Once futbolistas reputados, todos seleccionados nacionales, se dejaron ver ayer en el Aeropuerto de Pudahuel. Apareció Felipe Gutiérrez, que el sábado le hizo dos goles, y tomó un avión a Holanda. Llegó, también, Eugenio Mena, que voló a Brasil. Marcelo Díaz y Miiko Albornoz, que partieron a Alemania. Y Alexis Sánchez, que caminó rápido y se perdió en Policía Internacional.

Mauricio Isla, Gary Medel y Gonzalo Jara viajaron juntos. Y Gary, el jugador redimido, lo publicó en su cuenta de Facebook. Subió una foto al interior de un avión junto a Jara. Y la acompañó de una frase provocadora: "De vuelta a casa. Asustado eso sí, porque Jarita va atrás". Ninguno de ellos, eso sí, enfrentó un micrófono.

Sí lo hizo Jorge Valdivia. Habló luego de ser interceptado por un grupo de reporteros audaces y regaló minutos de su vida a analizar a la Roja.

Dijo, entre otras cosas, que Chile es un equipo "difícil de derrotar". Que el equipo está "concentrado". Que el camarín, pese a la confusa salida de Arturo Vidal, sigue "unido". Y que está molesto por todo lo que se habló sobre el tema. Calificó la situación como un cúmulo de rumores. Y Valdivia, el Mago, odia los rumores.

El equipo, afirmó el 10, está ajeno a esos comentarios y tiene su mente fija en Rusia 2018. "Nosotros seguimos pensando en un solo objetivo, que es clasificar al Mundial", añadió.

Las Clasificatorias

Según el Mago, las próximas Clasificatorias Sudamericanas serán las más difíciles del último tiempo. Habló de los candidatos naturales: Argentina y Brasil. Añadió, también, a Uruguay y Colombia. Y dijo que, en silencio, se suman al grupo de avanzada Perú, Ecuador y Paraguay.

"Estas Clasificatorias van a ser mucho más difíciles que las pasadas. Se suma Perú, que tiene una selección fuerte, Ecuador, que hace un par de años viene bien, y Paraguay, que tiene gente nueva", dijo.

El primer escollo de Chile será un Brasil que sigue en ascuas. El sábado el Scratch derrotó apenas 1-0 a Costa Rica y cosechó una serie de críticas de la prensa de su país. Neymar, además, fue suplente y apenas jugó 10 minutos, lo que le generó un ataque de ira. "Mi trabajo, mi negocio, es jugar. No voy a aceptar quedarme en la banca", dijo.

La decisión de Dunga, sin embargo, se debe a que el delantero de Barcelona no podrá jugar en el inicio de las Clasificatorias por una suspensión que arrastra de Copa América, por lo que no estará ante Chile.

El duelo se jugará el 5 de octubre en el Estadio Nacional.