Jorge Reyes Patuelli

La Selección Chilena cayó 3-0 frente a Paraguay en el Estadio Monumental y desperdició la opción de escalar en la tabla de posiciones.

El partido comenzó mal para la Roja. El aliento de los 40 mil hinchas no alcanzaba para que la Selección levantara la cabeza en los primeros minutos de juego en el Estadio Monumental. Chile empezó flojo. Dubitativo. Paraguay salió a hacer su juego, construyendo desde atrás con una defensa sólida. "¡A jugar, a jugar, a jugar!, gritaba el entrenador de la Selección Chilena, Juan Antonio Pizzi, para despertar a sus dirigidos.

Los paraguayos aprovechaban la salida lenta de la Selección. Igualmente, Chile iba para adelante, sin éxito, pero en busca del arco que defendía Antony Silva. En el otro pórtico, Bravo estaba atento. Incluso cortó una jugada con una palomita fuera del área, disfrazándose de líbero. Había seguridad en el fondo de la Selección.

El técnico albirrojo, Francisco "Chiqui" Arce, miraba atento lo que hacían sus dirigidos. Sentado, no de pie, ya que pidió una silla por una lesión en una de sus rodillas. Igualmente Paraguay hacía lo que tenía planeado su DT. Pelotazos punzantes que pillaban mal parada a la defensa chilena. Especialmente en los tiros de esquina. El volante zurdo, Oscar Romero, lanzó por lo menos cuatro centros que hicieron daño a la zaga de la Roja. Del mismo modo, Paraguay llegó al gol. Y de un modo lamentable. Después de un centro mediante un tiro libre desde la derecha ejecutado por Romero, el único que conectó con la cabeza no fue un paraguayo, sino que Arturo Vidal, quien la desvió y se metió en el ángulo superior izquierdo de Bravo. "¡Tranquilidad!, ¡tranquilidad!", gritaba Valdivia desde la banca. Y esa tranquilidad estaba llegando por la banda derecha, gracias a la insistencia de Isla, Chile se acercaba. En el segundo tiempo la Selección tampoco pudo. Paredes ingresó con Valdivia para darle frescura a la zona ofensiva y quebrar el bloque defensivo de Paraguay. Pero no se pudo. En 10 minutos, un balde de agua fría. Víctor Cáceres aprovechó un rebote por la banda izquierda y con un zurdazo venció a Bravo: era el 2-0 para la Albirroja. "¡Ordénate, Arturo!", gritaba Pizzi desde la banca. Macanudo no entendía qué pasaba con su equipo.

Paredes generó. A los 71' le anularon un gol en el que estaba adelantado. Chile no encontraba por dónde penetrar a la defensa visitante. El partido ya estaba prácticamente terminado. Pero a Paraguay todavía le quedaba un gol. A los 93', Richard Ortíz sentenció todo y puso el 3-0. Chile viajará a La Paz con la obligación de ganar.