En Chile hay más de 12 mil personas en situación de calle, de los cuales cerca de 700 son niños, y faltan recursos para superar esta realidad. Si bien hasta en los países desarrollados existe gente que vive en la calle, la diferencia está en las opciones que tienen para salir y reinsertarse en la sociedad.

Los países que abordan bien este flagelo asumen que es imposible terminar al 100% con la gente que vive en la calle. Para algunos es una opción, para otros la consecuencia ineludible de un espiral de deterioro emocional, familiar y económico que los desvincula de sus redes. Cuando se está en esta situación intervienen dispositivos de políticas públicas para dar cobijo temporal y alternativas de tránsito para obtener un domicilio fijo, hay asistencia para acceder a los beneficios sociales, encontrar trabajo y reinsertarse en la sociedad si se desea. Para quienes optan por vivir su vida como errantes, incluso hay lugares donde alojar dignamente, comer y asearse.

En París durante el invierno, cuando el frío puede matar, las estaciones del metro cobijan a los sin techo y hay personal especializado que los atiende y vigila su seguridad, interviniendo en conjunto el Estado y la sociedad civil.

¿Será muy difícil que Chile tenga una política a la altura de países desarrollados en esta materia? En el Ministerio de Desarrollo Social y desde la Subsecretaría de Servicios Sociales estamos empeñados en avanzar hacia una nueva política para personas en situación de calle. Lo primero que hemos hecho es asumir que nuestros esfuerzos han sido insuficientes; lo segundo es comprender que necesitamos esfuerzos coordinados entre el Estado y la sociedad civil, empujando hacia el mismo lado. En tercer lugar, la política debe ser construida desde abajo, con las personas que enfrentan esta situación, tomando en cuenta su opinión e ideas.

La buena noticia es que ya empezamos, hace unos días convocamos a la conformación de la "Mesa Nacional de Calle" donde se coordinarán todas las instituciones del Estado y de la sociedad civil que trabajan con personas en esta condición. Una de las primeras tareas será la realización de un nuevo catastro en 2016, que nos informará sobre quienes viven en la calle y las dinámicas del país en esta materia. Por otra parte, hemos realizado más de 80 asambleas en nuestros centros de acogida, donde se han recibido críticas, ideas y percepciones. Ellos serán partícipes de su propia política.

Al terminar el mes de la solidaridad hicimos un compromiso con los compatriotas sin casa. Nuestras metas son ambiciosas: en el corto y mediano plazo no queremos tener ningún niño ni adulto mayor viviendo en la calle y a 10 años queremos que Chile tenga alternativas eficaces para que quienes vivan en la calle no estén forzados a seguir allí y puedan elegir vivir mejor.

Javiera Parra. El primer libro de la saga lo leyó por obligación en el colegio a los 10 años: "Me gustó al tiro. Lo que más me llamó la atención es que el mundo mágico estuviera tan bien hecho, con tantos detalles, era como si alguien estuviera transcribiendo lo que veía realmente". Los siguientes los leyó por placer, y en su cumpleaños número 11 esperó todo el día a que llegara la carta de la lechuza informándole que había sido admitida en Hogwarts. Su mamá le compraba los libros pirata, pero "El Prisionero de Azkaban", se lo robó del Jumbo: "Fui con mis papás y apenas entramos al súper tomé el libro, que recién había salido. Lo fui leyendo mientras ellos llenaban el carrito, cosa de hacer presión, que vieran mi interés y me lo compraran. Cuando caché que mis papás no estaban ni ahí seguí leyéndolo mientras pasamos la caja y atravesamos la puerta de salida. Afuera me hice la sorprendida y les dije que no me había dado cuenta. Sentí una gran satisfacción porque el libro era caro y nunca lo iba a poder tener por mi cuenta. Además fue mi primer original". Hoy trabaja en una agencia de publicidad como redactora. Entra a las 09.00 pero nunca sabe a qué hora saldrá: "Me he quedado hasta las 2 de la mañana, pero sé de gente que ha pasado toda la noche. Jamás pagan horas extras y como supuesto incentivo dan 2 cheques de restorán". Hace poco se hizo un tatuaje de Harry Potter en el brazo: "Es su perfil con las gafas y el rayo de la cicatriz, pretendo emprender nuevos desafíos pronto y es bueno tener al héroe de la infancia cerca".

El 18 prácticamente ya llegó, y con él, todas sus calóricas y grasosas delicias. Esta es la época del año en que la balanza se llena de polvo y está permitido ingerir todo tipo de alimentos. Mentira. Habemos quienes independiente del festejo sentimos culpa cuando nos desordenamos, los mismos que el 18 y sus días cercanos -para no chanchear tanto- nos obligamos a elegir entre un choripán y una empanada a la hora del asado. Sin duda, se trata de una decisión difícil, llena de factores y variables a considerar. Yo, por ejemplo, antes de decidir pregunto dónde fueron compradas las empanadas y cuál es la marca de las longanizas ofrecidas por la parrilla. Cuando están empatadas en calidad lanzo una moneda.

Ni la loratadina ni la desloratadina me ayudaban, por lo que la doctora me recomendó un antialérgico más fuerte (y caro, por supuesto): la rupatadina. Hasta su nombre sonaba a gloria, por lo que fui con entusiasmo a una farmacia a comprar una cajita. Fue tal mi fe, que no compré una, sino dos cajas. Llegué a mi casa y me tomé una, acompañada de un vaso de agua. Desde ese momento ya han pasado tres años y todavía lo recuerdo con cariño. Ese día cambió mi vida para siempre, creé un lazo que me acompañará el resto de mi vida. Recomiendo a todos los alérgicos seguir mi ejemplo. La rupatadina es lo mejor que me ha pasado en más de mil días.

A Bernarda Baeza (52) le gusta ponerse varias capas para capear el frío y las lluvias que aún no se van, pero también le encanta el hoyxhoy. "Tiene buenas noticias, siempre está el día y, además, trae recetas increíbles", destaca.

El Santuario Nacional de Maipú, ubicado en la calle Carmen, es una de las sedes religiosas más importantes de Santiago.