El 2015 de Javiera Mena fue un año itinerante. Como ya acostumbra hace tiempo, pasó tres meses en España, tres en México y los últimos seis en Chile. Hizo giras por un número indeterminado de países, despegó de decenas de aeropuertos y enfrentó a públicos eufóricos de ciudades como Lima, Madrid, Barcelona, Ciudad de México o Santiago.

Se trató de un año, resume, de "muchos viajes y aviones". Y que tuvo un hito: la nominación a los Grammy. "Estuve por primera vez con un pie en EE.UU. Fue súper importante. Ahora, tampoco creo que mi vida haya cambiado ni nada", dice. Hace unas semanas, además, se presentó en el show homenaje a Jorge González y recibió una invitación simbólica. En febrero de 2016 se presentará en el Festival de Viña.

¿En qué momento de tu vida te llega el Festival?

En un muy buen momento. Es muy importante, me llamaron y fue súper bueno. Fue perfecto que sea este año por lo armado que ya está mi show.

¿Cómo será ese show?

Como lo que vengo presentando, con sintonizador, el computador, las secuencias. Y alrededor giran un montón de elementos. Mi música tiene luces, es visual, y eso en Viña se disfruta un montón. El escenario se da perfecto, más que para baladas.

Reconocimiento

Desde que se reconoció públicamente homosexual, Javiera Mena se convirtió, sin quererlo, en un ícono gay. Tomó la bandera de la lucha por la reivindicación de las lesbianas y ocupó un espacio que, antes de ella, estaba vacante. La artista, sin embargo, evita la responsabilidad. Dice que no se siente ícono de nada. Y que esa etiqueta sólo la ve en Chile.

¿Te acomoda ser un símbolo del lesbianismo?

Eeeeh, yo no lo siento. Eso pasa más en Chile, pero en los otros lugares en que me muevo no me preguntan eso. Creo que en Chile se necesitan referentes porque estamos viviendo etapa de cambios.

¿Te gustaría desmarcarte de eso alguna vez?

Es que como no lo siento, no me molesta. Lo mío va por el lado musical y lo otro es un añadido.

¿Has sentido atracción sexual por un hombre?

Todas las personas pueden tener atracción hacía el mismo sexo o al otro. Yo me incliné más por mi lado homosexual. Se me hizo más cómodo, bonito, mágico. Pero igual que todos, creo, he tenido atracción para los dos lados.

Antes fue "la promesa del pop", en España se habló de ti como la Julieta Venegas chilena. ¿Cuál de todas las etiquetas que te han puesto elegirías?

Hay una que me gustó: amazona del pop global. Es diferente, no lo típico como promesa. Amazona es algo femenino, con poder. La amazona es una mujer que estaba en la selva y se defendía sola. Me siento una amazona totalmente, es algo muy latino.

Apareces desnuda en la tapa del disco y en el videoclip. ¿Hay un mensaje?

Tiene que ver con el feminismo. Que una mujer pueda mostrar sus pechos, así como hombres muestran sus pezones, es igualdad de género. Tiene un mensaje de libertad.

Han pasado casi 10 años, ¿qué queda en ti de Esquemas juveniles?

Todo. Soy la misma, lo único que ha pasado por mí es tiempo. La misma persona pero con más aventuras, penas y alegrías encima.

Tu música es política, dices. ¿En qué se ve eso?

Toda persona que se para a contar algo, a decir una poesía, es un acto político. Y yo mostrarme, llevar una carrera independiente, hacer mis cosas, es muy político. Llevar la delantera, tener el control.

¿No estar en la industria es un acto de rebeldía?

O sea estoy en la industria pero desde mi estructura. Sí estoy metida pero lo que pasa es que yo tengo el control sobre mis acciones y eso es algo súper valioso. Para alguna gente puede ser considerarlo rebeldía, yo lo considero mi manera de trabajar.

Frank Sinatra fue dueño de una voz privilegiada que lo convirtió en uno de los cantantes más representativos del siglo XX. Por eso, no extraña que alrededor de su figura se tejan cientos de historias con respecto a su familia, la música, e incluso su relación con la mafia. Y precisamente son estos tres pilares los que se abordarán en "Sinatra, el musical" que se presentará entre el 8 y el 24 de enero en el Teatro Nescafé de las Artes.

El actor Felipe Castro, tendrá la misión de interpretar a "La Voz". En conversación con hoyxhoy detalló los desafíos de este trabajo. "Conozco a Sinatra desde que nací. Ahora me he compenetrado más con el personaje, conociendo detalles de su historia. Todo el mundo sabe quién es Frank Sinatra, todos se imaginan más o menos quién fue este personaje y todos tienen algo que decir sobre él, lo que hace más atractivo el desafío de interpretarlo", explicó.

Big Band

Por supuesto, la música juega un rol importante dentro del espectáculo. Es por eso que la producción decidió trabajar con la Big Band de Juan Azúa, que tras su fallecimiento, quedó bajo la dirección de su esposa. "La orquesta es una magnífica experiencia. Su viuda ha estado a cargo de la Big Band y son extraordinarios. Además está el maestro "Parquímetro". Es un crack. En definitiva, trabajar con la Big Band y con el espíritu de Juan Azúa dando vueltas sólo ha sido una epifanía para mí", recalcó Castro.

Has trabajado en otras obras musicales. ¿Qué elementos distintivos tiene esta obra?

"Sinatra, el musical", trata sobre un concierto que Frank Sinatra ofrecerá en la noche de año nuevo. Por lo tanto, este espectáculo tiene las características de un concierto que está intervenido por una obra de teatro. Es un retrato de época muy bonito. Es un espectáculo de una excelencia notable.

¿Cuánto has demorado en preparar este papel?

Yo llevo seis meses preparándome de forma súper intensa, aprendiendo las canciones. Con el resto del elenco, Maricarmen Arrigorriaga, Ramón Llao y Carola Varleta llevan un par de meses. Es un elenco de lujo. Ha sido un placer haber trabajado con ellos.