• Sename: "Somos palomas"

    por constanza michelson / @psicocity

    El casino y el gimnasio comparten un rasgo, son territorios en que se nos nota lo ganosos: los ojos brillantes que evidencian la codicia en el primero y la vanidad en el segundo. Ambos tuvieron su momento de glamour, esos años en que decíamos que éramos los jaguares de Latinoamérica, la codicia se vestía de macho alfa, la vanidad de fitness. Pero como a todas las construcciones les salieron grietas: a los galanes de la economía que nos tenían cautivados se les traslució la charlatanería, a algunos incluso lo criminal; a la gente fit se le empezó a pudrir el plástico y literalmente muchas debieron ir a cambiarse las siliconas en las tetas que tras una década caducaron. Algo de ese entusiasmo en el mundo del salvajismo del nylon y del mercado demasiado libre comenzó a quedar en entredicho.

    De la obsesión por la carrera espacial pasamos a la preocupación por el planeta. Comenzamos a hablar de responsabilidad social y ecología, incluso los animales empezaron a tomar lugar en nuestras preocupaciones. Todo parece tomar un rostro más humano, verde y gentil.

    Pero cada tanto, se nos aparecen, como los zombies, ciertas realidades que suponíamos muertas: las de las vidas no vivibles (Butler), esas que no se lloran porque son impensables. Nos pasó con la imagen del pequeño sirio muerto en la orilla de una playa, nos pasa hoy con las muertes en el Sename. Y cuando nos pasa, nos indignamos, primero con las autoridades, después para no sentirnos tan desfachatados también nos indignamos con nosotros mismos, "todos somos responsables" repetimos en las conversaciones, luego aparecen los rostros de TV aportando en su deber de concientizar algo que ya todos sabíamos, luego seguimos indignados, nos enteramos de las medidas del Gobierno -más recursos económicos y cambios en la administración- pero seguimos intuyendo que eso no basta. Lo podemos reconocer aunque sea de reojo, pero tampoco sabemos qué hacer, tal como en Europa con el drama de la inmigración: el mundo hoy no sabe qué hacer con las vidas al margen.

    Quizás el dilema radica en qué son esas vidas para el mundo, "somos palomas (…) la gente nos mira, a veces nos tiran comida, otras nos espantan, pero la mayor parte del tiempo pasan por nuestro lado, nos miran en menos o no existimos", nos cuenta un chico del reportaje "La caleta de los ex niños Sename" (Revista Paula). Las palomas quedan fuera, siempre afuera, eran tragadas en los tiempos del Chile del Jaguar, pero tampoco parecen tener lugar en los tiempos "eco". Algo ocurre con nuestras buenas intenciones que las palomas no tienen más lugar que en alguna postal, en que sólo retratadas, inmóviles, son soportables.

    ¿Será que esas aspiraciones del tiempo del Jaguar -hoy tan indecorosas como la codicia y la vanidad- se nos cuelan pero con disimulo? Circuló por internet un video sensiblero que enjuiciaba a la educación formal: que aplasta la creatividad de nuestros niños, que no es acorde a los tiempos, bla, bla, bla. No demoraron en saltar los padres entusiastas que alegaban que la única educación que valía la pena era la llamada alternativa, o incluso, una que es moda en cierta elite el "homeschooling" o la crianza en casa; así criar lejos de lo masivo, lejos de la chusma. Debate que saltó la misma semana en que teníamos las cifras macabras de los cadáveres infantiles en la cabeza. ¿Comunitarismo pasado a individualismo? ¿Econarcisismo? Es lo que se me ocurre para nombrar ciertas contradicciones con las que hoy nos engañamos, y que nos llevan a hablar de las palomas como si fueran canarios, quizás para blanquear nuestra propia suciedad. Pero la justicia no es compasión, si es algo es integración, es el derecho a que todos tengamos una vida vivible. Y eso no se resuelve dejando de comer gluten.

    "Algo ocurre con nuestras buenas intenciones que las palomas no tienen más lugar que en una postal (...)"

    Recibiré sus alegatos, dudas, tormentos y quejas a paisintimo@gmail.com.

  • Estos 11 consejos lo ayudarán a convertirse en un mejor compañero de trabajo

    Compartir los conocimientos y dar mensajes positivos son prácticas que ayudan a generar un mejor ambiente laboral.

    Natividad Espinoza R.

    Un reciente estudio de la Universidad de Anglia, en Inglaterra, reveló que decir -de vez en cuando- groserías en el trabajo crea un ambiente distendido y de camaradería. Sin embargo, este es sólo un detalle.

    De acuerdo al senior associate de la consultora IT Hunter, Roberto Aichele, la clave para pasarlo mejor durante las labores diarias es ser y rodearse de buenos compañeros, por lo que dio 11 tips para convertirse en uno de estos.

    Salude y regale sonrisas: saludar a alguien es reconocer su existencia y es una importante muestra de afecto y cortesía.

    Evite chismes y rumores: estos elementos sólo contaminan el ambiente laboral. Prefiera hablar sobre los distintos temas cara a cara, aclarando las duras que se tengan.

    Sea optimista: ser una persona positiva y destacar siempre lo bueno permite a los trabajadores tener una mejor disposición hacia el resto, porque sube el ánimo y suma energías a su quehacer.

    Cultive la empatía: ponerse en el lugar del otro ayuda a elevar los niveles de compañerismo. Saber qué le pasa a un compañero, comprenderlo y solidarizar con él ayuda a encontrar soluciones para los problemas que se presentan.

    Escuche a los demás: prestar atención al resto hace que se pueda comprender cabalmente lo que pasa alrededor.

    Dé buenos consejos: si tiene experiencia, compártala a través de sabios consejos. Así ganará cariño y respeto.

    Difunda su buen humor: la risa contribuye a reducir el estrés, relajar los músculos y atraer al resto de la gente.

    Procure ser consecuente: hacer siempre lo que se dice o piensa hace que los demás crean en una persona.

    Construya al criticar: no basta con decir que algo está mal o que hubo un error, lo esencial es dar los consejos necesarios para que éste no se repita. Más que centrarse en los problemas hay que poner foco en las soluciones.

    Practique la asertividad: es importante ser objetivo y respetar las ideas de los demás.

    Comparta lo que sabe: compartir los conocimientos con los compañeros le da un valor agregado a los equipos de trabajo, aumenta la confianza y también la credibilidad.

    ser responsable ayuda a dar una mejor imagen al resto, lo cual también es importante.

  • China lanzará al espacio su nave Shenzhou-11

    La nave tripulada Shezhou-11 sería lanzada hoy al espacio desde la base espacial de Jiuquan, en el desierto Gobi, en China. Los dos integrantes de la tripulación -quienes fueron entrenados para la misión durante varias semanas- llegarán a través de la nave al laboratorio espacial Tiangong-2, el cual fue puesto en órbita en septiembre pasado y les servirá de hogar durante aproximadamente un mes. El Tiangong-2 está ubicado a 380 kilómetros sobre la Tierra.

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