por constanza michelson / @psicocity

Dicen que las brujas nacieron de la soledad de las mujeres. Aisladas en los tiempos infinitos de la época agrícola, se dedicaron a la observación. ¿Qué plantas preferían los animales al enfermar? ¿Cuáles los envenenaban? Crearon un saber alternativo al del poder, en aquel tiempo masculino y religioso. Tan potente que entonces las tuvieron que matar a todas. No por nada eliminaron a las brujas y no a las prostitutas, como dijo Bataille en "El erotismo". Nunca se trató de una lucha contra el pecado.

Sabida es la historia de exclusión femenina de la ciencia durante siglos. Hace no tanto que podemos acceder al saber público. Así y todo, quizás por los resabios de la excomunión mujeril del poder, es que hay una relación casi orgánica de las mujeres al circuito de las curas y milagros llamados alternativos.

Hoy lo brujeril parece reducirse a una nostalgia utópica respecto de un tiempo pre civilizatorio, y se idealiza cualquier cosa que diga "natural" u "oriental". ¿Pero se tratan de prácticas liberadoras?

Todo indica que no. Este mundo ha corrido paralelo al avance científico, recibiendo una cierta aprobación de gesto paternalista y de leve desprecio intelectual: busque su destino en la carta astral, pero no me venga a cambiar el mundo mi hijita; maneje sus celos para que no le dé cáncer (esto no es chiste, fue la recomendación del polémico doctor de "medicina consciente" de un matinal); vaya al taller de las buenas madres; domestíquense solas chiquillas y refuercen el mundo que hemos inventado para ustedes.

Pero algo pasó en el camino, y aparecieron otros brujos más vivos. Y aquello que tiene de potencia el saber intuitivo y creativo, la apertura a lo sagrado y lo alternativo al mundo industrial, quedó envasado en el mercado del wellness. Tal como las religiones acogotaron lo espiritual en lo normativo y el souvenir.

Estos saberes alternativos, antes que contar con una evidencia de su eficacia son ante todo un sueño moral. Una metáfora de la pureza del alma. A los dealers zen, se les atribuye estar libres de algún afán egoísta. Por eso las alarmas se encendieron cuando se fueron develando los timos, y el punto de riesgo al que se ha avanzado. ¿Si no, cómo fue que llegamos a que un médico (que hay que reparar que le conviene más ser médico alternativo que tradicional) en televisión abierta recomiende hacerse un "détox" con un desinfectante industrial? Claro que se promueve como MMS (Solución Mineral Milagrosa) y su inventor Jim Humble incluso fundó una iglesia en torno a su producto. Pero más allá de su nombre rimbombante, el ISP se hizo presente esta vez.

En otros países se ha avanzado en regular la vacunación frente a la avanzada negligente de los antivacunas. Y ya existe el precedente de la condena judicial de una doctora germana que pretendía curar el cáncer con psicología y manzanilla.

Se rajó un velo. Y se develó que en el mundo "alternativo" la moral también puede funcionar como un cloro: un veneno hediondo. No todo lo que se dice natural lo es. No todo lo natural es impoluto. Existe un eco esoterismo capitalista, aunque sus fieles tiendan a defenderse acudiendo a alguna teoría conspirativa.

A todo esto, ¿por qué habría que desintoxicarse, incluso con veneno? Hoy existen brujas dispuestas a torturarse por su cuenta.

"(...) en el mundo 'alternativo' la moral puede funcionar como un cloro: un veneno hediondo. No todo lo que se dice natural lo es. No todo lo natural es impoluto."

Natividad Espinoza R.

El envejecimiento trae consigo una disminución paulatina de las aptitudes físicas y mentales de los seres humanos. Y si bien la ciencia ha encontrado maneras de prevenir este deterioro (como ejercitar la memoria, hacer sudokus y resolver puzzles), es poco lo que se sabe sobre posibilidades de revertirlo.

Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience asegura que el ejercicio físico, y especialmente el baile, es una efectiva herramienta para combatir los estragos que suele dejar el paso del tiempo.

Así lo confirmó el Dr. Kathrin Rehfeld, principal autor de la investigación alemana. "El ejercicio tiene el efecto beneficioso de frenar o incluso contrarrestar el desgaste relacionado con la edad en la capacidad mental y física", sostuvo el experto. Y añadió que la investigación realizada demostró que tanto el baile como el entrenamiento de resistencia tienen la capacidad de reforzar el área del cerebro que se atrofia con la edad. No obstante, se comprobó que sólo el baile lleva a cambios que muestran mejoras en las funciones mentales de la tercera edad, lo que se exteriorizó principalmente en mejoras en el equilibrio. ¿La razón? Los estudiosos creen que el hecho de que quienes bailan siempre se ven enfrentados a nuevos desafíos -a diferencia de cuando se camina o anda en bicicleta- puede tener algo que ver.

Quienes participaron en el sondeo se dividieron en grupos que practicaron distintos deportes por 18 meses. Tenían 68 años en promedio.

68 años es el promedio de edad que tenían los adultos mayores que participaron en el sondeo.

por 18 meses practicaron de manera controlada distintos tipos de actividad física.

Los cambios de hábito entre las personas se han incrementado en las últimas décadas rompiendo, muchas veces, con costumbres preestablecidas desde épocas centenarias. La reunión familiar en la cena dejó de ser algo típico y abrió paso a otros gustos.

Según un estudio, las comidas rápidas, la cantidad de actividades y variadas rutinas de cada uno de los integrantes de la familia hicieron que este hábito se vea afectado. Cuando un bebé tiene alrededor de nueve meses ya puede sentarse en la mesa. Los estímulos que allí tiene le ayudarán a relacionarse, a escuchar, a que le hablen, darle lugar al otro y comunicarse. Los padres que compartan las cenas con su grupo familiar generan espacio de integración y conversación para los adolescentes, sin olvidarse de disfrutar y tratando de generar un ambiente placentero de convivencia.