Leo Riquelme

La estimación oficial dice que en la Región Metropolitana hay unos 700 niños que viven en la calle. Sin embargo, en el Ministerio de Desarrollo Social asumen que es un cálculo, pues no sólo se desconoce el número exacto, sino que tampoco diferencia entre los que han hecho de la intemperie su vida y de quienes pasan gran parte del día deambulando, pero que en la noche vuelven a sus casas.

Eso es algo que ahora se pretende resolver, pues el gobierno decidió realizar un conteo, identificación de su condición y mapeo de sus ubicaciones habituales, labor que efectuará la Universidad Alberto Hurtado y en la que participarán distintas reparticiones estatales y organizaciones que trabajan con menores vulnerables, como la Fundación Don Bosco.

Esta última manejará el sistema, que será georreferenciado gracias a una aplicación desarrollada por Microsoft y CDI Chile. La seremi de Desarrollo Social, Catherine Rodríguez, explicó que el Plan Invierno evidenció la necesidad de poner el foco en los menores y en los adultos mayores. Agregó que desde un principio han trabajado con estas fundaciones, porque llevan años impulsando acciones con niños y suelen tener su confianza.

"Trabajar con niños en situación de calle no es fácil. Son sumamente desconfiados del sistema y de las instituciones (...) Son personas que lo han pasado muy mal en la vida, en realidad son adolescentes que han pasado por el Sename, que han sufrido abandono y otros que se han ido de sus casas porque han sufrido maltrato", comentó la autoridad.

Con la información recolectada y sistematizada se trabajará en el diseño de un plan de intervención, a impulsar el próximo año.

El presidente de la Fundación Don Bosco, sacerdote Víctor Mora, valoró el uso de la tecnología con este fin. "Esto traerá una mayor calidad en la atención que estamos prestando", auguró.

en 15 comunas de la Región Metropolitana se realizará la primera etapa del proceso. La app la desarrolló Microsoft y CDI Chile.

Los duraznos de exportación tardan 21 días en llegar a su destino. El recorrido lo hacen a una temperatura de entre 0 a 6° Celsius, lo que provoca harinosidad, cambios de textura y pérdida de jugosidad.

A fin de identificar cuáles son más aptos para tolerar la exposición artificial al frío, la Escuela de Biotecnología de la U. Mayor realizó un estudio a 27 mil genes de diversas variedades. Para ello se observó conjuntamente el ARN (Ácido ribonucleico) de una célula, según comentó Ricardo Nilo, jefe de la investigación.

El equipo analizó cuatro variedades, dos de cosecha temprana (de diciembre y enero) y dos tardías (febrero o marzo) para entender cómo y cuándo se producía el daño.

Dos de cosecha temprana presentaron una jugosidad normal tras la exposición al frío, con mayor cantidad de la hormona etileno, en comparación con las de cosecha tardía. "Una forma de avanzar sería tomar las variedades tardías, que son de interés económico, y transformarlas en variedades tempranas, es decir, que den frutos con mayor antelación. O, por otro lado, una vez que el fruto ya fue cosechado, si es de variedades tardías, tratar de almacenarlos en condiciones donde los niveles de etileno a la salida del frío sean muy altos, lo que permita que madure de una forma más regular", estimpó.

21 días están expuestos a temperatura de 0 a 6 grados Celsius los duraznos de exportación.

14 mil genes de duraznos presentaron cambios físicos en bajas temperaturas.

La fundación Chilenter firmó un convenio con el Ministerio de Relaciones Exteriores con el objetivo de prestar apoyo a organizaciones fundadas por chilenos que viven en el extranjero.

El acuerdo consiste en que una vez al año Chilenter entregará computadores a este tipo de fundaciones. Aproximadamente son 2.000 chilenos los que serán beneficiados con el primer envío de equipos, afirmó Gonzalo Lagos, director ejecutivo de Fundación Chilenter.

Otro socio de la iniciativa es la Fiscalía Metropolitana Sur, quienes entregarán computadores que fueron incautados en investigaciones penales. Los equipos que cuenten con las características necesarias serán reacondicionados por profesionales del área tecnológica luego de pasar por el programa Blancco, el cual se encargará de eliminar cualquier tipo de información previa que puedan almacenar los computadores.

El proceso de postulación será por medio de la Dirección General de Asuntos Consulares e Inmigración. La primera entrega beneficiará a 15 organizaciones sociales que funcionan en Argentina. Los consulados de cada región donde se encuentren las instituciones serán los encargados de distribuir los equipos.