Con un stand-up comedy el cronista Tito Matamala presentó anoche en la Feria Internacional del Libro Chile Retrete, el tercer libro de una saga en que realiza un análisis histórico y sociológico de los chilenos desde una particular mirada. Antes lo hizo desde la bicicleta y el garabato, ahora desde el baño.

"Es una obsesión que tengo. Sé harto de eso. Esta es la historia del aseo en Chile, que incluye aspectos que heredamos de los españoles, como es que no había que bañarse porque era peligroso", dice.

¿Su tema es el baño en general o la taza?

Hablo mucho de la taza. En un capítulo cuento que la taza moderna está completamente equivocada, porque como ser humano uno no está diseñado para cagar sentado, sino que en cuclillas. Hacerlo así le provoca problemas de salud a algunas personas. En las culturas orientales, por ejemplo, uno hace en un hoyo… es más cochino, pero es más natural.

¿Qué le parece que haya gente que le cueste ir a un baño que no sea el suyo?

Es que es muy incómodo estar de visita y de pronto te vengan ganas de hacer caca. Uno prefiere aguantarse.

¿Y qué le parece que no se pueda defecar en aviones, trenes o buses?

Es complicado, porque ¡a uno le dan ganas en cualquier momento! Eso debería estar cubierto.

¿Qué grafica del país la existencia del papel higiénico doble hoja y perfumado?

Refleja la soberbia y el arribismo del país en que vivimos. Fuimos un país pobre, yo tengo 51 años y recuerdo ese país donde no había nada. Que te vendan un papel doble, perfumado, finísimo, cuando antes uno se limpiaba con un pedazo de diario… En el libro incluso cuento que en la época de Salvador Allende el papel higiénico dejó de existir, era un lujo, tenerlo era el equivalente a invitar una botella de Chivas Regal.

¿El papel higiénico como muestra del crecimiento?

Hoy todos los sectores pueden acceder a un buen papel higiénico, algunos un poquito más caros, con doble hoja, perfumados, pero accesibles. Lo que ocurre es la soberbia, como es que antes nos limpiábamos con lo que fuera.

¿Soberbia por nuestra condición económica?

Claro, después de la dictadura, pese a todas las quejas, al país le ha ido bien. Yo lo extrapolo a que si falta papel higiénico en un país se produce un problema político grave. Eso está reflejado en Venezuela, ¡donde falta papel!

¿ Y a qué huele hoy Chile?

Huele a corrupción, que sería como oler a pozo negro.

¿Y podemos llegar a tratar nuestras aguas servidas?

No, eso se ve lejos… habría que cambiar a toda la casta política. Eso es larguísimo.

Por último, ¿la tecnología matará el hábito de leer frascos de champú o de dentríficos?

Nooo, eso no va a cambiar. Vamos a seguir leyendo Nuevo Omo, más blanco, brillante, champú no-sé-cuánto… es que uno tiene el ocio de leer en el baño, por eso es que mi idea de libro es que se lea ahí, que se quede en el baño.