Luego, se lo lleva a la oficina y lo lee durante sus minutos de relajo, saboreando cada página. ¿Por qué? Simplemente porque le gusta mantenerse informado.

Un amanecer violáceo iluminado por los tubos fluorescentes del Parque Titanium, en Vitacura.