• Los centros de flotación llegarán a Chile este mes

    Sumergirse en agua salina por una hora puede traer beneficios a los deportistas, a las personas estresadas y a quienes tienen problemas para dormir.

    Natividad Espinoza R.

    Quienes disfrutan de las piscinas seguramente han hecho alguna vez el experimento de recostarse en el agua y simplemente flotar. Y posiblemente lo han disfrutado. No por nada, en varios países de Europa, Norteamérica e incluso algunos vecinos como Argentina, Perú y Brasil son populares los centros de flotación.

    En estos lugares, las personas tienen la oportunidad de entrar en una cámara de flotación, donde se puede descansar dentro de una especie de cápsula que se cierra herméticamente y contiene una solución compuesta por agua y sal, la que permite flotar sin esfuerzo alguno. Además se usan tapones en los oídos y el agua está a la misma temperatura que el cuerpo (36°C), por lo que la información sensorial que reciben las personas es mínima. Esto ayuda a alcanzar profundos estados de relajación tanto física como mental.

    La posibilidad de vivir esta experiencia llegará por primera vez a Chile el 15 de diciembre, de la mano de Float Chile. Su cofundador, Vicente Villela, contó a hoyxhoy que "los centros de flotación nacieron junto con toda la ola de psicodelia de los años 60' en Estados Unidos, como parte de la contracultura".

    Quien las creó fue el psicólogo experimental John Lilly, quien buscaba eliminar toda la estimulación sensorial que llega al sistema nervioso humano y ver cuál es la respuesta subjetiva a esto.

    Actualmente, las cámaras de flotación son estéticamente más amigables que entonces (en que eran verticales y poco atractivas) y se les dan usos diferentes.

    Público y beneficios

    "En mi opinión esto es para todo el mundo. Yo creo que suma a la vida de cualquier persona que lo pruebe, pero principalmente hay tres tipos de público", dijo Villela.

    El primero son deportistas o gente que hace ejercicio y quiere recuperarse más rápido muscularmente o de lesiones, mientras en el segundo figuran personas que buscan reducir sus niveles de estrés, ansiedad o tienen problemas de sueño.

    El tercer grupo está formado por "gente que busca una experiencia de introspección, algo más bien meditativo y esotérico", añadió el socio de Float Chile.

    La médica y residente de Medicina del Deporte de la U. Mayor, Antonieta Riffo, aseguró que la flotación efectivamente es recomendable para los deportistas y también las personas que tienen estrés. Sin embargo, advirtió que "es mejor evitarlo en adultos mayores y niños porque su termorregulación no es tan buena. También es poco recomendable para quienes son hipersensibles, por ejemplo, en términos de enfermedades de la piel. En personas muy alérgicas también podría haber una contraindicación porque les podría provocar alguna lesión debido a la salinidad del agua".

    $40.000 costará esta experiencia de una hora, aunque habrá paquetes más baratos.

    para claustrofóbicos En Float Chile habrá tres cámaras de flotación. Dos serán tipo cápsula y una tercera será abierta.

  • Solomillo... de chancho

    por álvaro peralta / @dontinto

    Hace unos días una persona me comentaba que durante su niñez y juventud (actualmente debe andar cerca de los 80 años) la carne de chancho se consumía exclusivamente en los meses fríos. Por lo mismo, comerse un costillar o un par de prietas en diciembre era algo, de verdad, inconcebible. Claro, el chancho era un animal que gracias a su carne y los subproductos nos ayudaba a pasar ese largo invierno que -décadas atrás- asolaba a Chile desde la zona central al sur.

    Pero los tiempos han cambiado. Primero, porque ya no hace el frío ni llueve de la manera que sucedía antes. Y segundo, porque la producción y consumo de carne de chancho hace rato que se estabilizó a lo largo de todo el año.

    Por ello se me viene a la mente el solomillo de chancho, que es en realidad el filete de este animal. De hecho, en otros países se le dice solomillo también al filete del vacuno. Pero volviendo al nuestro podemos decir que se trata de un corte muy blando y muy magro; por lo que jamás debe recocerse y además necesita algún toque extra de aliño y materia grasa para que quede de verdad sabroso. Porque ya sabemos todos que en la grasita está el sabor.

    Otra gracia del solomillo es su versatilidad, ya que se puede cocinar en la parrilla, al horno o incluso a la cacerola. Y siempre queda bien. De hecho, yo creo que hasta los mañosos que no comen chancho -que nunca fallan-, con el solomillo van a la segura. Y si me apuran, este corte sirve perfectamente para prepararlo -por ejemplo- la noche de Navidad. Así que tome nota con la receta de hoy, que lo puede salvar el 24 de diciembre tipo cinco de la tarde.

  • Solomillo a la mostaza


    Ingredientes (Para 4 personas)

    - 1 kilo de solomillo

    - 1 taza de mostaza Dijon

    - 2 dientes de ajo pelados y picados bien finos

    - ¼ taza de vinagre de vino blanco

    - 1 limón

    - Sal, pimienta y aceite

    de oliva

    En un bowl mezclar la mostaza con los ajos picados más el vinagre y un poco de sal y pimienta. Revolver todo muy bien hasta que quede una salsa homogénea y zambullir en ésta el solomillo. Tapar con papel film y llevar al refrigerador por dos a tres horas.

    Sacarlos del frío y ponerlos en una fuente para horno previamente pintada con aceite de oliva. Agregarle un poco del mismo a los solomillos por encima y llevarlo al horno medio por unos 30 minutos o hasta que la carne comience a dorarse. Sacar la fuente del horno y dejar reposar cinco minutos. A continuación, cortar el solomillo en trozos delgados y ponerlo sobre un plato grande. Agregar el jugo del limón en la fuente para aprovechar los jugos que hayan quedado, revolver y verter todo encima del solomillo. Servir inmediatamente.

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