• Consejos para adoptar un gato

    Mi hermano adoptó una gatita de apenas tres meses y a diferencia de lo que uno podría pensar de un gato cachorro, su adaptación, obviamente, no ha sido inmediata.

    Se llama Marie y es de color negro (me rayan los gatos negros, así que me tiene más fascinada a mí que a él). Llegó muy asustada, no queriendo tener contacto con nadie, escondiéndose donde podía y sin comer.

    A diferencia de los gatos adultos, en los más cachorros uno no conoce la personalidad que tienen, ya que si es que fueron adoptados de otra persona, ella te dirá cómo es el gato. Los cachorros se sienten mucho más abrumados por el nuevo ambiente, nuevas personas y su adaptación, en mi experiencia al menos, es un poco mayor a la de los gatos adultos. Han conocido menos y han estado menos socializados muchas veces con otras personas y mascotas.

    De todas maneras no es llegar y adoptar un gato cachorro ni adulto (ni ninguna mascota), hay cosas que debes saber y hacer para prepararte para su llegada. Los adultos también necesitan varios días de adaptación, paciencia y mucho cariño.

    Muchas veces puede gustarte una mascota porque es linda o porque te han dicho que es entretenida o buena compañía, pero, cada animal es un individuo. Al igual que las personas, son distintos, tienen necesidades y personalidades únicas. Debes informarte bien leyendo, consultando a profesionales y siempre estar preparado para casi cualquier desenlace. Pero siempre podemos prepararnos y para eso les quiero dejar los siguientes consejos.

    En primer lugar, tener comprada cama, platos, comida, rascador, juguetes y una caja con arena; ésta debe estar lejos de la comida -a nadie le gusta comer al lado de donde hace sus necesidades-. No lo dejes inmediatamente suelto para que deambule. Serán demasiados los estímulos y se sentirá más abrumado. Que se familiarice con su pieza hasta que tú veas que está preparado para salir a explorar. Dale mucho amor pero siempre con mucha paciencia. A algunos no les gusta que le hagan tanto cariño por lo que hay que respetar su espacio. Siéntate a ras de piso para que te vea cercano y déjalo que se acerque a su ritmo.

    Juega con ella o él todo lo que puedas, les encanta seguir los puntero láser y los ratones de peluche que venden para ellos. Cuando sientas que está preparado para salir de la pieza, deja la puerta abierta de noche para que explore tranquilo. Cuando ya se acostumbre al resto de la casa, reubica la comida y caja de arena al lugar en donde quieres que se quede permanentemente. Eso si, asegúrate que vea dónde quedan.

    Con estos simples pasos tendrás grandes posibilidades de tener éxito. No tires la esponja, todo lo que hacen es por miedo, pero si le das el cariño y la paciencia necesaria, se convertirán sin duda en una mascota cariñosa y leal.

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24