Patricia Vidal D.

Dos personas fallecidas fue el resultado de un incendio ocurrido en Cerro Navia durante la madrugada de ayer en la población Santa Clara.

Según antecedentes de Bomberos, el siniestro comenzó cerca de las 4:30 de la madrugada en el inmueble, pero las llamas afectaron luego a otros dos colindantes.

Los familiares de las víctimas creían que sus ocupantes se habían guarecido en algún hogar vecino. Lamentablemente, el desenlace se conoció sólo cuando los voluntarios extinguieron el fuego. Ahí, en la remoción de los escombros que se realizaba en calle La Pitra con el pasaje Las Quilas hallaron los cuerpos.

Los restos correspondían a una mujer de 59 años, identificada como Carmen Godoy, y a René Aedo Castro, de 87 años, quien tenía dificultades para desplazarse.

"En esta vivienda vivían solamente dos personas. Había una persona que no pernoctaba aquí, pero tenía tránsito, porque una de las víctimas era la mamá de una de las personas", informó el comandante de Bomberos, Cristián Varela.

Dos inmuebles quedaron completamente destruidos y un tercero sufrió daños en el techo. Al menos seis compañías de Quinta Normal atendieron la emergencia.

Los únicos que se salvaron de la casa más dañada fueron tres perros. Una periodista del matinal Bienvenidos de Canal 13, Marylin Pérez, rompió en llanto al ver a los sobrevivientes.

"Me piden que por favor pida ayuda, es una perrita blanca que era de la casa donde fallecieron las personas y que está con dos cachorros. Necesita con urgencia la atención de un veterinario", expresó.

En el estudio estaba el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, quien ofreció ayuda. "Tenemos un canil que es para perritos abandonados en nuestra comuna, pero este es un caso excepcional, así que le voy a pedir a nuestra veterinaria jefa que coordine para que vayan a buscar a estos cachorritos", dijo.

Tras ser llevados por funcionarios de esa municipalidad, los animales fueron alimentados y atendidos por veterinarios. Ahora están esperando para ser adoptados.

la hipótesis del fuego apunta a una falla eléctrica. Al principio se habló de un cigarrillo mal apagado.

una de las víctimas fatales fue encontrada en un baño, mientras que la otra permanecía en una habitación del inmueble.

Lejos de arrepentirse del pánico que causó en el sector de calle Libertad con Balmaceda, en Santiago Centro, Ignacio Larraín Bastías justificó su actuar del martes, cuando desde su departamento disparó más de 20 balas hacia la vía pública con un arma a fogueo recién comprada.

"Yo no me siento culpable porque (el arma) es algo legal que está en mi casa. No le hice daño a nadie y fueron ruidos no más", dijo ayer el joven de 19 años tras ser formalizado por desórdenes graves, quedando con cautelares de firma mensual y prohibición de portar todo tipo de arma por 90 días.

Al salir de tribunales y consultarle sobre los motivos que lo llevaron a accionar su pistola, desatando un intenso operativo policial que incluyó evacuar un jardín infantil, un edificio y cerrar varias cuadras a la redonda, el pistolero se limitó a comentar que disparó "porque puedo". "Me compré con mi dinero el arma y es legal tener un arma. En ningún momento disparé al jardín infantil. Lo único que puedo decir es pedirle perdón a los papás que tal vez se asustaron, pero como pueden ver era un arma que no le hacía daño a nadie. Soy un tipo sano", añadió.

El sujeto enfatizó que la alarma que ocasionó en el vecindario "me da lo mismo" y le restó importancia al sentir de sus vecinos que temerosos se escondieron en sus casas durante el procedimiento policial. "El miedo de los vecinos no me importa. Si ellos se asustaron es su problema y yo ahora salgo libre", declaró.

según la fiscalía el sujeto aseguró que antes de los disparos preguntó a la policía si podía usar el arma y le dijeron que sí pero en su casa.

Un joven de 22 años que se encontraba en la ducha no tuvo más opción que lanzarse de un tercer piso de un departamento para huir de las llamas que acechaban el hogar, ubicado entre las calles Condell y Mujica, en la comuna de Ñuñoa.

El hombre resultó levemente herido, por lo que fue trasladado a un centro asistencial. No tuvo ninguna fractura, pero sí algunos golpes en la boca producto de la caída a siete metros de altura.

Testigos y vecinos que evacuaron aseguraron que el joven, de nacionalidad ecuatoriana, saltó desnudo.

El resto de las personas del edificio pudieron evacuar sin problemas.

"El conserje tuvo algunos problemas respiratorios, por lo que fue atendido por personal de emergencias. Inhaló una cantidad importante de monóxido de carbono. Ésta fue la primera persona que activó el protocolo de incendios, para poder evacuar a la mayoría de los residentes del edificio", declaró el capitán Andrés Araya, perteneciente a la 33ª comisaría de Ñuñoa.

Las personas del edificio lo identificaron como "un verdadero héroe", ya que ayudó a evacuar a casi toda la comunidad.

Casi todo el tercer piso sufrió daños y algunos departamentos del cuarto. Sólo las mascotas del departamento más afectado no pudieron ser salvados.

Aún se investiga la causa del incendio.